CURSO METODOLOGICO DE MASCULINIDAD Y EDUCACION POPULAR

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CURSO METODOLOGICO DE MASCULINIDAD 

Y EDUCACION POPULAR

1995

OBJETIVOS GENERALES:

A partir de la realidad de los hombres y desde su condición de género, reflexionar sobre la construcción de las identidades masculinas.

Analizar las raíces de la violencia en los hombres, sus efectos en ellos, sus familias y la sociedad, y su relación con la actual crisis socioenconómica.

Ir buscando pistas metodológicas que permitan desarrollar el trabajo entre hombres para aportar a los procesos de transformación de las conductas masculinas.

Primer Taller: "Identidades masculinas", 1-2 de febrero Segundo Taller: "Hombre, violencia y crisis social", 11-12 mayo Tercer Taller: "Desaprendiendo el machismo. Metodología de trabajo entre hombres." 17-18 de agosto. Encuentro mixto: "Intercambio de experiencias", 23 de noviembre.

PRIMER TALLER: IDENTIDADES MASCULINAS

OBJETIVO GENERAL:

A partir de la realidad de los hombres y desde su condición de género, reflexionar sobre la construcción de las identidades masculinas.

Objetivos Específicos:

- Identificar y analizar los elementos de masculinidad (del modelo de hombre) que asumimos como propios y los que rechazamos.

- Reflexionar sobre lo positivo y lo negativo de nuestras identidades masculinas.

- Reflexionar sobre la supuesta "superioridad masculina" y analizar cómo esta creencia incide en la opresión de las mujeres.

  • Profundizar sobre los aportes teóricos del feminismo a la formulación de la perspectiva de género.

INDICE

1. INTRODUCCION

1.1 Antecedentes 1.2 Expectativas de los participantes

2. ELEMENTOS/CARACTERISTICAS FUNDAMENTALES DE LA MASCULINIDAD

2.1 Identificándonos como hombres 2.2 Masculinidad: fuerza, inteligencia y libertad 2.3 Lo que algunos asumimos, otros lo rechazamos 2.4 Rechazamos los elementos considerados femeninos 2.5 Síntesis parcial del tema: Identidades masculinas como ideología de dominio y control

3. MASCULINIDAD - DESDE NUESTRAS EXPERIENCIAS DE VIDA, ANALIZAMOS, CRITICAMOS Y DEBATIMOS NUESTRAS IDENTIDADES MASCULINAS
3.1 La fuerza física
3.2 Normas de vestir y apariencia física
3.3 Libertad sexual y social
3.4 Homosexualidad
3.5 Violencia
3.6 La inteligencia, la división sexual del trabajo y las relaciones de poder
3.7 Rivalidad: ¿Machismo versus Feminismo?
3.8 La igualdad entre los sexos
3.9 "Superioridad" masculina y relaciones de poder
3.10 Igualdad y poder: brecha entre teoría y práctica
3.11 Síntesis: Al reconocer las diferencias y contradicciones podemos ser más analíticos y críticos

4. MASCULINIDAD: INVESTIGAMOS NUESTROS TEMORES, PREJUICIOS, VERGÜENZAS, PENAS Y MITOS

    1. El temor de ser violado
    2. La vergüenza de ser violador
    3. La pena asociada con la infidelidad; con el no satisfacer a la mujer y con la impotencia
    4. La violencia doméstica
    5. Ser ladrón o delincuente
    6. Homosexualidad: mitos y prejuicios
    7. Que mi mujer salga lesbiana
    8. Ser mantenido
    9. Que lo domine la mujer
    10. Ser mentiroso
    11. Ser machista
    12. Casarme con una prostituta
    13. Síntesis: El temor de ser rechazados, marginados y castigados

5. SUPERIORIDAD MASCULINA: ¿MITO O REALIDAD?

5.1 El mito de la creación del pueblo Toba

5.1.1 Comentarios nuestros sobre el mito

5.2 Superioridad masculina: desmitificando nuestra realidad

5.2.1 Superioridad sexual 5.2.2 Superioridad biológica 5.2.3 Superioridad cultural/social

5.3 Síntesis: "Superioridad" masculina, mito sobre el cual se construye el sistema sexo/género con dominación masculina
5.4 Mito de la creación de los pueblos mayas (Texto del Popol Vuh)

 

6. LA "SUPERIORIDAD" MASCULINA COMO FUENTE DE DISCRIMINACION

6.1 El modelo dominante de ser hombre y la discriminación 6.2 Resumen de la película "Filadelfia" 6.3 Discriminación y SIDA
6.3.1 Resultado de temor y prejuicios
6.3.2 Ignorancia y falta de información
6.3.3 El SIDA amenaza a todos/as
6.4 Discriminación y sexualidad
6.4.1 El rechazo de la homosexualidad
6.4.2 La "superioridad masculina" rechaza todo lo que es femenino
6.4.3 La "opción sexual": ¿socialmente aprendido o producto de la naturaleza?
6.5 Otras formas de discriminación
6.6 Discriminación: a manera de conclusión
6.6.1 Discriminamos porque nos sentimos superiores
6.6.2 Discriminamos a partir de los temores, prejuicios y amenazas
6.6.3 La discriminación que vivimos nosotros, las mujeres la viven dos veces
6.6.4 Evitando la discriminación
6.6.5 El reto: cambiarnos para ser menos discriminadores
6.6.6 Otro reto: no seguir automarginándonos
6.6.7 Dejar de engañarnos para poder transformarnos

7. CONCLUSIONES GENERALES

 

8. ANEXOS

1. INTRODUCCION:

1.1 ANTECEDENTES Y JUSTIFICACION

El 8 de septiembre de 1994, en el Hotel "Las Mercedes", se realizó, organizado y promovido por CANTERA, un encuentro de intercambio sobre masculinidad. Dicho encuentro logró reunir a un grupo de 45 hombres de distintas partes del país, quienes reflexionaron sobre lo que significa ser hombre en la sociedad Nicaragüense. Analizaron, a la vez, los procesos de construcción social de la masculinidad y el papel de la familia, la religión, la cultura, etc., en la misma y miraron las ventajas y las desventajas del modelo dominante de ser hombre, el machismo, para los hombres mismos.

A partir de esta experiencia, y en respuesta a las exigencias de los participantes, CANTERA ha diseñado, como parte integral de su programa de metodología de la educación popular y perspectiva de género, un curso titulado: "Masculinidad y Educación Popular". Este curso consiste de tres talleres, de dos días de duración cada uno, y un encuentro de intercambio, de un día, entre hombres y mujeres, a lo largo del año 1995.

Con esta memoria se presentan los resultados de las reflexiones, discusiones y debates del primer taller del curso sobre "identidades masculinas".

Para los participantes ha sido una experiencia de intercambio no solamente de hechos concretos de la vida, sino también de análisis crítico de actitudes, valores y comportamientos como hombres. Ha significado tocar, además, sentimientos y emociones, sentirse a veces amenazados pero también desafiados. Desafiados porque, al entender mejor las fuerzas condicionantes que nos inculcan, desde muy niños, en la mayor parte de los hombres, conductas machistas y que les hacen discriminar, marginar y hasta castigar a las mujeres y a otros hombres que no se conformen al esquema machista, se viene descubriendo que no nos es imposible cambiar y avanzar, en búsqueda de relaciones y prácticas más justas y humanas.

Pero no basta el reconocer o descubrir las posibilidades de cambio, sino asumir el reto de la transformación. Hay que enfrentar el temor de avanzar de manera individual y colectivamente a la construcción de un paradigma de masculinidad más auténtico y humano. El proceso y las reflexiones desarrollados en este primer taller, se recogen en este texto que es el producto de un grupo de hombres interesados y motivados a cambiar.

En este sentido, esperamos que esta memoria sea útil, en primer lugar para fortalecer el compromiso adquirido por los participantes pero también como herramienta de reflexión y debate para hombres y mujeres interesados/as en la temática y comprometidos/as con la creación de nuevas relaciones entre sí.

1.2 EXPECTATIVAS DE LOS PARTICIPANTES

Las expectativas expresadas por los participantes, antes de iniciar el taller, se pueden agrupar de la siguiente manera:

Adquirir nuevos conocimientos sobre lo que significa ser hombre:

Conocer nuevos aspectos de la identidad masculina y del género masculino; conocer lo referido a género; reflexionar sobre la propia identidad, su formación y conocer un poco más de ambos géneros; profundizar y consolidar conocimientos sobre el tema; aprender de la identidad del hombre y tratar de entender mejor a las mujeres.

Tener intercambio de ideas y experiencias:

Conocer otros puntos de vista sobre nuestra identidad; continuar la reflexión desde nosotros mismos, sobre cómo hemos sido construidos. Aprender para poner en práctica nuevos conocimientos:

Aprender sobre identidades masculinas y trabajarlo en las comunidades, desde el punto de vista ambiental; adquirir conocimientos sobre el tema para intercambiarlos con mujeres con las que trabajamos; aprender de todos y ver qué podemos aplicar en nuestra vida familiar y laboral.

Descubrir cómo cambiarnos, transformarnos:

Que salgan propuestas para que las implementemos en la vida cotidiana; cambiar algunos aspectos negativos de la identidad masculina.

Al contrastar las expectativas con los objetivos del taller, se pudo ver bastante coincidencia. Sólo dos de las expectativas no fueron recogidas en los objetivos del taller:"que salgan propuestas para que las implementemos en la vida cotidiana" y "aprender de todos y ver que podemos aplicar en nuestra vida familiar y laboral". Se explicó, sin embargo, que la reflexión sobre estos puntos se contempla a lo largo de los 3 talleres que forman el curso y que en el tercer taller sobre "Desaprendiendo el machismo" se dará mayor y explícito tratamiento a éstos.

Antes de iniciar el primer tema se establecieron, entre todos algunas reglas mínimas para facilitar la realización del taller:

- Respetar las distintas opiniones - Incorporar el criterio de las personas en los plenarios de socialización; que su opinión en los grupos sea expresada en los plenarios. - Contribuir a desarrollar un ambiente de comunicación.

2. ELEMENTOS/CARACTERISTICAS FUNDAMENTALES DE LA MASCULINIDAD

2.1 IDENTIFICANDONOS COMO HOMBRES

Para poder identificar los elementos fundamentales de nuestra masculinidad cada participante recibimos dos hojas en blanco, una de color salmón, la otra verde. En la primera, de color salmón, tuvimos que escribir 4 o 5 palabras o frases que consideramos son parte de nuestra masculinidad y que aceptamos. Luego la encabezamos con el nombre de un animal que personifica estas características masculinas. A continuación, escribimos en la hoja verde elementos que vemos en otros hombres y que los rechazamos como integrantes de nuestra masculinidad. También encabezamos la lista con un animal símbolo. Al terminar esto caminamos por la sala con las dos hojas pegadas en nuestro pecho, leyendo y dejando leer las dos hojas. A continuación, presentamos una síntesis de los elementos con que nos identificamos y que de una forma u otra asumimos como parte de nuestra identidad masculina y los que hemos rechazado. (En el anexo 1 se encuentra una síntesis de los animales escogidos y rechazados y sus correspondientes características.)

Como se observa, no hay consenso completo e incluso hay muchas contradicciones, pero sí, hemos incorporado muchos de los elementos que la sociedad considera propios y adecuados para los hombres.

Los animales con los cuales nos identificamos:

León, tigre, caballo, mono, perro, cocodrilo, gato, oso, paloma, hormiga, gallo, conejo, lobo, águila, buho, venado, colibrí, abeja, ratón, leopardo, toro, halcón, lora, cadejo, pez, cascabel, pantera, cusuco, gorrión, coyote, cabro.

Asociamos con estos animales las siguientes palabras, frases e ideas las cuales consideramos como características/elementos de nuestra identidad como hombres:

Dominio, poder, mayor capacidad, coordinación, cazador, apetito sexual, imponencia, listo, real, legendario, buena figura física, respetado, fuerza física, decisión, agresión, agilidad, atento, precavido, peligroso, hábil, audaz, trabajador, resistencia, caminante, social, no celoso, competitivo, control, vigorosidad, brioso, cauteloso, veloz (agilidad salvaje), inteligencia, alegría, seguridad, energía, sinceridad, ansias de superación, "querer y estimar a su familia", defensivo, se cuida a sí mismo, fidelidad, impulsivo, de mal humor, "hace lo que quiere y lo que le gusta", versátil, tapudo, duro, tenaz, discreto, tosco, malcriado, ofensivo, solitario, manso, receloso, independiente, "capaz de ser violento cuando sea necesario", peludo, hermoso, tierno, "es blanco y limpio", volador, solidario, honesto, responsabilidad, lealtad, "no es haragán", mujeriego, orgulloso, comelón, de vista extraordinaria, observador, dócil, "canto agudo", fraterno, cuidadoso, pequeño, furia, bravo, grande.

Los animales con los que no nos identificamos:

Perro, zorro, serpiente/culebra, gallina, gallo, león, buey, paloma, caballo, conejo, insectos, zopilote, gato, cerdo, pájaro, burro, ratón, hormiga, mona, cabra, cucala o animal perezoso, guardatinaja o guilla, palomo, tigre, pajarillo, sapo, mariposa, cabro, perra, yegua, vaca, rana.

Asociamos con estos animales las siguientes palabras, frases e ideas las cuales consideramos que no son características/elementos de nuestra identidad como hombres:

Irresponsabilidad con el núcleo familiar, agresión a los demás, vagabundo, sin orgullo, repugnancia, arrastrado, malo, feo, ofensivo, antipático, peligroso, mortal, "no grato a la presencia", malévolo, egoísta, traicionero, maldito, "todo el mundo se la come", frágil, idiota, sensible, "deja pasar todo", "pelea territorio", egocéntrico (todo alrededor de él), torpe (solamente demuestra fuerza), no tiene capacidad de negociación (gana o pierde), dictador, fuerte, violento, "símbolo de que no tienen ternura", "es sólo para cargar", pasivo, sin poder ejercitar su sexualidad, manso, cazado, maltratado, abusado, delicado, suave, fino, "enamorado de su pareja", sencillo, calmo, mimado, arisco, agresivo, promiscuo, "sólo come legumbres" (vegetariano/no carnívoro), chico, morbosidad, grande, pesado, prejuicioso, necio, vago, antihigiénico, "come mierda", ágil, lento, dormilón, haragán, improductivo, inútil, incomprensivo, no inteligente, incapaz, machista, "no piensa ni analiza", "le hace el amor a la burra", dañino, "mucho cargar", sufrido, débil, chillón, despiadado, cruel, sin sentimientos hacia los demás, impotente, inofensivo, "perseguido por todo el mundo por su deliciosa carne", hablador, jodedor, metido, tapudo.

2.2 MASCULINIDAD: FUERZA, INTELIGENCIA Y LIBERTAD

La mayor parte de los elementos que asociamos con nuestra identidad masculina tienen que ver con:

La fuerza física que nos permite dominar, controlar y tener poder sobre otras personas, especialmente las mujeres y la niñez. Nos consideramos fuertes, resistentes, ofensivos, duros, tenaces y hasta violentos cuando sea necesario.

La inteligencia racional que nos ayuda a ser decisivos, competitivos, trabajadores, agresivos, listos, etc. Partiendo de esta creencia y autoimagen, consideramos como natural que nosotros como hombres tengamos mayor responsabilidad y capacidad de encargarnos de trabajos relacionados con las ciencias, la cultura y la política.

La libertad que reservamos como derecho propio del hombre. Libertad sexual, social y de movimiento; libertad de estar solo cuando queremos estar solo, de negar las responsabilidades familiares y sociales; lo que nos conduce a ser egocéntricos e individualistas. Libertad de volar, a toda velocidad.

2.3 LO QUE ALGUNOS ASUMIMOS, OTROS LO RECHAZAMOS

Algunos de nosotros escogimos ciertos animales para representar los elementos considerados como parte de nuestra masculinidad, mientras otros seleccionamos los mismos como símbolos de lo que rechazamos. Para algunos, el león (el animal más escogido) representa fuerza, poder, dominio, control, belleza física, mientras otros lo rechazaron por considerarlo idiota, violento y carente de ternura. De igual manera algunos miraron al tigre como símbolo de fuerza, velocidad, agresión, mientras otros lo rechazaron porque se come a las personas.

Hubo varias referencias a los animales que cazan, atacan o matan a otros animales y/o a las personas. Parece, sin embargo, que a éstos los rechazamos no tanto por sus tendencias violentas sino más bien por la posibilidad de que nos dominen a nosotros. Como símbolos de poder y dominio los sentimos como una amenaza. En cualquier momento nos quitan el poder que tenemos y nos matan.

2.4 RECHAZAMOS LOS ELEMENTOS CONSIDERADOS FEMENINOS

Otro fenómeno interesante es que en la primera lista de animales, en los que nos representan, no hubo mención de ninguna hembra. Todos los animales son los machos de su especie. A la par de esto en la segunda lista, mencionamos varias hembras: la mona, la cabra, la perra, la yegua, la vaca. En la mona, por ejemplo, rechazamos elementos como la delicadeza y la debilidad. Además de esto, en otros animales machos, tales como el conejo, rechazamos elementos que asociamos con la femineidad: al conejo le dijimos que es "frágil, delicado, suave, fino, enamorado de su pareja, sencillo y calmo", la antítesis de lo que nosotros consideramos que es ser masculino.

2.5 SINTESIS PARCIAL DEL TEMA: IDENTIDADES MASCULINAS COMO IDEOLOGIA DE DOMINIO Y CONTROL.

Si bien es cierto que pudimos identificar una serie de elementos que reconocemos como características masculinas y que aceptamos como parte de nuestra masculinidad, no llegamos, a través de la dinámica, a un consenso de lo que podría ser el arquetipo masculino en nuestra sociedad. Todo lo contrario. El ejercicio nos ha enseñado que a pesar de ser todos nicaragüenses, criados dentro de la misma sociedad, no todos percibimos nuestra identidad masculina de la misma manera.

Puede ser que para un hombre sea "normal" tener dos o más mujeres. Las normas de la sociedad le permiten esta práctica y él la asume como parte de su propia identidad. Para otro hombre, sin embargo, podría resultar no aceptable serle infiel a su esposa, digamos, a raíz de sus creencias religiosas. El asume este comportamiento como elemento integral de su propia identidad masculina. Aunque podría ser sujeto a las burlas de otros hombres, no es en sí un comportamiento que la sociedad castiga. Miramos, entonces, que existen dos modelos: el "legal" que castiga la bigamia y el cultural que en la vida cotidiana la promueve.

Rechazamos algunos elementos y asumimos otros, dependiendo del entorno familiar, social, político, económico, etc. La sociedad intenta asignarnos una identidad masculina; un "paquete" de patrones, expectativas, valores, actitudes y comportamientos considerados aptos y necesarios para el hombre. Sin embargo, si bien es cierto que no asumimos el paquete entero, las diferencias que encontramos son más de forma que de sustancia. Nuestros comportamientos pueden variar de hombre a hombre y de acuerdo con las circunstancias pero siempre dentro del marco de lo que es socialmente aceptable.

La sociedad nos impone un modelo de cómo debe ser el hombre, de la masculinidad, y dentro de este marco cada uno desarrolla su propia identidad masculina. Sin embargo, en realidad, nuestras posibilidades de desviarnos mucho del esquema son bastante limitadas. El "paquete" de la masculinidad está permeado por muchos mitos que recogen temores y prejuicios no racionales e incluso inhumanos. Es, de hecho, una ideología que se ha construido durante muchos siglos. No se le receta exactamente al hombre cómo tiene que ser pero dentro del esquema ideológico hay ciertas ideas claves que son irrenunciables: su superioridad, su derecho y deber de superar y dominar la naturaleza, de ejercer y mantener su poder y control especialmente sobre las mujeres.

Las diferentes expresiones de masculinidad en la vida cotidiana (y nadie representa al 100% el modelo) son permisibles y aceptables siempre y cuando no representen una amenaza a la hegemonía del poder, dominio y control masculino.

3. MASCULINIDAD - DESDE NUESTRAS EXPERIENCIAS DE VIDA, ANALIZAMOS, CRITICAMOS Y DEBATIMOS NUESTRASIDENTIDADES MASCULINAS

Con el objetivo de analizar por qué la sociedad permite estas expresiones diferentes de masculinidad y hasta qué nivel y por qué nosotros aceptamos algunos y rechazamos otros elementos de la masculinidad, formamos 4 grupos, por afinidad de animales. Tomamos en cuenta experiencias propias de presión familiar y social para aceptar o rechazar ciertos elementos, considerando también los aspectos positivos y negativos implicados. Descubrimos que a pesar de la existencia de un modelo estereotipado de cómo debe ser el hombre, entre nosotros hay muchas ideas y opiniones distintas y contradictorias acerca de lo que nosotros aceptamos y rechazamos en relación a los elementos de la masculinidad y al comportamiento del hombre. A continuación presentamos una síntesis de los debates realizados en los grupos y en la sesión plenaria, alrededor de los elementos de la identidad masculina.

3.1 LA FUERZA FISICA

Algo generalmente aceptado por la sociedad, tanto por los hombres como por las mujeres, es que el hombre es por naturaleza más fuerte que la mujer y que esta fuerza natural justifica su papel de dominante, poderoso en la sociedad. Si bien es cierto que hay diferencias biológicas entre hombres y mujeres y que, en general el hombre "tiene una contextura más robusta que la mujer", hubo dudas de que el hombre en sí sea más fuerte que la mujer. Algunos nos inclinamos a la creencia más tradicional de que "por naturaleza somos los fuertes, los poderosos", pero reconocemos casi todos que "aunque esto lo aceptemos, no debemos usar esta fuerza en el hogar como violencia contra la mujer". Por otro lado, había otro planteamiento que sugería que la mujer también es capaz de desarrollar fuerza física y de que esta situación se da de hecho en nuestra sociedad: "Nosotros nos encontramos en cualquier calle de Managua a una mujer que probablemente lleve 250 o 300 libras en un canasto en la cabeza. Ninguno de los que estamos aquí probablemente tengamos la suficiente capacidad de hacerlo, por muy hombres que seamos. La supuesta fuerza física es una característica de hombre que nos han vendido."

3.2 NORMAS DE VESTIR Y APARIENCIA FISICA

La fuerza, como elemento de la masculinidad, va muy ligada a la apariencia (imagen) física que debemos tener como hombres. Para nosotros las expectativas de vestir son más rígidas que para las mujeres: "Las normas de vestir son más flexibles para las mujeres. Hoy, sin embargo, somos menos esquemáticos. Pero es una cuestión de moda". Lo que se permite hoy no fue aceptado ayer.

Parece una contradicción en una sociedad donde los hombres generalmente no son muy velludos que un símbolo fuerte de la masculinidad sea el bigote y la barba. Sin embargo, casi todos estábamos de acuerdo que éstos van muy ligados a nuestra masculinidad. Se ofreció esta explicación para este fenómeno: "No todos los jóvenes llegan a tener barba y bigote. Habrá que analizar más a fondo la influencia de la televisión, la propaganda en general. Muchas de las imágenes de masculinidad que hemos asumido provienen de otras culturas", empezando tal vez con los conquistadores españoles. Hubo acuerdo en que "es desconcertante ver a una mujer con bigote" pero no llegamos a definir, ni ponernos de acuerdo si "tener bigote y barba y fuerza física es igual a ser hombre o ser masculino".

3.3 LIBERTAD SEXUAL Y SOCIAL

En relación a la libertad sexual y social miramos muchas contradicciones y comportamientos distintos para mujeres y hombres. Es socialmente aceptable que mientras nosotros "podemos ser infieles a ellas, ellas no pueden ser infieles a nosotros". Incluso, esta infidelidad en el hombre la sociedad la acepta como algo normal y hasta juzga la masculinidad del hombre por la cantidad de mujeres que tiene: "Es común que la abuela, o la mujer mayor de la casa, acepte que el joven puede llegar en la madrugada pero la joven no. Porque él es hombre y ella es mujer, nada más. Esta es la explicación; es una norma, una conducta en la familia. Es normal que el muchacho tenga más de una novia y está visto hasta con buenos ojos. Pero si la muchacha tiene muchos novios, esta muchacha es loca, es esto, es lo otro... no sé cuantas cosas más..."

Para muchos padres, es una fuente de orgullo cuando sus hijos varones empiezan a andar con diferentes mujeres a la vez: "Normalmente los padres se sienten orgullosos cuando sus hijos tienen dos, tres o cuatro novias y se sienten muy tranquilos cuando el hijo sale y anda arrasando con todas las mujeres del barrio. Estos son patrones culturales que se transmiten en la familia. Y aplaudimos cuando el hombre lo hace pero restringimos esto en las niñas mujeres. En mi caso personal así pasa y estoy casi seguro que así pasa en casi todos los hogares. Entonces, en este aspecto, la mujer está más condicionada soportar a que el hombre le sea infiel y, sin embargo, nosotros los hombres estamos más débiles los porque no aceptamos que la mujer nos sea infiel. Para poderlo eliminar, habrá que abordarlo desde allí (la familia)".

La libertad (o libertinaje) sexual va muy relacionado con el bacanal: "Nosotros bacanaleamos con otras mujeres, no con las nuestras propias, sino con la del vecino". Lógicamente, entonces, se supone que el vecino acepta poder bacanalear con nuestras mujeres, algo que no nos gusta en nada contemplar.

La libertad sexual que nos autorrecetamos y que a la vez negamos a las mujeres es una forma de poder y control, una expresión de la doble moral del machismo: "La infidelidad del hombre se da por el mismo machismo por el que la mujer ha sido sometida y entonces eso hace que acepte la infidelidad del hombre, agregándole otras razones de orden económico, social, cultural. Ahí radica la situación que existe entre hombre y mujer. Pero nosotros no aceptamos que la mujer nos traicione". Cuando somos infieles nosotros se acepta como normal pero cuando las mujeres nos son infieles a nosotros, se considera traición.

3.4 HOMOSEXUALIDAD

También en relación al sexo y a la sexualidad hubo algunos comentarios sobre la homosexualidad y, otra vez, miramos que aunque en general la sociedad condena y margina a las personas homosexuales, entre nosotros hubo diferentes opiniones. Algunos decíamos que "es algo natural que no lo podemos obviar", mientras otros pensábamos distinto: "Es antinatural". Sin embargo, a nivel racional, teórico, aceptamos la existencia de la homosexualidad "Existe el homosexualismo entre hombres y también entre mujeres. Se acepta que hayan personas (hombres) con esa opción y que por la presión social, algunos se reprimen" y consideramos que "un homosexual tiene los mismos derechos que un heterosexual. Todos somos seres humanos y tenemos los mismos derechos". Entre hombres no es muy común que nos demostremos mucho cariño ni ternura, por el miedo de que nos acusen de ser homosexual: "La sociedad condena demostraciones de ternura entre hombres (abrazos, besos) pero no es así en otras sociedades. Incluso hay lugares donde los hombres se saludan con besos, hasta en la boca". Tenemos mucho miedo de que piense la gente que somos homosexuales.

3.5 VIOLENCIA

Discutimos mucho sobre la violencia y en cada punto debatido hubo muchas opiniones y diferencias. Identificamos diferentes tipos de violencia e incluso no rechazamos completamente la violencia. Basándonos en nuestras propias experiencias dijimos que: "Quizás en algunos momentos la violencia ha sido necesaria para lograr la supervivencia: la guerra y otras cosas más. Eso era violencia. A través de la violencia, fue que pudiste sobrevivir". La guerra es una expresión de violencia que afecta a toda la sociedad pero que demanda especialmente a los hombres que ejerzan violencia en contra de otros seres humanos. En tiempos de guerra es difícil apartarse de la violencia: "Yo participé en el servicio militar. En esta época me fui, felizmente, con los ojos vendados, pues. Muchos compañeros rechazaron la violencia en este momento. Habría que ver. Ellos huyeron pero tomaron actitudes también violentas. O se fueron con la resistencia, o cruzaron el país violentamente, cruzaron la frontera donde también los podía levantar una mina". La guerra, sin embargo, no la decidimos nosotros y estamos muy claros que "Habrá que ver como está estructurado el "sistema"; qué es lo que ha provocado que las demás personas asumamos esta violencia. El "sistema" empuja a tomar una decisión violenta". La guerra es en sí una forma de violencia institucionalizada y va muy ligada al poder, dominio y control a nivel nacional e internacional.

Pero hay otros tipos de violencia:

"Cuando hablamos de la violencia lo primero que pensamos es en la guerra. Pero está la violencia cotidiana, la violencia que de una u otra manera hemos ejercido contra nuestras hermanas, contra nuestras mujeres, con licor o sin licor. La violencia que ejercemos contra otros hombres es violencia también". En los grupos de trabajo hubo poco consenso acerca de si la violencia contra la mujer en la casa es justificable o no. Aunque se dijo, medio en broma, la frase "Antes las mujeres no conseguían trabajo y se dejaban maltratar; ahora que las mujeres trabajan hay que maltratarlas menos" es una actitud bastante prevalente en nuestra sociedad. Muchos hombres e incluso mujeres creen que es legítimo pegar a la mujer, "mientras no se le pase la mano al hombre". Aparentemente, hay contradicciones entre nuestro discurso y práctica: "Rechazamos la violencia pero la ejercemos. Asumimos algunos elementos del paquete y rechazamos otros pero a distintos niveles. No la rechazamos totalmente". La violencia no se limita, sin embargo, a manifestaciones de abuso físico en contra de otras personas, especialmente la mujer: "La violencia no solamente es cuando el hombre agarra a la mujer y la golpea, le pega su "vergazo", sino que yo creo que también es cuando nosotros decimos: sos una inútil, sos una floja... Esta forma es también parte de la violencia y más dura". Aunque inconscientemente, la mayor parte de nosotros ejercemos una especie de violencia psicológica cuando ejercemos nuestro poder con abusos verbales o cuando intentamos manipular a otras personas.

3.6 LA INTELIGENCIA, LA DIVISION SEXUAL DEL TRABAJO Y LAS RELACIONES DE PODER

Hubo bastante debate acerca de la inteligencia y mientras que la mayor parte de nosotros reconocemos que la inteligencia no depende del sexo, algunos creemos que la inteligencia es exclusivamente para el hombre y que la mujer no tiene capacidad de poder pensar, de ser inteligente; mientras, otros refutamos esa idea. En esto diferimos: "Personalmente pienso que la mujer tiene capacidad de pensar, es inteligente independientemente de su nivel cultural. Debemos darle espacio nosotros a la mujer para lograr cierto poder, cierto espacio".

Sin embargo, la creencia generalizada a lo largo de la historia de que el hombre es más fuerte y más inteligente que la mujer, y justificada por "la naturaleza", ha conducido a papeles muy diferenciados para hombres y mujeres en la sociedad. En general la mujer se queda en la casa donde se encarga de las tareas "reproductivas": el cuido de la casa, de los/las hijos/as y del hombre. Mientras, el hombre se encarga de ser el "proveedor"; se encarga de las tareas "productivas", de garantizar a través de su trabajo asalariado o no, comida e ingresos para la economía familiar. En los últimos años en Nicaragua se han visto varios cambios en este esquema, provocados por acontecimientos sociopolíticos (por ejemplo, la revolución) y que han presionado para que las mujeres se encargaran de actividades fuera de la casa, no tradicionalmente asociadas con ellas. También algunos de nosotros, por falta de trabajo asalariado hemos pasado más tiempo en la casa, donde de una forma u otra hemos tenido que participar con tareas domésticas. Esto no es fácil para muchos hombres porque "existe temor de que nos critiquen, que nos digan maricón si hacemos tareas domésticas, porque éstas son cosas de mujeres". En realidad, nuestra participación en las tareas de la casa es muy limitada y condicionada por temores nuestros de que otros hombres (y mujeres) nos critiquen. Podemos realizar ciertas tareas pero otras no: "Hay contradicción entre la práctica y la teoría. Decimos que participamos pero en realidad sólo en algunas pocas tareas como lavar o barrer. No es completa".

Reconocemos que las mujeres son capaces de realizar trabajos fuera de la casa, en la "esfera pública": "Hay mujeres que tienen facultad para ser líderes pero, si miramos, casi todos los cargos públicos están ocupados por hombres". Pero a la vez, expresamos nuestro desconcierto cuando una mujer llega a ser exitosa en el campo del trabajo asalariado: "Si uno en su trabajo tiene a una mujer como jefa se siente un poco molesto". La mujer trabajadora, profesional, capacitada, preparada nos amenaza y nos provoca mucha inseguridad y tendencia a ponernos a la defensiva.

"La actual crisis genera que muchas mujeres trabajen y muchos hombres no; y así se presenta una contradicción. Generalmente se ha creído que el hombre lleva el dinero a la casa. La cuestión económica es una cuestión de poder y como generalmente el hombre se ha jactado que él tiene que llevar la plata a la casa, entonces al hombre es al que más le duele en su macho interiormente no poder cumplir con su rol. Cuando no pone nada, hay un macho herido allí". Otros piensan que no, "que la mujer debe ayudarle." Algunos, sin embargo, se sienten muy tranquilos de que la mujer los mantenga; otros se sienten "muy molestos, inconformes e incómodos porque son los que tienen que mantener el hogar".

Esta situación también tiene sus repercusiones en el seno de la familia: "En cuanto a si ella trabaja o no, esto va en dependencia de las oportunidades que nos ha impuesto el sistema. Muchos varones son obreros y encontrar trabajo de obrero ahora es muy difícil. Sin embargo, una mujer puede ir vendiendo frutas en el mercado. Las cualidades con las que tienen ellas no las tenemos. Además es difícil que un macho vaya a agarrar un canasto y vender cajeta. Las mujeres han desarrollado habilidades que nosotros no contamos y las habilidades nuestras a como está la situación del país no nos sirven para sobrevivir y en muchas situaciones hemos estado en dependencia de la mujer para producir los pocos centavos".

Cuando la mujer llega a ser la mayor proveedora muchos hombres nos sentimos muy debilitados, como que se nos está reduciendo nuestra masculinidad. Para muchos, "no es aceptable que la mujer sea la mayor proveedora en el hogar aunque por estar ella mejor preparada o tener una mayor capacitación, gane más". Quizás la cuestión es que ella gane más que nosotros. No nos gusta que una mujer nos mantenga. Comentamos de la siguiente manera: "La mujer (o el hombre) mediante el trabajo adquiere poder en todos los ámbitos; provoca competencia dentro de la familia si la mujer gana más"; "El que ponga el cheque más alto manda. Si es la mujer, habrá un macho herido".

3.7 RIVALIDAD: ¿MACHISMO VERSUS FEMINISMO? ¿Será entonces que existe mucha competencia, rivalidad entre hombres y mujeres, o como se ha dicho en algún momento, "una guerra o una batalla entre los sexos"? Hablamos también de esta situación: "Cuando hablamos de rivalidades, es porque creemos que hay cierto riesgo de que los vientos que suenan allí del feminismo quieren dominar. Machismo versus feminismo. Sería correcto no solamente lograr que el género masculino trate de ir modificando su conducta hacia el género femenino y vaya adecuando esto, convirtiéndose poco a poco en un "hombre moderno" sino que también se lograra que estas corrientes feministas moderaran un poco su actitud hacia el género masculino, tratar de no vernos como rivales, como enemigos, sino como personas que también nos preocupamos en la vida cotidiana por conseguir factores de cambio".

Sin embargo, esta posición, que busca espacios compartidos entre hombres y mujeres, parte de la suposición de que existen relaciones horizontales para poder llegar a encontrarnos como iguales. Pero, como comentó un compañero: "No es cierto que exista la igualdad; nunca ha existido, jamás en la historia. Los filósofos, tal vez, han querido que existiera entre hombres y mujeres pero es relativo. La integración, las oportunidades dependen de las actividades que tengan las personas en la vida política, social, intelectual, cultural". Y como hemos visto anteriormente, históricamente las mujeres, siendo relegadas a actividades "reproductivas", no han tenido acceso a "la vida política, social, intelectual y cultural". Ha sido y sigue siendo, mayoritariamente, el dominio de los hombres. Si el feminismo, o algunas tendencias del feminismo nos miran como sus enemigos es porque han venido buscando sus propias estrategias para lograr la igualdad entre hombres y mujeres, pero partiendo de una realidad de muchas desventajas, de opresión y de ser dominadas y marginadas.

Hablar de "machismo versus feminismo", sin embargo, interpretándolos como rivales nos puede confundir. El machismo es una ideología establecida que institucionaliza valores, actitudes y comportamientos que traen efectos sumamente negativos para las mujeres, pero también para los hombres. El feminismo, también, es una ideología (aunque hay variedades de "líneas" de pensamiento feminista) que, mientras quiere eliminar el machismo, no necesariamente piensa eliminar a los hombres. Incluso hay mujeres que no son feministas pero quienes están en contra del machismo y sus efectos. También hay hombres quienes se autodefinen como feministas porque se asocian y se comprometen con la lucha para la igualdad entre los géneros.

3.8 LA IGUALDAD ENTRE LOS SEXOS

Hubo consenso, no obstante, de que debe existir la igualdad entre hombres y mujeres, pero sin ignorar las diferencias que existen y que no se pueden negar: "Igualdad en cuanto a derechos, oportunidades y otras circunstancias. Sin embargo, por la naturaleza, hombres y mujeres somos diferentes, tenemos necesidades diferentes. Somos iguales en algunos aspectos pero diferentes en otros". Hay que respetar la igualdad y también las diferencias.

3.9 "SUPERIORIDAD" MASCULINA Y RELACIONES DE PODER

La cuestión del poder está, tal vez, en el centro de todas las relaciones entre los hombres y las mujeres. La creencia de que el hombre es más fuerte, que es más inteligente, que es superior a la mujer ha garantizado para nosotros poder político, económico, social; poder en todo el ámbito público y en la casa sobre las mujeres y la niñez. Aunque en teoría nosotros declaramos que no aceptamos la superioridad masculina ("No creemos ser superiores a las mujeres Somos diferentes, podemos tener mayor fuerza física en algunos casos. A pesar de las diferencias no somos superiores"), hemos sido criados y vivimos en una sociedad donde esta creencia permea todas las relaciones que existen entre hombres y mujeres. Hemos internalizado esta creencia y si bien es cierto que rechazamos racionalmente la superioridad masculina y que aceptamos que todos y todas debemos ser iguales, en la práctica, en la vida cotidiana seguimos manifestando comportamientos producto de esta creencia. La superioridad masculina está institucionalizada y la hemos internalizado, tanto hombres como mujeres, aceptándola como una verdad indiscutible, natural.

Para muchos hombres el modelo de cómo ser hombre, con su énfasis en la superioridad, es la forma más conveniente de mantener el poder que tenemos: "Nosotros los hombres tenemos temor de perder nuestra hegemonía. Algunos estamos de acuerdo que la mujer tiene sus cuotas de poder en el ámbito familiar y en la sociedad, otros dicen que no. No hay consenso. Los hombres no quieren compartir el poder con las mujeres; algunos sí, otros no". Cuando la mujer exige igualdad, obviamente exige sus cuotas de poder también.

3.10 IGUALDAD Y PODER: BRECHA ENTRE TEORIA Y PRACTICA

Prácticamente en todos los grupos hablamos de que aceptamos la igualdad pero también en todos los grupos reconocemos que en las cosas en las que se debe concretar, no miramos manifestada esta misma igualdad. Aceptamos la igualdad de las personas, hombres y mujeres, rechazamos por lo general la doctrina de la superioridad física e intelectual del hombre, pero no aceptamos la independencia, las relaciones sociales de nuestra compañera, de nuestra esposa. Tampoco nos gusta que ella gane más que nosotros o que ella trabaje y yo no. "Pensando en una situación así donde la mujer llega con un aporte mayor que el que uno lleva vimos las cosas y analizamos que no era muy aceptable".

Sin embargo, valoramos como un avance el hecho de aceptar, a nivel teórico, racional, la igualdad, pero en la práctica le decimos a la mujer: "vos te vas en bicicleta y yo me voy en carro". Inventamos estrategias para mantener nuestros privilegios, nuestro dominio y poder.

Tradicionalmente las relaciones entre hombres y mujeres y la falta de igualdad no nos producían tanta crisis porque el sistema nos apoyaba. Construido por hombres a raíz de las necesidades de los hombres en primer lugar y dominado por hombres, el mismo sistema justificaba y defendía nuestra "superioridad" y nuestro derecho de explotar y oprimir a la mujer. En aquellos tiempos, la mujer no tenía empleo y se dedicaba a las tareas de la casa y de la crianza de los/las hijos/as. Ahora en los últimos años se está dando una situación en que la realidad te cuestiona toda esa situación, la superioridad del hombre, etc. La realidad es que muchas mujeres ya no se confinan a la casa, miles salen de la casa a trabajar. Los malos inviernos hacen que muchas mujeres campesinas salgan a buscar trabajo y tienen más posibilidad de encontrar trabajo doméstico y el hombre se tiene que quedar en la casa. De igual forma, en la ciudad hay poco trabajo para los hombres (o que nosotros como hombres estemos dispuestos a aceptar como digno de nosotros) pero muchas mujeres sí usan su creatividad para trabajar. Sin embargo, seguimos pensando que el hombre tiene que ser el proveedor, el que gane el cheque más alto, el que mande... cuando la práctica nos demuestra claramente lo contrario. Pero, habrá que analizar, también el efecto de estos cambios sobre las mujeres, y específicamente sobre la carga de trabajo que ellas tienen. Muchas ya tienen lo que se llama una "triple jornada de trabajo" - trabajo en la casa que poco lo valoramos, el trabajo asalariado y también el trabajo comunitario, voluntario.

Si bien es cierto que tenemos avances teóricos acerca del machismo, la violencia, la división sexual del trabajo, la sexualidad y el comportamiento sexual, etc., nos hace falta mucho todavía en la vida cotidiana y en nuestros lugares de trabajo. Tenemos que ir buscando en la práctica cómo profundizar y realizar estos avances teóricos.

3.11 SINTESIS: AL RECONOCER LAS DIFERENCIAS Y CONTRADICCIONES PODEMOS SER MAS ANALITICOS Y CRITICOS

Mucho hemos hablado de que existe un "modelo" de ser hombre, un "paquete" que la sociedad nos impone de cómo tenemos que ser y cómo tenemos que pensar, etc., pero también existen muchas contradicciones dentro del paquete y diversas formas de asumirlo, o elementos de él en la vida cotidiana. "Existe un paquete que nos da la sociedad. Pero no todo el mundo tiene ni el 50% de las características de hombre ni el 50% de mujer. Se ha vendido la idea que el hombre, por la naturaleza humana propia, natural (valga la redundancia) tiene fuerza, y se ha vendido que la mujer es débil. Pero no es tan así..."

Hay muchas cosas, muchos elementos del paquete que estamos cuestionando. De hecho, "diferíamos más que en los aspectos donde nos poníamos de acuerdo". Estas diferencias nos dan la posibilidad de analizar y profundizar más lo que significa ser hombre en nuestra sociedad y de ir buscando formas nuevas, no machistas de vivir nuestra masculinidad. "Yo veo más la riqueza del ejercicio donde diferimos. Todos los que estamos aquí posiblemente tenemos la voluntad de aspirar a ser un poco diferentes. Pero en nuestra vida cotidiana pienso que esas diferencias reflejan las contradicciones en las cuales estamos metidos nosotros. Por ejemplo les voy a citar una muy concreta. Cuando uno siente una gran contradicción, cuando quiere tratar de trasladar algunas de sus convicciones de uno al hijo hombre - porque a veces el chavalo oye una cantidad de cosas fuera que son diferentes a las que le estamos diciendo nosotros -, de repente uno no sabe si está creando un "desadaptado" o qué es lo que tiene que hacer si realmente estamos tratando de asumir una posición diferente".

Como hombres, nuestro análisis se basa más en la racionalidad que en lo que sentimos, en lo que vivimos, en lo que sufrimos. Pero nos damos cuenta que no es suficiente dejar el análisis allí: "Nos deben salir más cosas sobre lo que nosotros sufrimos, sentimos y no tanto racionalizamos porque todos estamos de acuerdo, pero hay posiciones nuestras que siguen siendo muy discutibles en nuestra práctica cotidiana. Lo más efectivo del asunto es llegar a esos puntos duros en los que descubrimos un divorcio entre lo que nosotros decimos en relación a lo que hacemos, sin necesidad de sentir que nos vamos a confesar delante del Padre".

4. MASCULINIDAD: INVESTIGAMOS NUESTROS TEMORES, PREJUICIOS,VERGÜENZAS, PENAS Y MITOS

Para entrar a estos "puntos más duros" e ir descubriendo y profundizando más nuestros temores, prejuicios y los mitos asociados con la masculinidad, trabajamos en los mismos grupos la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que más te avergonzaría? Cada participante escribió en una tarjeta (o dos) qué es lo que más le avergonzaría. Después se depositaron todas las tarjetas en una caja de cartón y cada grupo se llevó una cuarta parte para discutir por qué sería vergonzoso. A continuación presentamos una síntesis del trabajo realizado en los grupos y posteriormente profundizado en las discusiones en plenario.

4.1 EL TEMOR DE SER VIOLADO

Para muchos de nosotros ser violado sería la peor vergüenza que nos podría suceder. Se habla mucho de la violación de mujeres y niñas por hombres: "Hay tantas violaciones que hoy en día existen en la mujer que hasta cierto grado nosotros ya estamos acostumbrados, "ve aquí se violó a fulana, y por allá a una niña". Pero es raro saber que un hombre fue violado. Sin embargo, "si nos pasara nos va a afectar demasiado psicológicamente". Además de vergüenza, sentiremos la pérdida de autoestima y pasaremos a formar parte de una minoría (marginado). Lo interpretaremos como la pérdida de la masculinidad y por los efectos destructivos de las críticas y la publicidad nos sentiremos como objeto de lástima y burla de otras personas. Otro efecto psicológico sería quedar con un sentimiento de culpa.

4.2 LA VERGÜENZA DE SER VIOLADOR

Ser violador, o más bien, que se sepa públicamente que uno es violador, sería otra fuente de vergüenza para nosotros. Sin embargo, diferenciamos entre dos posibles tipos de violación. Existe, en primer lugar, "aquel tipo de una manera directa, sádica, el que hace violaciones violentamente, con fuerza contra una niña o una mujer". Es el tipo de violación que leemos todos los días en los periódicos. Pero reconocemos que también existe otro tipo de violación, cuando un hombre, por más honrado y respetuoso que sea, llegue "en el hogar a forzar a la mujer a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad. Esto es violación también". 

4.3 LA PENA ASOCIADA CON LA INFIDELIDAD; CON EL NO SATISFACER A LA MUJER Y CON LA IMPOTENCIA

Como miramos anteriormente cuando hablamos de la infidelidad manejamos una doble moral. Aceptamos como normal que nosotros como hombres podemos ser infieles a nuestras mujeres pero que ellas nos sean infieles a nosotros "son otros cien pesos". Muchos relacionamos la infidelidad de la mujer con la incapacidad del hombre de satisfacerla sexualmente: "Puede ser que en una pareja el tipo sea impotente; entonces, para que su mujer no le deje permanentemente, le da "saliditas"; que se divierta porque sabe que en la noche va a estar un rato a la par de él". Algunos aceptamos esta posibilidad pero otros fuimos categóricos en rechazarla: "Aceptar que mi mujer me sea infiel es algo vergonzoso y no va conmigo". Frente a esta situación hubo una posición bastante clara: "Eso no sería vergüenza, sino sinvergüenza".

Basados en nuestras propias experiencias hablamos de circunstancias duras en que el hombre "tiene que aceptar" la infidelidad de la mujer: "Existen casos en que el hombre tiene que aceptar que la mujer tenga relaciones con otro hombre con tal de traer "los realitos a casa" y el hombre sabe, pero lo acepta". Puede ser que lo acepte por la crisis económica, social, pero tampoco le gusta que los demás se den cuenta: "Hay gente que sabe que la mujer lo mantiene a través del trabajo sexual pero el tipo no lo dice. Tiene vergüenza que se den cuenta que esta realidad pasa. No lo creo tan sinvergüenza. Creo que se lo calla o se hace el baboso y si pasa en frente de uno hace como que no le da pena pero creo que sí le da pena porque su situación de macho está siendo golpeada". Siente vergüenza porque se ve obligado por la crisis económica a aceptar esta situación.

Los sentimientos de vergüenza y pena, el orgullo y el egoísmo del hombre, poco permiten que piense en la situación de la mujer: "No se avergonzaría de perder a su mujer por lo que le pueden hacer a ella sino porque se siente herido en el amor propio. Su masculinidad se pone en duda".

Pero la vergüenza que uno siente también va relacionada con el estatus social: "Tal vez sienta más vergüenza y se sienta frustrado si se la pega con un hombre con menos condiciones físicas, económicas e intelectuales. Si se la pega con alguien de dinero y mejor aspecto quizás lo acepte".

Otro intento de explicar la infidelidad de la mujer se basaba en la sexualidad misma del hombre: "Eso sucede cuando el "brother" es homosexual y para enmascarar su fachada de macho permite que la mujer ande por otro lado. Pero realmente como hombre es inaceptable eso".

Aunque mucho nos concentramos en las relaciones sexuales reconocemos también, por lo menos a nivel teórico, que el sexo no es lo único que vale en una relación de pareja: "La forma de satisfacer a su pareja no es solamente en la cama, sino en todos los aspectos emocionales, en todas las cosas".

Que nuestra mujer nos sea infiel es algo imperdonable, tal como aparece en la canción "El Santo Cachón".

 

 

4.4 LA VIOLENCIA DOMESTICA

A nadie le gusta admitir que usa violencia en contra de su esposa o compañera y aunque lo hagamos de vez en cuando y sentimos vergüenza, la vergüenza se siente con mucha más intensidad si llega a ser de conocimiento público. En nuestra sociedad hay distintas creencias acerca de si es permisible o no golpear a la mujer y muchas personas, incluso mujeres, lo consideran como "normal" siempre y cuando no sea exagerado. Hubo comentarios en los grupos de que "golpear a una mujer es algo vergonzoso sólo si fuera por puro gusto", implicando que existen razones legítimas para pegar a la mujer. Pero también hay circunstancias cuando el hombre no tiene este "derecho": "Si la agarrás de "segunda mano" no tenés derecho a pegarle porque no sos vos su pareja oficial. Pero si ella es de "primera mano" y te la pega, sí se justifica golpearle". Son actitudes muy profundamente grabadas en nuestra mentalidad y demuestran que para muchos hombres su mujer o compañera es parte de su propiedad. El se considera dueño de ella, como si fuera cualquier objeto. Lo importante, sin embargo, es reconocer esta realidad y reflexionar sobre las implicaciones que tiene para las mujeres y para nosotros mismos. Es el primer paso en el camino para transformarnos. Para muchos de nosotros usar violencia física en contra de una mujer es "incorrecto, fuera de orden golpear a una mujer que refleja la imagen de su madre, su hermana, etc.".

Se habló también de la vergüenza que le daría a uno si nuestras compañeras o esposas nos golpearan a nosotros. Como en el caso de la violación son casos más raros pero también suceden. "Cuando la mujer le pega su "vergazo" a uno, y algunos somos noqueados", nos sentimos menos hombres, nuestra masculinidad se encuentra severamente amenazada. Pero, como en otros casos, nos daría más vergüenza todavía que otra gente se entere del acontecimiento.

4.5 SER LADRON O DELINCUENTE

La vergüenza que sentiríamos acerca de robar o ser delincuente también tiene que ver con nuestra imagen frente a la sociedad. "No es malo robar; la cuestión no es tanto que esté robando sino que otra gente lo sepa; que se den cuenta que roba, aunque en realidad esté robando". Esta vergüenza va relacionada también con las repercusiones en la sociedad: "Ya cuando es tanta la robadera que hemos hecho, ya no nos da pena que nos digan en la cara que somos ladrones pero eso que nosotros estamos haciendo va a repercutir en nuestros hijos, en el colegio o en cualquier ámbito de la sociedad". Nos da pena que nuestros hijos/as lleven el sello de hijo/a de ladrón: "Es penoso para los hijos que le digan que su padre es un delincuente".

Hay gente que tiene necesidad y que considera que robar es una forma de solucionar este problema. Roba y no siente ninguna vergüenza, o la siente según a quien está robando: "A mí me daría pena robarle a un pobre pero no me daría vergüenza robarle a un rico porque el rico ha robado a centenares para llegar a ser rico". Pero a la vez hay gente que no tiene ninguna necesidad pero sin embargo roba: "Hay ladrones de ladrones. Por ejemplo, en el ámbito gubernamental hay personas que no tienen necesidad pero sí roban. Son de carácter público pero no les da vergüenza".

La situación económica obliga a que haya más delincuencia. Sin embargo, ser delincuente tiene un estigma social muy fuerte y uno "siente temor por la discriminación que le aplicará la sociedad".

Ser ladrón o delincuente o que lo sepan no solamente tiene que ver con la vergüenza y pena que nos causaría sino también con las posibilidades de empleo: "Se acepta a un homosexual pero no se acepta a un ladrón. Nadie le dará referencia, ni trabajo. Está más quemado".

4.6 HOMOSEXUALIDAD: MITOS Y PREJUICIOS

Al discutir la vergüenza que sentiríamos si se dieran cuenta que nosotros éramos homosexuales, descubrimos que no necesariamente partimos de un consenso sobre lo que entendemos por homosexualidad. Manejamos distintas definiciones. Algunos pensamos automáticamente en un travesti: "Lo que hablan primero de un homosexual es que va a ser un travesti"; otros en el hombre afeminado que juega el rol "pasivo" en un acto sexual entre dos hombres; y otros consideramos que el homosexual es cualquier hombre que tiene relaciones sexuales con otro: "No solamente es el que se pone para que le penetren sino también el que hace y que se pone".

Nos dimos cuenta, además, que no entendemos muy bien el origen de la homosexualidad. No sabemos si es una cosa "natural" o si algunos hombres llegan a ser homosexuales a través de ciertas experiencias de la vida, o una mezcla de las dos cosas. Se comentó "No sé si el homosexual nace o se hace". También "Se pregunta si es una enfermedad, unas alteraciones, trastornos a nivel de las hormonas" o una condición que, si no fuera por los prejuicios de la sociedad y especialmente la religión, se consideraría igual de normal, natural como la condición heterosexual. A pesar de no tener información muy clara y de no comprender muchas cosas, nosotros, como la mayor parte de la población, discriminamos en contra de las personas homosexuales, guardamos muchos temores y aceptamos sin cuestionar ciertos mitos, poco racionales, acerca de la homosexualidad. En todos los grupos de trabajo el tema de la homosexualidad salió entre las peores vergüenzas que nos podrían suceder.

Descubrimos que generalmente asociamos la homosexualidad con hombres afeminados y les llamamos con nombres despectivos ("locas, cochones") y, como el resto de la sociedad, los marginamos por ser diferentes, distintos a nosotros.

Pensamos que lo vergonzoso de la homosexualidad es cuando se de cuenta públicamente de que uno es homosexual: "Uno puede ser homosexual a lo interno pero cuando sale a lo público comienza a ser una cosa vergonzosa. Y los huevones que somos nosotros, se lo reprochamos". Los prejuicios que tiene la sociedad en contra de la homosexualidad no permiten que muchas personas puedan vivir libremente su opción sexual. Algunas se casan y a través del matrimonio formal intentan proyectar una imagen que oculta su homosexualidad; otros simplemente se reprimen o ejercen su sexualidad clandestinamente. Muchos, sin embargo, logran aceptarse como homosexuales pero no sin pasar en la mayor parte de los casos por un proceso largo, doloroso y de muchas rupturas con la familia y con la sociedad. Es un proceso que implica rechazar muchos de los patrones culturales asociados con la identidad masculina que impone la sociedad y asumir una identidad propia. "A los homosexuales declarados no les da vergüenza que se sepa que son homosexuales pero les da vergüenza a los que les gusta tener una doble personalidad, a los que tienen mujer y a la vez tienen hombre. A este sí le dará vergüenza que se sepa. Y también a las personas que tienen cargos públicos porque no les gustaría que fuera de conocimiento común".

En todas las esferas de la vida se encuentran homosexuales "que están integrados a la sociedad de diferentes formas: en un cargo público, con saco y corbata, con uniforme militar y con una sotana también". Pero muchos ocultan su sexualidad por miedo de perder no solamente su prestigio frente a la sociedad sino también sus puestos de trabajo y hasta su familia y sus amistades, tan fuertes son los prejuicios en contra de la homosexualidad. "Existen patrones culturales que determinan el rechazo de la sociedad hacia los homosexuales".

Relacionado también con la homosexualidad es el temor de tener un hijo homosexual: "Un hijo homosexual es vergonzoso pero uno tiene que aguantarlo porque es una cosa que vino por la naturaleza. Pero es aún más crítico cuando haya sido mujeriego y después se voltea".

Hay también situaciones complicadas: "Es una cuestión de doble moral. Si él (un hombre casado) es homosexual a escondidas y si el hijo sale homosexual, él también tiene sentimientos de culpa porque el hijo salió reflejándolo a él. O si él es muy macho y quiere que su hijo sea macho, entonces quiere extender su existencia a través de la presencia del hijo; la secuencia del dominio no va a continuar porque el hijo es homosexual y no va a tener poder, poder de macho". El poder siempre sale como un elemento de la identidad masculina, y uno lo pierde, aparentemente, si admite públicamente ser homosexual.

También consideramos la vergüenza que nos produciría tener una hija lesbiana. Confrontados con la pregunta "¿Sería la misma vergüenza tener una hija lesbiana?", expresamos diferentes opiniones. "Hay un aspecto importante, una diferencia entre el homosexual y la lesbiana. Con las mujeres casi nadie se da cuenta cuando son lesbianas. Se mantiene como secreto. Casi nunca es descubierto". Pero no es que las lesbianas escogen ocultar su identidad. Están confrontadas con una sociedad que tiene expectativas muy claras de la mujer: ser esposa, amante y madre. Es muy difícil para la mujer salir de este esquema sin que se encuentre muy marginada, tanto por otras mujeres como por los hombres. "Es la presión de la gente, de la sociedad, en el lugar donde se han criado que hace que ella reprima eso (su sexualidad lésbica) y no lo saque. Es decir, a veces es más común que el homosexual se libere porque entre los varones se da más confianza. Entre las mujeres hay una competencia muy fuerte y la mujer discrimina a la mujer. Depende del entorno social, cultural. A veces una mujer lesbiana es aún más marginada que las demás mujeres. Es un sector más minoritario, por eso es que no lo saca a flote, y no es porque no lo asume. Ella tal vez quisiera que todo el mundo la aceptara pero ella sabe lo que pasará y lo oculta, se reprime".

La homosexualidad, igual como la infidelidad y ser ladrón, es una cuestión aún más vergonzosa cuando la gente se da cuenta. El pecado no es ser homosexual sino que los demás lo sepan. En nuestra sociedad la homosexualidad sigue siendo un tema tabú. A poca gente, y especialmente a nosotros los hombres, le gusta hablar del tema y mucho menos asociarnos con personas abiertamente homosexuales, por el miedo de que piensen que seamos también homosexuales. Sin embargo, cuando la homosexualidad se mantiene como una cosa privada, cuando no hay escándalo público, cuando no nos sentimos amenazados ni perturbados, muchos de nosotros la aceptamos silenciosamente. Estamos de acuerdo en que aunque no entendemos bien la homosexualidad y no nos guste personalmente; debemos respetar a todas las personas independientemente de su opción sexual: "Entonces, es una cosa que pienso que la gente que ha agarrado este camino tiene que ser respetada como cualquier otra persona. El problema es de nuestra cultura, a la que hemos sido sometidos históricamente".

4.7 QUE MI MUJER SALGA LESBIANA

El temor de la homosexualidad también se extendió al miedo de que nuestras compañeras o esposas salieran lesbianas y que nos dejaran por otra mujer: "Me daría mucha vergüenza que mi mujer fuera lesbiana y que se la lleva otra lesbiana. Si fuera un macho quien se la lleve tal vez no fuera tan conflictivo porque esto es lo común. Te sentís usurpado; le rompe los esquemas totalmente al hombre". Uno se sentiría muy apenado frente a la sociedad que cuestionaría mucho la masculinidad de uno. Además. se la lleva un ser "cualitativamente" inferior: otra mujer. Muchas pensarán que se va con otra mujer porque uno no la puede satisfacer sexualmente.

4.8 SER MANTENIDO

Reconocemos dos tipos de hombres que pueden ser mantenidos por sus mujeres: el tomador, borracho, parásito que depende de la mujer para sus vicios, y el hombre sin trabajo, desempleado. Ser de la primera categoría nos daría mucha vergüenza a todos. Ser de la segunda categoría es algo que en la vida cotidiana es real, sucediéndole a muchos hombres nicaragüenses y reaccionamos de distintas maneras. Para algunos es difícil adaptarse a esta situación y les causa mucha vergüenza no poder realizar su rol de proveedor para la familia. Su identidad de hombre va muy vinculada con el trabajo que realiza y cuando pierde su trabajo, se siente debilitado como hombre. Se baja su autoestima y se siente con mucha pena frente a la familia y la sociedad. Peor todavía si la mujer trabaja y trae un salario a la casa. Pero hubo otras opiniones también: "Si ella es la que en este momento tiene el trabajo, no me importaría que me mantenga si yo estoy haciendo otras funciones en el hogar. A lo mejor yo estoy haciendo las tareas domésticas en la casa y ella está trabajando". Cuesta bastante, para muchos hombres, aceptar esta situación y realmente encargarnos de las tareas domésticas de forma sustantiva que ayude a aliviar la carga de trabajo de la mujer. Además de cambios radicales en nuestro comportamiento significa modificaciones interiores a nuestra autoconcepción, nuestra propia identidad masculina.

4.9 QUE LO DOMINE LA MUJER Para algunos sería causa de mucha vergüenza que la mujer lo domine a uno, siendo "la norma" la dominación masculina. "Es el punto más importante. A través de la historia hemos querido ser los de a verga, pero no hemos reconocido el trabajo de la mujer. Nos da envidia, nos da egoísmo que la mujer sea inteligente, que nos dejen atrás a nosotros". Hablamos de que tenemos iguales derechos los hombres y las mujeres como seres humanos en la vida: "No debe de haber desigualdad. No estoy de acuerdo en que la mujer llegue a dominar a un varón. No lo miro tan normal". Sin embargo, la mayor parte de los hombres, aceptamos como normal, que el hombre domine a la mujer.

4.10 SER MENTIROSO

Aunque en menor grado, hubo personas que decían que sería vergonzoso que se descubra que es mentiroso. Diferenciamos entre distintos tipos de mentiras y reconocemos que todos mentimos a cada rato, por ejemplo cuando decimos "ya regreso, no dilato" pero cuando en realidad no tenemos la menor intención de regresar pero tampoco queremos decirlo. Hubo un comentario interesante: "el que no miente no es ciudadano".

4.11 SER MACHISTA

Ser machista no es vergonzoso en sí mismo, siendo la norma. "Hay que ser realista. Decir "no soy machista", sería una mentira". Reconocer el machismo dentro de nosotros y sus manifestaciones en nuestras vidas no es malo. Lo negativo es ejercerlo y no reconocerlo. Esto sí, es vergonzoso: "fingir, mentir que no lo sos". Miramos que algunas acciones dentro del marco machista son aceptables, otras no.

 

 

4.12 CASARME CON UNA PROSTITUTA

Algunos decían que daría mucha pena casarse con una mujer que anteriormente había sido prostituta, mientras otros decían que no porque algunas, después de casadas, se volvían muy honradas y formales.

4.13 SINTESIS: EL TEMOR DE SER RECHAZADOS, MARGINADOS Y CASTIGADOS

Hay un hilo conductor en todo lo que nos daría vergüenza: que sepan los demás qué soy, o qué pienso, o que me comporto fuera de las normas aceptadas de la sociedad. Tememos que nos marginen, que nos discriminen, que nos castiguen por ser diferentes. Tememos ser rechazados. Esto lo miramos claramente en relación a la sexualidad, a robar, a ser delincuente, a la violencia doméstica, a las relaciones entre hombres y mujeres, etc. En general, cuando reflexionamos sobre lo que nos avergonzaría sobresalen tres ámbitos donde más nos sentimos afectados: el ámbito sexual, ético y de prestigio.

En lo sexual la vergüenza está referida a la violación, la infidelidad, la homosexualidad y la impotencia. Hemos sido construidos socialmente para creer que si no somos (hetero)sexualmente activos y hábiles no somos completamente masculinos. Nos han enseñado que el hombre siempre toma la iniciativa en las relaciones sexuales y que lo que más importa y vale, en lo sexual, para sentirse hombre es penetrar al mayor número de mujeres posible y eyacular la mayor cantidad de veces posible. Nos enseñan también que cualquier desviación de esta norma es vergonzosa y hasta anormal y/o inmoral y nos castigan si no nos adherimos al esquema.

En lo ético la vergüenza está más referida a nuestra condición de hombre, de macho honrado, respetado por la sociedad. El robo aparece como un elemento de vergüenza porque consideramos de mucha importancia la honradez. Además la moral cristiana en que nos criamos nos enseña que hay que respetar la propiedad de las otras personas.

En el ámbito del prestigio la vergüenza está más relacionada a nuestra autoimagen y autoestima. Asumimos muchos de los elementos del "paquete" que la sociedad nos impone, los requisitos para ser hombre, y cuando suceden cosas en la vida cotidiana que contradicen o amenazan la visión que tenemos de nosotros mismos, entramos en crisis. A un cierto nivel, nuestro prestigio como hombres se ha construido sobre un mito de la masculinidad, cuyo núcleo es nuestra superioridad física, intelectual y sexual. El grado en que asumimos los elementos de este mito influye en nuestra capacidad de aceptar en otros hombres y en nosotros mismos distintas manifestaciones de la masculinidad y de aceptar acontecimientos en la vida con menos temor, pena y vergüenza.

Irónicamente, un elemento de nuestra masculinidad que nos garantiza prestigio frente a la sociedad es ser machista, comportarse como machista, por lo menos proyectar una imagen de machista No es vergonzante ser machista, ni reconocer el machismo porque está aceptado socialmente. El machismo en sí, no necesariamente sus manifestaciones más violentas, discriminatorias y dañinas, se reconoce hasta como un valor en nuestra sociedad.

Como hombres no nos es fácil hablar desde nuestras propias experiencias y de nuestros sentimientos y emociones, temores y prejuicios. Sin embargo, descubrimos la necesidad de ser más sensibles y menos discriminatorios hacia las personas que son diferentes a nosotros, sea por su sexualidad o por cualquier otra razón. A nivel racional hablamos mucho de igualdad, de respetar a los demás sus opciones, diferencias, etc., pero en la práctica algo que no corresponde a las "normas" de la sociedad lo tenemos muy internalizado como algo inmoral, no correcto, no socialmente aceptado. Hace falta mucho para que internalicemos también nuevas actitudes y valores para poder en nuestras propias vidas vivir con menos prejuicios y temores y para poder en la práctica aceptar y respetar a todas las personas.

5. SUPERIORIDAD MASCULINA: ¿MITO O REALIDAD?

Arriba mencionamos que el núcleo del mito de la masculinidad es la creencia que los hombres somos por naturaleza física e intelectualmente superiores a las mujeres. Es algo que internalizamos desde muy jóvenes y por la misma socialización (la influencia de la religión, la familia, la educación formal, etc.) lo asumen muchas mujeres. Con el propósito de investigar más a fondo esta creencia y analizarla críticamente, entramos a otro momento del taller. Primero leímos y analizamos un mito, del pueblo Toba (de América del Sur), sobre la creación y la aparición de las primeras mujeres. En él miramos esta misma dominación y "superioridad" masculina que está presente en nuestra sociedad. A continuación presentamos el mito y una síntesis de nuestros comentarios sobre él.

5.1 EL MITO DE LA CREACION DEL PUEBLO TOBA

COMO APARECIERON LAS PRIMERAS MUJERES

Antiguamente no había mujeres y los hombres se masturbaban en unos calabazos. Cuando estaban llenos, salían niños de ellos.

Esos hombres de otros tiempos partían cada mañana a la caza de los ocultos, bajo la guía de un wolé (pájaro acuático pequeño). El zopilote, su cacique, permanecía en el poblado. Era un anciano que sabía muchas cosas y a quien se dirigían cuando sufrían alguna adversidad; además, el cacique señalaba siempre el terreno donde había más ocultos.

Por la tarde los jóvenes se reunían en el campamento para ahumar a los ocultos cazados durante el día. Los ponían a continuación sobre el techo de sus cabañas, y pasaban el resto de la noche conversando. A la mañana siguiente volvían de nuevo a cazar sin haber tocado las piezas cobradas en la jornada anterior.

Apenas acababan de salir del campamento, cuando un grupo de mujeres descendió del cielo dejándose resbalar a lo largo de unas cuerdas. Cuando los hombres volvieron no hallaron nada. "¿Quién se ha apropiado de nuestra carne? -se preguntaban-; nadie más que nosotros vive aquí".

Al día siguiente marcharon de nuevo, y apenas se alejaron hacia el campo, las mujeres cayeron de nuevo del cielo y devoraron sus provisiones.

Esta vez los hombres dijeron: "Dejaremos a alguien que vigile nuestra comida". El conejo fue designado. Apenas los cazadores se perdieron de vista, el conejo se durmió. Como estaba escondido cuidadosamente, no pudieron verlo las mujeres y, sin inquietarse, acabaron con toda la comida.

El conejo despertó solamente cuando regresaron sus compañeros. "¿Quién ha venido a robar?", le preguntaron. "No sé; nadie", balbuceó. Sus camaradas le insultaron y, ofendido, el conejo declaró que no quería volver a ser centinela.

El grupo escogió entonces a la lapa. Esta se subió a un quebracho blanco y se acurrucó como pudo. Las mujeres llegaron como de costumbre, cogieron los ocultos y se sentaron a la sombra de un árbol para comerlo. Viéndolas, la lapa, se dijo: "Ahora comprendo por qué limpian todo. Primero vienen en grupo, y después cada una de ellas tiene dos bocas". Las mujeres tenían efectivamente la vulva guarnecida de dientes e ingerían la carne por arriba y por abajo.

Cuando hubieron acabado, se tendieron para reposar. La lapa dejó caer un fruto sobre una de ellas. "¿Quién me ha arrojado algo? -dijo- ¿Has sido vos?" "No, no he sido yo", dijo su vecina, y comenzaron a pelearse. Entonces una gritó: "Miren allá arriba; he ahí a mi marido, quiero casarme con él". "No, es mío", replicó otra. "Soy yo quien le quiere", declaró una tercera. Y todas empezaron a golpearse a puñetazos, arañazos y dentelladas, arrojándose tizones al cuerpo. En la pelea, un tizón dio a la lapa en el pico y le rompió el hueso de la lengua. Entonces las mujeres subieron al cielo por medio de sus cuerdas. La lapa volvió a bajar a tierra y cuando se le interrogó sobre lo que había pasado batió las alas mostrando el cielo y simulando que subía por una cuerda. Nadie le comprendió. Decidieron que la próxima vez sería el wolé quien permanecería en el poblado.

El wolé se ocultó entre dos ramas de sachalimona (algarrobo). Se armó con dos mazas porque creyó que había solamente un ladrón. Dio instrucciones a sus armas: "Voy a empezar por lanzar una; si fallo el blanco, lanzaré la otra, pero procuren ir derechas".

Las mujeres descendieron y el wolé que tallaba sus mazas las oyó reír y conversar. "Son mujeres -se dijo-, ahora comprendo por qué no queda nunca ni un pedazo". Iba a arrojar una de sus mazas mágicas cuando las mujeres se acercaron al algarrobo para ver si había alguien escondido. Miraron por todas partes pero no vieron a nadie. "Comamos de prisa antes que venga alguien" dijeron, y se arrojaron sobre la carne. Llegaron otros grupos de mujeres, y las que habían terminado se dispusieron a subir al cielo, de donde colgaban las cuerdas. La primera había servido de escala a un grupo de mujeres ancianas y a algunas jóvenes de exterior más agradable. Por la segunda cuerda descendieron solamente otras muy bellas con la piel blanca.

De repente, las mujeres descubrieron al wolé escondido. "Será mi marido", gritó una. "No, es mío; le he visto primero", dijo otra. "No, he sido yo; callate", replicó una tercera. Comenzaron a pelear entre ellas como anteriormente. Una mujer acabó por decir: "Cásense con él si quieren, pero yo voy a matarle", y arrojó un palo al wolé. Todas las mujeres la imitaron, y el pájaro fue acribillado con pedazos de madera casi calcinados. Paraba los golpes con sus alas, que de blancas que eran se volvieron negras. Como no podían terminar con él, las mujeres le dejaron y se agarraron a su cuerda para volver a sus casas. Estaban ya a cierta altura e iban luego a subir la cuerda cuando el wolé arrojó una de sus mazas y logró romperla justamente por la mitad. Una parte de las mujeres cayó hundiéndose en la Tierra. El wolé tomó dos para él y llamó a sus camaradas a grandes gritos.

La iguana, a pesar de sus minúsculas orejas, fue la única que oyó los gritos. Dijo a los otros: "oigan, me parece que nos llaman de nuestro campamento". Todos dijeron que no, y el cusuco, que es medio sordo, añadió a su vez: "La iguana no sabe nada. Sus orejas son muy pequeñas. Miente". La iguana se enfadó y dijo: "Bien, escuchen". El wolé gritó de nuevo, y entonces todos los animales, incluido el cusuco, lo oyeron.

Corrieron a través del campo, pero encontraron el camino cortado por una inmensa serpiente. La iguana, acosada, excavó un túnel, pero bajo tierra su piel se enganchó en unas raíces y quedó suspendida como los sombreros en la maleza. El zorro, estúpido, la siguió, pero se detuvo delante de la piel que tomó por la misma iguana. Le exhortaba: "Vamos, apurate". Pero como no era más que la "corteza" de la iguana, no le respondió nada.

Los demás dijeron: "Esperemos a nuestro gran padre el cusuco, que tiene un fuerte caparazón, y la serpiente dejará sus dientes en él". El cusuco, que a causa del caparazón avanzaba lentamente, llegó poco después. "Hijos míos, ¿por qué se detienen?", preguntó. "Te esperamos porque una gran serpiente cierra nuestro camino". El cusuco arremetió contra la serpiente, pero se quebró la nariz. La serpiente le mordió y se quebró los dientes sobre su caparazón. "Ahora, písenla -dijo el cusuco-; no nos volverá a hacer daño".

El zorro, siempre bajo tierra, continuaba hablando con la iguana; "¿Es que no vas a avanzar?" Naturalmente, la piel de la iguana no decía palabra. Cansado, el zorro salió y miró que todos se habían marchado. Corrió con todas sus fuerzas para reunirse con el grupo. Encontró a sus compañeros en el momento en que recibían a las mujeres que el cusuco rechazaba. Las sacaba por los cabellos y las ponía en pie: cada hombre tomaba la suya. Se apresuró en avanzar diciendo: "Abuelo, dame", para poder tener una mujer. El cusuco, que había dejado de sacar mujeres para los otros, sacó un ojo a la última que nadie le disputó.

Ahora, todos tenían mujeres. El wolé dijo: "Cuidado, tienen dos bocas. No vayan a dormir con ellas antes que yo se lo diga". El zorro declaró que le daba igual, y que se acostaría esa misma noche con la suya. "Si las mujeres son nuestras -dijo-, ¿por qué esperar?" Llevó a su mujer al borde de una laguna y se echó sobre ella. En el momento en que introducía su pene, la mujer se lo seccionó con los dientes. El zorro murió. La mujer volvió con los demás: "¿Y tu marido?", le preguntaron. "Ha muerto. He comido lo que me ha dado a comer". Por todas partes se preguntaban: "¿Dónde está el zorro?, ¿dónde está el zorro?" "Está muerto". El wolé dijo: "Aprendan: el zorro no ha querido creerme, no me ha obedecido y ha muerto".

Una lluvia y una helada cayeron. El zorro se despertó y dijo: "He dormido mucho tiempo; más me valdría levantarme e ir a trabajar. Es inconcebible dormir tanto".

Fue a pedir a otro hombre que le prestase un cuchillo, para ir a trabajar al bosque. Cortó una rama de palo santo que talló y cepilló con cuidado; después recogió del agua dos frutos negros que se parecen a granos de uva secos. Los fijó al extremo del palo santo, y así se hizo un pene y dos testículos. Partió en busca de su mujer, que había permanecido con el wolé. Cuando la mujer lo vio, se alegró y quiso dormir con él una segunda vez. El wolé los vio y no dijo nada. La mujer trató una vez más de morder el pene de su marido, pero no logró más que incrustar allí los dientes de su vulva.

El wolé dijo a los demás: "Mañana, cuando despierten, voy a hacer soplar viento del Sur. Enciendan un gran fuego porque va a hacer mucho frío y a helar". Todos durmieron esa noche con su mujer sin tocarla, a excepción del zorro. A la mañana siguiente hicieron fuego. Las mujeres, tiritando, se acurrucaron con las piernas separadas delante del fuego para calentarse. Los hombres se alejaron. El wolé tomó una piedra y dijo: "Voy a tirarla y les romperé los dientes. Esperen tres días a que curen; después se las entregaré". Les rompió efectivamente los dientes, a excepción de uno solo, que las mujeres han conservado. El cusuco introdujo su cola cubierta de un caparazón en la vulva de todas las mujeres para asegurarse de que no había peligro. Después de este examen, dijo: "¡Pueden hacer el amor!"

Es una desgracia para la humanidad que el palomo fuese el primero en embarazar a su mujer. Este pájaro es de complexión débil, y su primer hijo murió de corta edad, así como el segundo. Si el zopilote, un viejo duro como el cuero, hubiera sido el primero en cohabitar con su mujer, nuestros hijos nunca morirían.

Religión y magias indígenas de América del Sur,Alfred Métraux. Aguilar 1973, pgs. 135-139

5.1.1 COMENTARIOS NUESTROS SOBRE EL MITO:

Lo que pudimos interpretar del mito es que los hombres y las mujeres viven en mundos separados. En el suyo los hombres han logrado, por su inteligencia y labor física, un sistema que garantice la satisfacción de sus necesidades (comida). "Las mujeres son de otro mundo, invisibles, inexistentes, innecesarias". Ni siquiera las necesitan los hombres para tener hijos. En este mundo masculino existe un "sistema de clase, privilegios entre los hombres". No todos son iguales, e incluso parece que los líderes tienen el derecho de tener más mujeres. El hombre también está representado como proveedor. El es el que deja la casa para salir a cazar, garantizar comida.

Cuando los hombres se dan cuenta que hay infiltradas en su mundo usan su inteligencia para atraparlas: "Los hombres cubrían todas sus necesidades. Las mujeres son innecesarias. Ellas llegan a entorpecer el mundo de los hombres y ellos se hacen dueños de ellas; las poseen, las esclavizan, las dominan. Ellos son autosuficientes. Cuando ellas llegan se las reparten entre ellos".

Es sumamente claro que el papel del hombre es domar y domesticar a las mujeres, quienes son representadas como seres inferiores y dependientes: "la mujer recibe del hombre". Incluso, su aparato reproductivo es considerado altamente peligroso, mortal para él. Cuando el zorro hace el amor con una mujer ella "le quita el pene" y se muere. La mujer "hace daño al hombre" y tiene que ser domada por él. Después de haber sido conquistada por los hombres (los hombres quebraron los dientes que tenían las mujeres en sus vaginas pero no estábamos claros si esto era para el beneficio del hombre o de la mujer) "el aparato reproductor femenino aparece como algo mutilado, incompleto, imperfecto. La vulva - sólo queda un diente (¿el clitoris?) - no se ve como algo natural, sino como producto de la intervención del hombre". La mujer no está completa por no tener pene. Es un ser humano incompleto. Es un sistema en que "los hombres han transformado a las mujeres, además de dominarlas".

Además de ser peligrosa, la mujer es presentada como "aprovechadora del trabajo del hombre". También, "las mujeres son arañas". Queda claro en el cuento que las mujeres quieren tener maridos pero no se sabe si esto es "para procrear, tener hijos, o por placer y compañía". Pero entre ellas, en la búsqueda de maridos, hay muchos conflictos: "las mujeres mucho pelean entre ellas, son violentas".

Al examinar el papel del zorro algunos decían que "sale como estúpido al inicio", pero que después "se ve como audaz e inteligente. Fue atrevido, pero aprendió a ser más astuto en el futuro. El zorro metió el pene y murió, pero después construye otro pene". Supo aprender de sus errores, aplicar la reflexión y encontrar solución al problema. "El zorro domina la magia sexual" y es el "líder que tiene que dar el primer paso, probar todo antes de que otro hombre probara a la mujer".; un verdadero aventurero y héroe. "Los hombres no solamente tienen la magia sexual sino también la magia del trabajo, del cazador".

Reflexionamos también sobre el papel de la serpiente en la leyenda: "En muchos pueblos la serpiente juega un papel distinto que los otros animales".; "La serpiente está separada del resto de los animales y más unida a las mujeres". Puede ser que aquí la "serpiente tenga aspecto de inteligencia", y parece que está al lado de la mujer: "como la intercesora para la liberación (del sometimiento) de la mujer como en el libro del Génesis".

A fin de cuentas no sabemos quién fue creado primero, el hombre o la mujer, pero quedamos claros de que la leyenda encapsula una división genérica en esta sociedad que parte de la supuesta superioridad física e intelectual del hombre para crear roles para hombres y mujeres.

 

5.2 SUPERIORIDAD MASCULINA: DESMITIFICANDO NUESTRA REALIDAD

Para seguir profundizando este análisis crítico de la supuesta "superioridad" masculina, volvimos a nuestra realidad y procedimos a contestar en grupos las siguientes preguntas: "¿En qué somos superiores y por qué?; ¿En qué somos inferiores y por qué?; y ¿En qué somos iguales?". Descubrimos que entre nosotros mismos hubo mucho desacuerdo y confusión acerca de si somos superiores o no a las mujeres, y en qué. Incluso identificamos que en nuestra sociedad hay hombres considerados "superiores" a otros hombres y mujeres "superiores" a otras mujeres. El debate sobre la superioridad/inferioridad se centró alrededor de 3 temas principales: la superioridad sexual, biológica y cultural, un resumen del cual presentamos a continuación.

5.2.1 SUPERIORIDAD SEXUAL

Capacidad reproductora:

Cuando hablamos de sexo, algunos expresamos que somos "superiores" porque podemos tener relaciones sexuales y engendrar hijos/as todo el tiempo, mientras las mujeres tienen más dificultad para seguir teniendo relaciones sexuales cuando están embarazadas. Además, las mujeres, al embarazarse, no tienen más capacidad reproductora, mientras nosotros podemos, teóricamente, seguir engendrando otros hijos/as con diferentes mujeres. "La mujer queda embarazada y durante estos nueve meses, no vuelve a salir embarazada, mientras que el varón de un día para otro puede preñar a dos o tres mujeres. Pues, en la capacidad de reproducción somos superiores". Algunos nos preguntamos, sin embargo si la capacidad de preñar es igual a la capacidad de reproducción de la especie. Se comentó que tenemos, mujeres y hombres, diferencias sexuales y reproductivas y que "a cada uno nos toca jugar un papel allí porque tanto nosotros para poder generar la vida necesitamos a una mujer como una mujer necesita también de nuestra parte para que nos reproduzcamos". La realidad, difícil de aceptar para muchos hombres es que nuestro papel en la reproducción de la vida es limitado. Después del acto sexual ya la mujer, a nivel puramente biológico, no nos necesita más. Incluso, con los avances científicos, ni siquiera necesita nuestra presencia física para embarazarse. Hay métodos artificiales para inseminarse, sin tener relaciones sexuales. Parece ser un mito entonces creer que nosotros tenemos más capacidad reproductora que las mujeres. La verdad es que como hombres somos incapaces de reproducir y desarrollar, en nuestros cuerpos, la vida humana. También nos sentimos superiores, o por lo menos privilegiados por el hecho que no menstruamos y no nos embarazamos. Esto nos da más libertad social e individual.

Relaciones sexuales:

Algunos también pensamos que nosotros gozamos más el sexo que las mujeres porque "casi siempre llegamos al orgasmo, todo el tiempo" y las mujeres no siempre. Otros no estaban de acuerdo por considerar la capacidad física de la mujer de tener múltiples orgasmos. En nuestra cultura, la mujer tiene más capacidad de producir orgasmo en su pareja que el hombre: "La mujer puede tener un orgasmo en una noche varias veces pero para el varón es muy difícil. Creo que dos o tres veces y allí muere la flor; el pene se consume; se cae el moco, como moco de chompipe". Incluso alguien dijo: "la mujer puede tener más relaciones sexuales; la mujer tiene más capacidad sexual". Cuando no hay experiencia "nos dejamos llevar por la cantidad de veces y no por la calidad. Solo satisfacemos nuestro gusto nada más". Siguiendo esta línea de calidad en las relaciones sexuales algunos consideramos que "hay que tocar el sexo en un 100%. No es necesario cansarme, desvelarme, agotarme. Es una cuestión de técnica. Uno puede echar un polvo, pero bien echado".

Tampoco hay que confundir la acción física de eyacular con tener un orgasmo: "No sé si eyacular es igual que tener un orgasmo. Son dos cosas muy distintas. El orgasmo es algo psíquico, un choque, una carga eléctrica, emocional que lo compone. Eyacular es una cuestión fisiológica". Además, el orgasmo es posible aun sin tener relaciones genitales: "Hay personas que llegan al orgasmo sin necesidad de penetrar. Unicamente con caricias se puede llegar al orgasmo".

La edad influye también en nuestras capacidades sexuales: "A cierta edad, sin pericia, no complacemos quizás a las mujeres". Con el paso de los años perdemos capacidad sexual, nuestra virilidad. Tal vez en esto las mujeres son superiores a nosotros.

Otro elemento importante que reconocimos es nuestra tendencia a utilizar a nuestras parejas en la satisfacción de nuestras necesidades e intereses: "Nos sentimos superiores nosotros los hombres, por nuestra habilidad de manipular sexualmente en las relaciones sexuales; somos exagerados en la manipulación sexual".

Hubo reconocimiento que las mujeres son "superiores" en "la determinación de los elementos eróticos de las mujeres".

El valor del hombre y la genitalidad:

Mucho énfasis, sin embargo, ponemos nosotros los hombres en las relaciones genitales y las funciones sexuales y valoramos a los hombres y a las mujeres a partir de éstas: "Vivimos en una sociedad genitalizada, donde los hombres valemos por el pene. Siempre y cuando hacemos relaciones sexuales, hablamos de que "penetré a fulana o a sutana". Para ser hombre lo que vale es tu pene, su tamaño y el uso que le das, y no tu inteligencia. "Cuando un niño nace lo primero que le buscan es el pene porque es el símbolo del poder". Los órganos genitales masculinos representan su fuerza, su valor, etc. "Si un niño naciera sin pene, aun con todas las características de hombre la gente más bien haría un cuento, un chisme, un chile o una tragedia". Damos tanto valor al pene que ni siquiera nos damos cuenta de las posibilidades que tienen nuestros cuerpos de sentir placer: "Se dice que la zona más erógena de la persona humana, del hombre, es el pene, simple y sencillamente. Pero, es mentira. La piel, por ejemplo, es una zona super, super erógena..".. Alguien nos definió las "zonas erógenas": "Las zonas erógenas son las partes más sensibles del cuerpo, tanto del hombre como de la mujer en que se puede sentir cualquier placer. Puede ser en el brazo, en la piel, en el cuello, en la vagina..." Tenemos mucho que descubrir...más allá de los genitales. De todos modos, genitales cualquier animal los tiene.

Valoramos a la mujer virgen:

De igual manera valoramos a las mujeres por sus genitales. Cuando nos toca casarnos queremos que sea con una virgen: "Conozco a amigos que se casaron y no encontraron vírgenes a sus mujeres y les pegaron un par de patadas y se fueron". Sin embargo se nos aclaró que la virginidad se puede perder aun sin tener relaciones sexuales y que el valor de la mujer no se debe medir por ser virgen o no: "Una mujer es virgen cuando el himen está intacto. El himen de una mujer se puede romper en un accidente, o por andar mucho a caballo y así puede perder la mujer su virginidad. No significa que valga menos que una que mantenga su virginidad".

El mito de la maternidad:

Hemos aprendido por nuestra socialización que el papel de la mujer en la sociedad es ser madre, e incluso muchos de nosotros consideramos (porque así nos han enseñado) a las mujeres sin hijos inferiores a otras mujeres: "Una mujer no vale ante la sociedad si no tiene hijos, si es soltera". La mujer es menos mujer si no produce hijos. "Cuando la mujer se casa agarra el apellido del hombre y pasa a ser la esposa de fulano. Es como cuando vos tenés un terreno, vos sos dueño del terreno..." La mujer llega a ser propiedad del hombre para tenerle hijos, para cumplir su papel no solamente biológico sino también social de madre. Alguien comentó que "es un privilegio de la mujer poder tener hijos". Sin embargo, habrá que preguntarse si la función social de criarlos no podría ser asumida también por nosotros los hombres, o por lo menos compartida.

"Vivimos en una sociedad genitalizada donde un hombre vale por el pene y donde la mujer no vale si no tiene hijos o esposo". Cuando una pareja no puede tener hijos, casi siempre pensamos que la culpa la tiene la mujer. "Si mi mujer es estéril, tal vez me pongo la ambición de que me tengan un retoño, alguien que lleve mi apellido. Tengo que buscar por otros medios para que me paran estos chavalos, ¿verdad?" Lo que más nos importa como hombres es que nos tengan hijos y mucho menos convivir con nuestras esposas: "Si mi esposa es estéril y no me da hijos, no me sirve como compañera y me busco otra".

En resumen, la mujer sola, soltera, sin hijos, o por no poder tenerlos o por no querer, está considerada menos mujer que las demás: "La sociedad está estructurada para respetar a la mujer que está casada y el hombre da reconocimiento a la mujer. Es el hombre que tiene un poder "innato", que da y transmite que él es el protector de la mujer. No tiene derecho por sí sola porque el casamiento le da valor; es el hombre el que da valor, el que honra a la mujer".

No la consideramos una mujer completa si no cumple con su papel biológico de tener hijos. El mito se resume en este comentario: "Una mujer nace para ser madre, criada, buena amante y empleada mientras el hombre es el ser pensante, que domina, el padre y la cabeza de la familia". Es un mito que la mayor parte de nosotros y aun muchas mujeres, seguimos creyendo, y así participamos en la perpetuación de la subordinación y esclavitud de las mujeres.

5.2.2 SUPERIORIDAD BIOLOGICA

La fuerza física:

Biológicamente nos creemos superiores a las mujeres por tener más "fuerza física, por nuestra contextura masculina y por tener voces fuertes". Y por esta fuerza física que tenemos "tendemos a ser más violentos". Algunos sin embargo argumentamos que esta fuerza no es innata a todos los hombres: "La sociedad prepara al hombre para que sea fuerte, no es que sea fuerte necesariamente por naturaleza". Pensamos que las mujeres también tienen mucha capacidad física, pero no siempre tienen la posibilidad de explotarla, por el papel que les asigna la sociedad: "Como la mujer no tiene posibilidades, por la misma cultura, de desarrollarse físicamente, tiene esa limitante. Pero puede llegar a lograrlo. Hay mujeres levantapesas que desarrollan musculaturas casi de hombres y que te levantan cualquier cantidad de libras".

Habían otros que decían que la mujer incluso tiene más fuerza que el hombre: "La mujer se monta un canasto de cualquier mercancía y se va a la calle a venderla, y a aguantar el sol. Físicamente el hombre quizás no lo puede hacer. Nosotros coincidíamos en que el hombre no es precisamente superior físicamente a la mujer". Hasta la sociedad nos enseña distintas formas de cargar bultos. Mientras las mujeres llevan canastos en sus cabezas "nosotros cargamos un quintal tal vez, pero lo cargamos como hombres. Si lo ponés en la cabeza lo estás cargando como mujer. Son cuestiones del machismo. Y no es que no tengamos capacidad de cargar quizá dos quintales, sino porque hay ciertas situaciones naturales, de contextura que tienen los cuerpos que te posibilita ese esfuerzo físico".

La resistencia física:

Cuando hablamos de fuerza, diferenciamos entre tener fuerza física y poder resistir dolor físico: "La mujer tiene más capacidad para aguantar dolor. Esto es una cualidad. El que tiene más fuerza bruta es el hombre pero maña es otra cosa. La mujer tiene más capacidad de aguantar". "La mujer efectivamente es más resistente frente al dolor, y el dolor más fuerte que hay es el dolor de parto. Hay mujeres que el día después de su parto ya están haciendo las tareas de la casa. Se terminó ya aquella tradición de cuarentena. Al día siguiente se ve a la mujer ir con el guacal encima a lavar. Creo que el hombre no va a resistir. Con la operación de una hernia no se va a levantar a trabajar como hacen muchas mujeres después del parto".

Referente a la salud, se habló que la mujer es superior por tener más resistencia a las enfermedades. Cuando nos enfermamos nosotros, aunque sea un dolor de cabeza, nos desmovilizamos. Las mujeres, mientras tanto, son capaces de seguir con su trabajo aun cuando se sienten enfermas. "Sigue haciendo las cosas con su calenturita". Habrá que reconocer, sin embargo, que esto tiene más que ver con el hecho que la mujer aprende a ser abnegada que con cuestiones de superioridad biológica.

La mujer también tiene más resistencia y tenacidad frente a las situaciones adversas de la vida cotidiana. "La mujer trabaja más que el hombre, esto es la realidad. En muchas de nuestras familias nosotros nos levantamos a las 6 de la mañana y probablemente la mujer se levantó a las 5 o a las 4 de la mañana y empezó a trabajar. Nosotros nos levantamos después a bañarnos y escuchar las noticias. Después llegamos del trabajo a ponernos a mirar un partido o una novela, y la mujer se acuesta a las 10 o las 11 de la noche y sigue trabajando. El fin de semana nosotros descansamos y la mujer sigue trabajando. Podemos seguir revisando el listado de las cosas y vamos a encontrar que las mujeres, cuando se trata de fuerza o resistencia física, son superiores. Tienen más fuerza que nosotros". O somos más haraganes nosotros...

Son más resistentes las mujeres y aparentemente viven más años que los hombres. "El promedio de esperanza de vida para la mujer es más que para el hombre. Hay más mujeres ancianas que hombres ancianos".

El abuso del poder físico para dominar y controlar:

Pero, ¿de qué les sirve a las mujeres tener esta resistencia física si nosotros como hombres nos aprovechamos de nuestro "poder físico" para dominar y subordinarlas?: "La resistencia nunca es igual a poder. Estamos hablando de fuerza física en el sentido de poder físico. Si alguien me golpea tal vez tenga la capacidad de resistir sus golpes pero en el fondo esta persona tiene más poder que yo, es más poderoso. No voy a tener poder para golpearle a él y lo único que voy a tener es la capacidad de absorber estos golpes. Esto es una cualidad de las mujeres. Tienen resistencia. No solamente nos aguantan a nosotros, sino a todo el sistema. El poder físico real, quien lo ejerce y quien lo tiene es el hombre. Ahora lo tiene y lo mal utiliza porque lo utiliza para el dominio. Realmente, físicamente tiene más fuerza. Hay una diferencia".

El dominio, sin embargo, es más integral y no proviene solamente de la fuerza o el poder físico de los hombres, aunque sí cuando esté presente es una herramienta útil para fortalecer el poder y el control del hombre. No obstante, puede haber hombres más débiles físicamente, pero su "poder" no se cuestiona.

Como hombres, la sociedad nos premia el desarrollo de la fuerza física, en el deporte, en el trabajo pesado, etc. Pero no permite que la mujer, por ser considerada delicada, frágil, etc., se desarrolle físicamente. Alguien comentó: "Si diéramos oportunidad a la mujer a trabajar en ciertas cosas, la mujer se adaptaría...". Sin embargo, se dijo que "las mujeres no piensan en querer ser como un hombre, sino en desarrollarse de forma integral, tener un puesto con la capacidad intelectual de poder manejar algo. Esto es lo que las mujeres están peleando en la sociedad, no tanto parecerse al hombre, de fuerza y estas cosas". Pero no queremos darles esta oportunidad de desarrollarse ni física ni intelectualmente por el temor que la tortilla se voltee... Buscamos siempre mantener nuestra hegemonía de poder, dominio y control.

5.2.3 SUPERIORIDAD CULTURAL/SOCIAL

Inteligencia y liderazgo:

Muchos hombres, aunque no lo expresemos, nos creemos más inteligentes que las mujeres. Aunque no sea cierto, objetivamente, el sistema social en que nos criamos, como cultura y estructura, nos enseña esto y lo asumimos como verdad, justificando así nuestro derecho de tener más oportunidades en la sociedad.

En el trabajo tenemos más posibilidades de llegar a puestos de liderazgo: "En los empleos (la mayoría de los casos) los cargos estratégicos están en manos de hombres". La mayor parte de los políticos y gobernantes son hombres. Por ser hombres tenemos, también, más privilegios y más libertades en la sociedad: "En el derecho que nos dan nuestros padres al momento de nacer, hay más prioridades como varón". Nos ponen menos prohibiciones (sociales) y somos menos marginados (como género no como grupo social).

Capacidad de administración:

Algunos creemos que las mujeres son superiores en el trabajo y que en general "las mujeres son mejores administradoras por ser más prácticas". Sin embargo, seguimos creyendo que el trabajo más apropiado para la mujer es el del hogar. Las mujeres invierten más energía y tiempo en el hogar que nosotros los hombres y son superiores en el seno de la familia por su capacidad de dar amor a los/las hijos/as y a nosotros: "Son mejores administradoras porque las enseñan así, no porque traen este valor innato. Igual cuando decimos que la mujer da más amor. Yo no creo que solamente las mujeres pueden dar amor, también lo podemos dar los hombres. Los hombres y las mujeres somos educados para ciertas situaciones y la sociedad nos viene enseñando como reaccionar ante las mismas".

Superioridad emocional:

Las mujeres "tienen un mayor sentido de responsabilidad en la dirección de la casa que los hombres y emocionalmente son superiores" porque pueden expresar sus sentimientos (dolor, tristeza, alegría, etc.) más libremente. "Emocionalmente las mujeres son más fuertes. Estamos acostumbrados a ser infieles a nuestras mujeres con diferentes tipos de mujer, pero cuando ellas nos lo hacen, emocionalmente nos desbaratamos, nos caemos, más si queremos todavía a esta mujer. Nos agarra la cabanga..." Y en muchos casos nos refugiamos en el guaro, la violencia, la vagancia...

Adaptación en situaciones adversas:

La mujer tiene "más capacidad de adaptación al medio social en situaciones adversas", por ejemplo en caso de quedarse viuda, en la crianza de los hijos, cuando hay desempleo, etc. Nosotros nos sentimos inferiores, o menos capaces en este aspecto. "Por ejemplo en el campo hay mujeres que tienen hasta 8 chavalos y a veces las dejan los maridos pero no se mueren de hambre los chavalos. Ellas buscan cómo hacer y sobreviven. Tienen esta capacidad. Pero si un hombre se queda así tiene que ir en carrera a buscar a una mujer o a alguien que le ayude con los chavalos. El sólo no puede".

Ambiciones en la vida:

Hubo un debate fuerte acerca de si la mujer tiene o debe tener ambiciones propias en la sociedad. Algunos consideran que las ambiciones de las mujeres se concretan en los hijos: "La mujer tiene una ambición: que su hijo sea un médico, que sea un ingeniero, un arquitecto, etc. Esta es una ambición de la madre". Y en este sentido ser mujer es igual a ser madre. No se hace ninguna diferenciación entre el hecho biológico de tener hijos y la maternidad como función social. Para muchos la maternidad es igual a ser mujer. Incluso algunos creen que las mujeres que no tienen hijos no son mujeres completas. Pero para las mujeres estériles o sin hijos hay siempre ambición en la vida: "Si la mujer no tiene hijos o no puede darle hijos al hombre, tiene otra misión. En este instante es dar más cariño al hombre, va buscando darle una oportunidad al hombre para que se sienta feliz y si es posible adoptar a un hijo y quererlo como su propio hijo. La misión de la mujer, de la que no tiene hijos, es la misma de la que tiene hijos".

Hubo reacciones muy fuertes a estas ideas de que las mujeres sólo pueden realizar ambiciones a través de sus hijos o sus esposos: "No comparto con que la mujer tenga ambiciones a través de sus hijos. Ambicionar para otra persona aunque sea mi hijo no es lo mismo que ambicionar para mí. Creo que la mujer debe ambicionar a ser algo ella. El patrón cultural es que nosotros somos los que tenemos más que las mujeres. Somos más ambiciosos". Y lo somos porque así se nos enseña: "Tanto el hombre como la mujer tenemos ambiciones en la vida. Lo que sucede es que a la mujer no se le ha permitido. Ella siente el temor de expresar sus ambiciones y al mismo tiempo se ve bloqueada y frustrada en el camino por los mismos hombres". "La mujer se ve frustrada en sus ambiciones por la ambición del hombre. Es un chantaje lo que les estamos haciendo". Sin embargo, "cuando hay una buena comunicación en la pareja la mujer se hace dueña de sus ambiciones. Entonces hay igualdad de aspiraciones para los dos".

Toma de decisiones:

Las mujeres tienen menos derechos para tomar decisiones. Pero esto tiene que ver con las restricciones en la forma de educar a las mujeres, no porque sean inferiores o menos capaces de tomar decisiones. Simplemente la sociedad enseña que el hombre toma las decisiones.

La sociedad en que vivimos poco permite que la mujer se desarrolle como ser humano igual que nosotros los hombres. Su desarrollo está severamente limitado a su papel de madre, esposa y amante. Estamos viviendo en un mundo construído por hombres, por nosotros y para nosotros y de pronto nos asusta esta posibilidad de que la mujer pueda ser persona por sí misma.

5.3 SINTESIS: "SUPERIORIDAD" MASCULINA, MITO SOBRE EL CUAL SECONSTRYUE EL SISTEMA SEXO/GENERO CON DOMINACION MASCULINA

Descubrimos que no somos tan diferentes de los hombres en el mito del pueblo Toba. Nuestra sociedad es altamente androcéntrica; el hombre está en el centro y todo está construido en primer lugar alrededor de él y para la satisfacción de sus necesidades. Al creernos biológicamente superiores, más fuertes y más inteligentes por la naturaleza, hemos construido una sociedad jerárquica y patriarcal que define claramente los papeles de los hombres y de las mujeres.

El hombre tiene el derecho a desarrollarse como ser humano en el ámbito público: en el mundo de trabajo asalariado, en la vida política, en la vida cultural y social... Toma decisiones, diseña políticas, ejerce poder, tiene acceso a recursos y los controla.

La mujer, en cambio, tiene el derecho, o más bien, el deber de desarrollarse en el ámbito privado: en el mundo doméstico, reproduciendo y criando hijos/as, atendiendo a las necesidades de ellos/as y las del hombre (cocinarles, lavarles, plancharles, etc.). Su esfera de poder está muy limitada a la vida cotidiana familiar y por ende no está incluida en el control de los recursos, etc. Como explicó uno de los grupos: "Si bien es cierto que hemos identificado algunos elementos de superioridad, esto se debe a los factores de conducta transmitidos por la sociedad (mitos, tabúes, estereotipos) que nos favorecen como hombres". Son "valores promovidos por el sistema social". La superioridad del hombre en sí es uno de estos mitos que nos transmite la sociedad y que internalizamos hombres y mujeres desde muy niños/as. A nivel racional y teórico podemos rechazar la "verdad" inherente en este mito y de hecho lo hicimos cuando contestamos la tercera pregunta: ¿En qué somos iguales?" A pesar de haber identificado áreas de superioridad masculina y algunas incluso de superioridad femenina, aun sin consenso total, terminamos declarando la igualdad de mujeres y hombres en sus capacidades físicas e intelectuales:

"Somos iguales como seres humanos en nuestra capacidad de pensar. Ambos, hombres y mujeres pensamos".

"Somos iguales en la posibilidad de realizar trabajo físico".

"Somos iguales en nuestra capacidad de llevar a cabo trabajos intelectuales, en inteligencia, aunque los hombres son los privilegiados para optar al estudio (especialmente en el campo)".

"Somos iguales en nuestra capacidad de tener sentimientos, pero tal vez no en expresarlos. Ambos somos fuertes emocionalmente en ciertos momentos pero también débiles en determinados momentos con nuestros sentimientos".

"Somos iguales en relación al deseo y placer sexual. Todos y todas tenemos necesidades y posibilidades sexuales".

"Somos iguales cuando queremos cumplir algo: Cuando se quiere, se puede (determinación)".

"Ambos, mujeres y hombres tomamos iniciativa, tenemos habilidades, la capacidad de decidir. Tenemos belleza física (natural); compartimos cariño: ambos producimos, ambos somos vanidosos y cautelosos".

Hace falta, sin embargo, para todos nosotros poner en práctica en todos los ámbitos de nuestras vidas cotidianas esta declaración de igualdad. Nos preguntamos "¿En qué medida estamos tomando conciencia para ir variando nuestra conducta en la familia, en el hogar, con la pareja? Vamos a estar reconociendo el error pero no vamos a hacer ningún esfuerzo para cambiar esta realidad... Les obligamos nosotros a las mujeres a someterse a estos trabajos, a estas jornadas grandes, extensas y nos acomodamos. "Pero ¿cuándo y cómo vamos a cambiar...?" Cambiarnos es un reto y un proceso y estamos apenas iniciando: "A medida que vamos reflexionando vamos a la par buscando alternativas que nos permitan transformar la realidad".

Muchas de las diferencias entre hombres y mujeres, que expresamos como "superioridades e inferioridades" están referidas a elementos de condicionamiento social. Las discriminaciones, las desigualdades, la subordinación de las mujeres existen no tanto por las diferencias biológicas que hay entre hombres y mujeres sino por la construcción de identidades, roles y papeles masculinos y femeninos en la sociedad. Nacemos con nuestro sexo determinado por la naturaleza pero la sociedad nos asigna nuestra identidad genérica, masculina o femenina que implica muy claramente roles y papeles definidos en la sociedad. Esta asignación de roles e identidades que hace la sociedad y que llamamos el sistema sexo/género parte del mito de la superioridad masculina, en lo físico y en lo intelectual y así permite que nosotros los hombres tengamos más derechos que las mujeres, más privilegios, más acceso y control de recursos, más poder, más libertad social, etc. Resulta en la subordinación, explotación y opresión de las mujeres y su dominación por los hombres.

Algunas personas creen que la sociedad Maya, antes de la llegada de los españoles, fue una sociedad mucho más igualitaria que las sociedades actuales centroamericanas. Para concluir esta parte del taller, leímos el mito de la creación de los pueblos Maya:

5.4 MITO DE LA CREACION DE LOS PUEBLOS MAYAS (TEXTO DEL POPOL VUH)

Es la historia como la cuentan los Quiché, uno de los pueblos Maya de Guatemala, de cómo concebían la creación y cómo concebían la creación de hombre y mujer: "éstos son los nombres de nuestras primeras madres y padres". Una creación en la que intervienen también los animales, los animales muestran dónde están las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas. La unidad entre las plantas, los animales, la humanidad y los Dioses, formando una sola vida, un solo equilibrio:

"He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en la carne del hombre.

Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu y Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra". Así dijeron.

Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en la noche; luego buscaron y discutieron, y aquí reflexionaron y pensaron. De esta manera salieron a luz claramente sus decisiones y encontraron y descubrieron lo que debía entrar en la carne del hombre.

Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas aparecieran sobre los Creadores y Formadores.

De Paxil, de Cayalá, así llamados, vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas.

Estos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac (el gato de monte), Utiú (el coyote), Quel (una cotorra vulgarmente llamada chocoyo) y Hoh (el cuervo). Estos cuatro animales les dieron la noticia de las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, les dijeron que fueran a Paxil y les enseñaron el camino de Paxil.

Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre creado, del hombre formado; ésta fue su sangre, de ésta se hizo la sangre del hombre. Así entró el maíz (en la formación del hombre) por obra de los Progenitores.

Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas y abundante también en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos había en aquél pueblo llamado de Paxil y Cayalá.

Había alimentos de todas clases, alimentos pequeños y grandes, plantas pequeñas y plantas grandes. Los animales enseñaron el camino. Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, hizo Ixmucané nueve bebidas, y de este alimento provinieron la fuerza y la gordura y con él crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto hicieron los Progenitores, Tepeu y Gucumatz, así llamados.

A continuación entraron en pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre. De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Unicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.

Estos son los nombres de los primeros hombres que fueron creados y formados: el primer hombre fue Balam-Quitzé, el segundo Balam-Acab, el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.

Estos son los nombres de nuestras primeras madres y padres.

 

6. LA "SUPERIORIDAD" MASCULINA COMO FUENTE DE DISCRIMINACION

6.1 EL MODELO DOMINANTE DE SER HOMBRE Y LA DISCRIMINACION

Si bien es cierto que este mito de los Mayas sobre la creación del mundo nos transmite un mensaje de igualdad entre hombres y mujeres, desafortunadamente, no es así en nuestra cultura hoy en día. El sistema sexo/género de dominación masculina parte de la ideología de la superioridad y dicta a los hombres y a las mujeres sus papeles, roles e identidades permitidas en la sociedad. Cada persona, sin embargo, es capaz de desarrollar su propia identidad personal a lo largo de la vida y de aceptar o rechazar ciertos elementos de este "paquete" ideológico, este paradigma sexual, según las experiencias de la vida y el tipo de relaciones humanas que realiza. Por eso, hablar de "identidad masculina" (o femenina) no es estrictamente correcto. Existen diferentes "identidades masculinas y femeninas", o sea, distintas formas de asumir la masculinidad y femineidad y de vivirlas. Generalmente, sin embargo, las personas hombres y mujeres que no se conforman con el "estereotipo" de ser hombre o ser mujer, con su papel genérico asignado por la sociedad, son marginados/as, criticados/as, discriminados/as y hasta castigados/as por la sociedad simplemente por ser diferentes. Para poder profundizar el tema "identidades masculinas", investigar otras expresiones de identidad masculina y ver cómo el modelo dominante (machista) de ser hombre ejerce discriminación sobre las mujeres y otros hombres que no se conforman al modelo, miramos la película "Filadelfia".

6.2 RESUMEN DE LA PELICULA "FILADELFIA"

Esta película trata de un joven abogado norteamericano, "gay", blanco y de la clase media quien, cuando sus jefes sospechan que tiene SIDA, es despedido de su puesto de trabajo. Ellos, sin embargo, mantienen que lo han despedido por no ser eficiente y cumplido en el trabajo. Con el desarrollo de la película el abogado descubre que el motivo real para su despido no es por falta de calidad en su trabajo, ni siquiera por tener SIDA, sino más bien por ser homosexual. Busca el apoyo de otro abogado, negro, defensor de la clase trabajadora, el cual al inicio no le quiere ayudar por ser homofóbico. Tiene miedo de los homosexuales. No obstante, acepta el reto y los dos juntos logran llevar el bufete de abogados a la corte, acusada de despido injusto. A lo largo de la película se analizan muchos mitos, prejuicios, temores y formas de discriminación que existen en la sociedad, especialmente en contra de personas homosexuales y de mujeres y hombres con SIDA. Se destaca especialmente el sistema patriarcal y los pactos de poder entre hombres para proteger esta realidad que les otorga riqueza, poder y control. También se ve, y especialmente en el apoyo incondicional que recibe el abogado de parte de su familia (su compañero, su madre, padre, hermanas y hermanos), que cuando superamos el temor y los prejuicios que tenemos somos capaces de cambiar, aceptar otras identidades diferentes que las nuestras y tratar a todas las personas, sin importar su opción sexual, color, raza, religión, condición de género, etc. con el mismo respeto que merece todo (y toda) ser humano.

6.3 DISCRIMINACION Y SIDA

6.3.1 Resultado de temor y prejuicios

Como hombres tenemos temores, muchos temores, pero nuestra formación no nos permite admitirlos públicamente. Y los temores que tenemos muchas veces son de cosas que ni siquiera conocemos, como el SIDA o la homosexualidad: "Nunca había visto un tipo con SIDA. Incluso, en la realidad nuestra, sólo se dice que son discriminados todos, que la gente no les da la mano, que dan asco, que deben estar aislados". En la película miramos estos temores reflejados especialmente en el personaje del abogado negro: "El abogado negro no quería aceptar el caso del "gay" por temor a contagiarse de SIDA y por su homofobia".

6.3.2 Ignorancia y falta de información

Este tipo de discriminación sucede no solamente por temor, sino también por ignorancia y falta de información. Hablamos de los orígenes del SIDA y de las formas de contagiarse: "Cuando el SIDA surgió (en los años 70) se les pegó solamente a los homosexuales que eran los únicos y todo el mundo los miraba de una forma, por la verga, pues". "Algunos pensábamos que sólo los homosexuales pueden contagiarse pero en la película sale una mujer que se enfermó por una transfusión de sangre". Cuando apareció el SIDA, mucha gente hablaba de una "plaga gay". Ahora, sin embargo, sabemos que el SIDA es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, hombre o mujer, hetero-, homo- o bisexual: "Hay que reconocer que es una enfermedad que por ironía de la vida puede llegar a una persona, y no necesariamente por ser homosexual o heterosexual. Pero algún accidente, una transfusión de sangre y te podés infectar. Cualquiera de nosotros somos enfermos potenciales en este sentido. Hay que educarnos más".

6.3.3 El SIDA amenaza a todos/as

Hoy en día las estadísticas indican que la mayoría del contagio es por vía heterosexual. En la actualidad el SIDA puede afectar a toda la población, hombres y mujeres que no toman las suficientes medidas para protegerse en las relaciones sexuales. Y la forma más segura es el uso del condón en el sexo y otras prácticas sexuales sin riesgo, donde no hay contacto con sangre, semen y secreciones vaginales. El temor que tenemos del SIDA hace que ni siquiera nos querramos informar sobre él y nos lleva no solamente a discriminar en contra de personas enfermas con SIDA, sino también a desconocer los riesgos que nosotros mismos corremos. Al considerar, por nuestros temores y prejuicios, el SIDA como una enfermedad ajena de nuestra realidad, que es de los homosexuales o las/los trabajadoras/es sexuales, nos engañamos. Hoy no se habla como antes de "grupos en riesgo", por ejemplo, los homosexuales o drogadictos, sino de "conductas de riesgo". Cualquier persona que tiene relaciones sexuales sin protegerse, se pone a sí misma, a la persona con quien tiene estas relaciones, a su pareja estable y a sus niños/as aún no nacidos/as en peligro.

"Uno de los problemas que se da es la conducta bisexual que tiene que ver mucho con la profilaxis de la enfermedad." "En la medida en que la sociedad no reconoce o no acepta el hecho que algunos hombres tienen relaciones sexuales con otros hombres, fuera de su casa, sea en la cárcel, en el ejército o donde sea, oculta esta realidad y es más difícil controlar la enfermedad". En la película miramos las consecuencias del SIDA en la vida de las personas infectadas y sus familias, parejas y amigos. Son discriminados, marginados y tratados como seres inferiores, sucios. Representan peligro y muerte.

6.4 DISCRIMINACION Y SEXUALIDAD

6.4.1 El rechazo de la homosexualidad:

"Leí un artículo que cuando empezaron a reclutar actores para esta película, muchos rechazaron participar por el temor de vincularse con los dos temas de SIDA y homosexualidad. En la vida real, nosotros tenemos este mismo temor de vincularnos con personas con SIDA y con personas homosexuales, por la crítica (negativa) que la sociedad es capaz de hacernos". Esto es una realidad. En nuestras vidas nos apartamos de personas con SIDA y de homosexuales por el temor de ser asociados con ellas y rechazados también por el resto de la sociedad. Es una realidad dura y triste; pero lo hacemos. En nuestras vidas discriminamos a personas con SIDA a partir de los temores y prejuicios que tenemos, pero también porque esas personas representan peligro y muerte. Cuando se añade el elemento adicional de la homosexualidad aumenta la intensidad de esta discriminación. La homosexualidad sigue siendo un tabú en nuestra sociedad y existen muchos mitos alrededor de ella, basados otra vez en temores, prejuicios, ignorancia y falta de información: "Me parece que el tema fundamental es la homosexualidad y es uno de los principales temores dentro de los hombres".

Miramos en la película que la mujer que contrajo el SIDA por una transfusión de sangre no fue despedida de su trabajo y, aunque en muchas situaciones fue marginada y discriminada, fue también objeto de lástima. El homosexual, sin embargo, fue rechazado violentamente por sus jefes, objeto de desprecio y odio. Comentamos así: "Las personas que contagian el SIDA pueden ser discriminadas pero menos que una persona homosexual", y más fuerte es la discriminación si la persona enferma de SIDA es homosexual como todavía tendemos a suponer: "Pero nosotros tenemos esta manía, pues como es homosexual, como es cochón lo discriminamos más".

6.4.2 La "superioridad masculina" rechaza todo lo que es femenino

No se trata, sin embargo, de mostrar que el hombre homosexual con SIDA es más discriminado que una mujer con la misma enfermedad. Las mujeres, por su condición de género, simplemente por ser mujeres, sufren discriminación todos los días y en todos los ámbitos de la vida. El abogado de la película llega a ser discriminado porque los otros hombres de su bufete descubren su homosexualidad y lo rechazan por ser diferente, por el delito de no conformarse al modelo machista, superior de masculinidad. Este modelo desvalora la femineidad y por ende discrimina a las mujeres por considerarlas inferiores. Pero a la vez no permite en ningún momento la incorporación de características femeninas a la identidad masculina predominante. Es el pecado mayor que puede cometer cualquier hombre y merece marginación, enajenamiento, ridículo y castigo. Y no solamente por hombres sumergidos en el modelo machista sino por muchas mujeres también.

6.4.3 La "opción sexual": ¿socialmente aprendida o producto de la naturaleza?

Aprendemos muy temprano en la vida a rechazar la homosexualidad. En nuestra sociedad no se acepta como una identidad legítima de ser hombre o ser mujer: "La sociedad nos enseña la opción "natural". O sea, nos enseña que cualquier expresión de la sexualidad que no sea heterosexual es antinatural, sucia, hasta pecado. Hay una imagen formada del macho, tanto entre hombres y mujeres; enjuiciamos a los demás a partir de esta imagen que generalmente está vinculada a lo sexual. A partir de esto, juzgamos lo bueno y lo malo. Todo lo que es heterosexual es bueno y todo lo que es homosexual es malo".

A pesar de esta etiqueta estereotipada que les ponemos a los homosexuales, hay personas que llegan a asumir una "opcion sexual", una identidad distinta a la que plantea la sociedad: "A nosotros se nos enseña a ser hombre, a ser macho, una serie de cosas. Si uno aprende y opta por aprender lo que se enseña, hay personas que optan por no aprender lo que se les enseña. Y esto no sólo se da en la opción sexual, también se da por ejemplo en la selección de carrera...socialmente uno/a aprende. Hay compañeros/as que se han hecho homosexuales aunque saben que van a ser discriminados y hay otros que optan ser homosexuales a escondidas porque no quieren vivir la discriminación que sufren otros. Tomamos decisiones y asumimos".

Acerca de este tema hubo una intervención muy interesante: "A mí no me dieron opción, no me dieron a elegir si iba a ser heterosexual; yo de repente sentí que era heterosexual. Es una gran discusión, eso de las opciones. Creo que la opción es cuando ya estás conciente, claro de lo que vos querés y de lo que vos sentís, cuando decís "me vale, aunque sea discriminado, yo voy a ser lo que siento que soy".

Sin embargo, si no "optamos por ser heterosexuales", quizás es porque se acepta esta condición como la norma a partir de la cual se construye la sociedad cuyo objetivo es transmitir los valores, actitudes y comportamientos asociados con la heterosexualidad. Se supone que todos los seres humanos somos, por naturaleza, heterosexuales, y que cualquier identidad fuera de este esquema es una desviación a la cual se da un valor inferior en la sociedad. A lo mejor esto también es un mito. Con todos los avances en la ciencia no se ha podido clarificar si la "opción sexual", sea homosexual o heterosexual o bisexual, está definida genéticamente o no. La sociología y la sicología, sin embargo, nos demuestran que sin ninguna duda, el proceso de socialización influye significativamente en la construcción de la identidad sexual de las personas. Hay mucha gente que considera que es una mezcla de las dos cosas. Sin embargo, se interpreta la heterosexualidad como paradigma, desvalorizando, marginando y rechazando todo lo que esté en contra de este paradigma.

Para muchas personas homosexuales, hombres y mujeres, asumir su identidad sexual es un proceso de desaprendizaje, de deconstrucción y reconstrucción de sus propias identidades. No es fácil, para muchos/as es un proceso largo y conflictivo que implica cuestionar muchos de los valores que aprenden temprano en la vida. Significa, en muchos casos, rupturas con la familia, los amigos, en el trabajo, la iglesia, etc.

6.5 OTRAS FORMAS DE DISCRIMINACION:

Además de la discriminación en contra de personas con SIDA y de homosexuales, miramos claramente en la película otras formas de discriminación que también se presentan en nuestra sociedad: discriminación racial y sexual; en contra de los pobres; en contra de los latinos, etc. En nuestra realidad, nosotros, incluso discriminamos por otras causas; "en contra de gente fea, baja, más negra que nosotros, más blanca que nosotros; por ser mujeres; por ser más jóvenes". Todos/as discriminamos en ciertas circunstancias pero en otras somos los/las discriminados/as: "Nosotros los pobres siempre hemos sido marginados". Si bien es cierta esta declaración, deberíamos tomar en cuenta que la mujer pobre siente esta marginación dos veces: por ser pobre pero en primer lugar por ser mujer.

Aprendemos a discriminar: "La discriminación no la traemos naturalmente, la aprendemos". El sistema hace que discriminemos: "Al final de la película cuando vi los niños pequeños pensé que han habido estudios de los niños pequeños y no tienden a discriminar, por ejemplo si uno es negro. Empiezan a jugar; no son diferenciados si son hombres o si son mujeres... hablo de niños muy pequeñitos. Entonces, después, en poquito tiempo empiezan a diferenciar, por diferentes razones. La discriminación que se ejerce en la sociedad se basa a partir de los valores que nos inculcan socialmente - en el proceso de socialización" -.

6.6 DISCRIMINACION: A MANERA DE CONCLUSION

6.6.1 Discriminamos porque nos sentimos superiores

Dentro del esquema machista hay un fuerte sentido de superioridad y a partir de ello discriminamos en contra de toda manifestación de masculinidad o femineidad que no sea permitida por el esquema: "Discriminamos porque nos sentimos mejores, superiores, poderosos en relación con los demás. Debemos seguir reflexionando entre todos sobre la necesidad de la igualdad, reconociendo las diferencias esenciales o la esencia de la diferencia y superar las diferencias aparentes".

6.6.2 Discriminamos a partir de los temores, prejuicios y amenazas

No debemos olvidar que nosotros también formamos parte del sistema que estaba representado en la película. Tal vez no tengamos el mismo poder que tienen estos abogados, hombres blancos y ricos, pero sí, sin ninguna duda, compartimos muchos de sus temores, prejuicios y hasta comportamientos: "Pero también discriminamos porque sentimos temor a lo diferente, a lo no conocido. La homosexualidad es una amenaza para nosotros porque no la entendemos. Pues es más facil alejarla, marginando y juzgando a los homosexuales, castigándolos, burlándonos de ellos".

6.6.3 La discriminación que vivimos nosotros, las mujeres la viven dos veces

Es un sistema patriarcal que valora todo lo que es tradicionalmente masculino dando a la vez menos valor a lo que se considera femenino. Y por esto las mujeres siempre han vivido y siguen viviendo oprimidas por nosotros los hombres. Y cuando nosotros sentimos discriminación por ser moreno o por ser nicaragüense, tenemos que recordar que las mujeres la sienten dos veces: por ser nicaragüenses o por ser morenas, iguales como nosotros pero también y en primer lugar simplemente por ser mujeres, por su condición de género. Sucede lo mismo con lo de la homosexualidad. Los hombres heterosexuales consideramos que nuestra forma de ser hombre es la identidad masculina definitiva, la mejor, la forma más "natural" de vivir la masculinidad. Algo que va en contra de lo que somos nosotros, cuando nosotros representamos todo lo que es positivo, natural, bueno, fuerte, etc., lo rechazamos, lo marginamos, lo discriminamos, lo castigamos y lo queremos eliminar. La lógica que existe dentro de nosotros nos hace considerar a los homosexuales como seres inferiores, casi iguales a las mujeres. Los ponemos más abajo, valen menos que nosotros y merecen, entonces, el mismo tratamiento que las mujeres. Esta discriminación que sienten las mujeres, de una cierta forma la sienten también los homosexuales. Por eso muchos no pueden declararlo públicamente y vivir sus vidas como quisieran, por la presión de la sociedad, por todos estos "valores masculinos" que dominan en la sociedad.

 

6.6.4 Evitando la discriminación

En algunos casos podemos cambiar nuestra posición en la sociedad para que no se nos siga discriminando. Por ejemplo un pobre podría llegar a ser rico, y los jóvenes siempre llegan a ser adultos, y por eso no están sujetos siempre a la misma discriminación. Pero hay ciertas cosas a partir de las cuales nos discriminan que no podemos cambiar y que están vinculadas con nuestra "condición" de ser. Una persona negra siempre sigue siendo negra y sujeta a la discriminación racial. Puede tomar medidas para disminuir los efectos de la discriminación, pero no puede cambiar en sí su condición, la cual provoca en primer lugar la discriminación. De igual forma las mujeres no pueden dejar de ser mujeres y son víctimas de discriminación por su condición de género, sin importar su posición en la sociedad, aunque sí, las formas de discriminación puedan variar según distintas circunstancias.

6.6.5 El reto: cambiarnos para ser menos discriminadores

Reconocemos que nosotros como hombres ejercemos discriminación en primer lugar en contra de las mujeres pero también en contra de los hombres que no se conforman al esquema estereotipado de como debe ser el hombre en la sociedad. Particularmente discriminamos en contra de los homosexuales. Nos preguntamos si debemos aceptar esta discriminación y seguir siendo parte de los discriminadores, o si es posible cambiarnos. Alguien comentó y muchos estuvimos de acuerdo: "Nosotros como parte de la sociedad tenemos un rol transformador de la misma y de los prejuicios y mitos que nos dan una visión distorsionada de la realidad". Consideramos que, "podemos superar si comenzamos en la casa, con nuestras mujeres, en la familia; debemos comenzar a dejar de ser discriminadores, hacer realidad el hecho de que todos y todas somos hijos e hijas de Dios." "La solidaridad familiar ayuda a superar discriminaciones; hay que trascenderla al ámbito social, a lo público". "Podemos cambiar, debemos potenciar nuestros sentimientos, nuestra sensibilidad humana. Hay que respetar y reconocer la dignidad y los derechos de los y las demás". Pero no es tarea fácil porque significa que tenemos que "ponernos en el lugar del otro. Lo que no queremos para nosotros que no lo querramos para él. ¿Qué significaría para nosotros, por ejemplo, tener esta enfermedad, estar rechazados por nuestra familia, por nuestras amistades, en el colegio, en el trabajo...?"

6.6.6 Otro reto: no seguir automarginándonos

"Antes no teníamos la libertad de hacer estas reuniones porque estábamos automarginados. Hoy en día nos estamos liberando más. Me parece que los primeros en reunirse no lo hicieron con tanta libertad porque tenían temor sobre lo que decía la gente, el resto de la sociedad. Como hombres tenemos que ir buscando alternativas para ir cambiando la sociedad y a nosotros mismos. Podemos comenzar en nuestro hogar, con nuestras familias, porque no solamente somos marginados sino que marginamos a la mujer. Marginamos y somos automarginados. Cuesta mucho pero hay que comenzar". Pero ya hemos comenzado: "Tenemos que seguir en este proceso de reflexión colectiva, entre hombres apoyándonos con aportes de las mujeres (la discriminada justamente puede aportar). La persona discriminada es la que quiere cambiar la situación. El que discrimina no, él prefiere que sigan las cosas iguales".

6.6.7 Dejar de engañarnos para poder transformarnos

Creemos que es posible cambiar, transformarnos, pero estamos concientes que no va a ser una tarea fácil ni va a suceder de la noche a la mañana: "Tenemos una tarea muy grande por delante. Aquí nos dan unas pautas para ver lo que podemos hacer. Aunque seamos pequeños, negritos o cheles, lo que sea, todos somos hijos de Dios y debemos tener la conciencia que todos somos iguales".

Muchos de nosotros sentimos mucha simpatía con el protagonista de la película "Filadelfia", nos identificamos con su lucha por la justicia, con su determinación, convicción y compromiso. Al momento de su muerte nos sentimos tristes: "Y la muerte es lo que nos enseña también que no discrimina y ante el dolor y el sufrimiento de un ser humano nos conmovemos. En algún momento alejamos el sentido del homosexual que está allí y nos vemos con él en la muerte y allí nos hermanamos. Y allí no hay colores, ni clases sociales tampoco".

Ojalá podamos llegar a este nivel de solidaridad también en la vida, dejando de discriminar, rompiendo esquemas, juzgando a las personas por sus cualidades humanas y no por los temores, prejuicios e ignorancia que hemos aprendido a lo largo de la vida. En sí el gran reto que nos queda es el de "desmitificar" esta mentira de la superioridad masculina y aprender a tratar a todos los seres humanos, mujeres y hombres, con el mismo respeto. Dejemos de vivir fantasías que nos dañan a nosotros mismos, a las esposas y compañeras y a nuestros niños y niñas: "Al final de cuentas no somos nada. Todo es un mito, es una fábula que nosotros aceptamos, pero sabiendo que estamos engañados".

7. CONCLUSIONES GENERALES

No es posible ni conveniente seguirnos engañando, pero siendo realistas, sabemos que cambiarnos no es tarea fácil. Las presiones de los amigos, de los compañeros de trabajo, de la familia, de las mujeres mismas; los temores a que nos marginen, que se rían de nosotros, que nos digan "cochónes", etc., están siempre presentes y limitan seriamente nuestra capacidad de poner en práctica la teoría que aquí hemos descubierto y hasta creado.

Desde nuestras vivencias hemos afirmado que hombres y mujeres somos iguales:

Somos iguales como seres humanos en nuestra capacidad de pensar.

Somos iguales en la posibilidad de realizar trabajo físico.

Somos iguales en nuestra capacidad de llevar a cabo trabajos intelectuales, en inteligencia.

Somos iguales en nuestra capacidad de tener sentimientos (ambos somos tiernos, cariñosos, vanidosos y cautelosos).

Somos iguales en relación al deseo y placer sexual.

Somos iguales cuando queremos cumplir algo.

Ambos, mujeres y hombres tomamos iniciativas, tenemos habilidades, capacidad de decidir. Tenemos belleza física (natural); compartimos cariño. Ambos producimos.

Afirmando esta igualdad, hemos cuestionado el mito de la superioridad masculina, una ideología equivocada que trae, en primer lugar consecuencias catastróficas para las mujeres, bloqueando su desarrollo como seres humanos y limitando sus posibilidades de realizarse como personas con derechos propios.

Este mito nos conduce a la creación de divisiones genéricas que prolongan la subordinación de las mujeres, quienes poco pueden realizar sus potencialidades fuera del ámbito doméstico. Y en búsqueda del mantenimiento de nuestro poder y control, nuestra hegemonía, nos lleva a la violencia en todas sus expresiones: física, psicológica, emocional...

El falso paradigma de nuestra identidad masculina tampoco nos permite aceptar otras expresiones de como ser hombre, otras identidades masculinas, limitando nuestro propio desarrollo como humanos con necesidades sentimentales y emocionales, de cariño y de ternura. Reconocer estas necesidades es interpretado como demostrar debilidad y por ende antimasculino, y nos lleva a discriminar a hombres que salen del esquema establecido y especialmente a hombres homosexuales, conduciéndonos, otra vez, a la violencia... Reconocemos, sin embargo, que el mismo mito de la superioridad masculina se concreta en nuestra historia y vida cotidiana por medio de los procesos de socialización que hemos vivido y que hemos creado. Estos procesos, por ser construcciones humanas, pueden ser modificados y transformados. Este es el reto que se nos plantea y que los participantes en el taller hemos identificado.

Por el hecho de cuestionar aquello que consideramos como esencia de la masculinidad y de nuestra identidad, debemos enfrentarlo desde nuestra individualidad y cotidianeidad de la siguiente forma.

Desarrollar, en el seno de nuestras familias, en nuestros centros de trabajo, en todos los ámbitos de la vida, relaciones y prácticas más justas, más humanas y más igualitarias;

Buscar como tratar sin discriminación a las mujeres y a los hombres, a los niños y a las niñas, sin importar las diferencias, de género, de vivir la sexualidad, de edad, de color;

Aceptar a todo ser humano por sus cualidades de persona y no marginarlo por ser diferente a nosotros. Las diferencias nos enriquecen y reafirman nuestra individualidad y condición humana.

8. ANEXOS

8.1 ANEXO 1: Resultados del primer trabajo de grupo.

A) Animales con los cuales nos identificamos y sus características:

LEON:

- El león tiene buen dominio y poder en su territorio. - Tiene mayor capacidad que la de otros animales. Existe coordinación entre él y su pareja (mientras él caza, ella cuida los cachorros). - Tiene mucho gusto o apetito para las partes genitales de las hembras. - Da dominio o libertad a los hijos cuando lo pueden hacer. - Es imponente; es listo; es el rey; es una leyenda; tiene una buena figura. - Tiene el respeto de todos los demás animales. - Tiene fuerza, poder, decisión, imposición. - Porque nos llevan todo. - Es agresivo; ágil; fuerte; atento; precavido. - Es peligroso.

TIGRE:

- El tigre es fuerte, ágil, dominante, el rey - También es hábil y cazador, audaz, precavido, agresivo

CABALLO:

- El caballo es trabajador. - Es muy resistente. - Como el caballo, me gusta "algunas" veces caminar. - Comparte con los demás animales. - No es muy celoso con otros animales. - Compite y da lo que tiene. - Es mi horóscopo chino. - El caballo (Macho) es fuerte. - Tiene dominio (control); fuerza (vigorosidad); es brioso (cautela); veloz (agilidad salvaje); inteligencia.

MONO:

- El mono es alegre. - Tiene seguridad; energía, decisión, sinceridad, agilidad; ansias de superación. - Es el animal que representa la forma en que uno como hombre debe querer y estimar a su familia; por lo tanto me identifico con ese animal.

 

PERRO:

- El perro es uno de los animales en los cuales me represento por ser una persona algunas veces a la defensiva. - Se cuida a sí mismo y es fiel y además por la audacia que lo caracteriza. - Es impulsivo; decidido, de mal humor, con inteligencia. - El perro "hace lo que quiere y lo que le gusta".

COCODRILO:

- Puede vivir en agua y tierra. - Es tapudo, fuerte, duro, tenaz; - Vive escondido en una vida no identificada. - Es agresivo, tosco, malcriado, ofensivo.

GATO:

- El gato es audaz. - Es un animal apartado de los demás. - Es precavido, manso, receloso

EL OSO:

- Por la fuerza, la independencia, la capacidad de vivir solo, ser violento cuando es necesario. - Es peludo; hermoso; fuerte; tierno; inteligente.

PALOMA:

- Es blanco y limpio. - Volar es lo máximo

HORMIGA:

- Demuestra solidaridad, honestidad, coordinación, responsabilidad, lealtad. - Es trabajador; muy responsable en las labores; inteligente, no es haragán.

AGUILA:

- Es veloz, inteligente, de vista extraordinaria, cazadora efectiva, audaz.

BUHO:

- Por ser un animal muy observador me da la impresión que es un animal muy inteligente.

GALLO:

- Es mujeriego; orgulloso.

CONEJO:

- Es blanco y limpio.

LOBO:

- Por aullar; por comer de todo; por estar en la selva.

VENADO:

- El venado es dócil; ágil.

COLIBRI:

- El colíbrí tiene un canto agudo.

ABEJA:

- Es fraterno.

RATON:

- Es cuidadoso, pequeño, hábil.

LEOPARDO:

- Tiene fuerza, furia; es ofensivo.

TORO:

- Es ágil, bravo, fuerte, grande.

HALCON:

- Por su vista y garras.

LORA:

- La lora habla todo.

CADEJO:

- Tiene capacidad de movilidad rápida.

También se mencionaron los siguientes animales como simbólicos de la masculinidad pero no se les asignaron características específicas: pez, cascabel, pantera, conejo, cusuco, gorrión, coyote, cabro.

B) Animales con los cuales no nos identificamos y sus características:

PERRO:

- El perro es irresponsable con el núcleo familiar; agresivo con los demás; vagabundo. - No tiene orgullo.

SERPIENTE/CULEBRA:

- Es repugnante; se arrastra; simboliza la maldad; tiene una forma muy fea. - Es ofensiva, antipática, peligrosa, mortal, no grata a la presencia. - Es malévola; egoísta; traicionera; es el animal maldito por Dios.

GALLINA:

- Porque todo el mundo se la come. - Es frágil; idiota; sensible; deja pasar todo.

GALLO:

- Se lo come la "gallina" (la mujer). - Pelea territorio; es egocéntrico (todo alrededor de él); es torpe (solamente demuestra fuerza); no tiene capacidad de negociación (gana o pierde); es dictador. - Gallo ennavajado.

EL LEON:

- Es idiota, fuerte. - Es violento; es símbolo de que no tiene ternura a los otros animales.

BUEY:

- Es sólo para cargar; pasivo; sin poder ejercitar su sexualidad; es manso.

PALOMA:

- Porque en nuestro país tal vez por la situación económica, todas las personas las persiguen para matarlas.

CABALLO:

- Me gustaría un poco pero no me gustaría por haberse convertido en el medio de transporte en el campo más maltratado.

CONEJO:

- Porque se convierte en el alimento de otros animales. - Es frágil, delicado, suave, fino, enamorado de su pareja, sencillo, calmo. - Delicado, mimado, suave, frágil, arisco. - Por ser agresivo; porque tiene hasta 4 conejas; sólo come legumbres.

CERDO:

- Es prejuicioso, necio, vago, antihigiénico; me matarían los sábados. - Porque comen mierda.

BURRO:

- Por su incomprensión; no es inteligente; es incapaz; es machista. - No piensa ni analiza; le hace el amor a la "burra", a la burra.

ZOPILOTE:

- Porque se comen a cualquier animal muerto. - Tienen garras; comen desechos; dientes y colmillos grandes; es muy grande; pesado.

GATO:

- Por la simple y sencilla razón que no se lleva bien con el perro.

CABRA:

- Es despiadada; cruel; sin sentimientos hacia los demás; impotente.

GUARDATINAJA O GUILLA:

- Es perseguido por todo el mundo por su deliciosa carne.

INSECTOS:

- Porque son muy chicos.

PAJARO:

- Es cantor; ágil, fuerte, arisco, sencillo.

ZORRO:

- No me gusta hacerme el zorro.

RATON:

- Porque son muy dañinos.

HORMIGA:

- Porque mucho cargan.

MONA:

- Es delicada, sufrida, débil, chillona.

CUCALA O ANIMAL PEREZOSO:

- Es inofensivo. - Es lento, dormilón, haragán, improductivo, inútil.

PALOMO:

- Porque sólo paloma le ofrecen

TIGRE:

- Se come a las personas.

PAJARILLO:

- Es frágil y débil; aunque hábil y veloz.

SAPO: - Tiene lengua larga; es hablador, jodedor; metido; tapudo.

También se mencionaron los siguientes animales pero sin asignarles ninguna característica específica: Mariposa, cabro, gato, perra, yegua, vaca, rana.

8.2 ANEXO 2: LISTA DE PARTICIPANTES

MUNICIPIO DE MATEARE

1 Rommel Ramos S. Presidente de la FES 2 Guillermo Vega Grupo de Jóvenes

CISAS (Centro de investigaciones, servicios y asesorías sobre la salud), de la CST 8 cuadras al sur, 17vs abajo, Managua. Tel: 661662; Fax: 224098.

3 Vladimir Norori Muñoz Conductor, CISAS 4 Denis Meléndez Director Administrativo 5 Gustavo Hernández G. Coordinador de equipo

CAPRI, Del Cine León, 1 cuadra arriba, Managua. Tel: 660490

6 Juan José Navarro Martínez Promotor 7 Victor J. Flores C. Asesor metodológico

CIUDAD SANDINO (Proyectos apoyados por CANTERA).

8 William Raúl Picado P. Promotor en salud. 9 Juan Jiménez V. Instructor proyecto "Los Cumiches". 10 Marlon J. Bravo M. Promotor de deporte. 11 Jorge Miguel García G. Promotor de educación. 12 Edwin Gutierrez González Instructor pintura.

CANTERA, De la plaza de Sol, 2 cuadras al sur, 1 arriba, Reparto Pancasán, Managua. Tel: 75429 Tel/Fax: 780103

13 Victor Manuel Nuñez R. Conductor. 14 Alfredo V. Sánchez S. Vigilante. 15 Alejandro Ruíz M. Responsable, proyecto de jóvenes. 16 Pedro José Gutierrez Conductor. 17 Marvin Henríquez V. Dibujante. 18 Martín Ugarte J. Agrónomo.

GRUPO DE HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, Tel: Managua 663970

19 Fernando Carcache B. Promotor juvenil. 20 Aníbal Martínez A. Miembro del grupo.

INAA/SNV, NUEVA GUINEA, Zelaya Central. Tel: (085) 8001/80098

21 Remigio Rivas B. Administrador social 22 Carlos J. Rivas N. Director DAR-INAA. 23 Ariel León B. Promotor social. 24 Osmundo S. Orozco Responsable de promoción social. 25 Isidoro Guzmán S. Promotor social. 26 Freddy Aragón S. Coordinador UNOM. 27 Douglas Sandino D. Responsable de Microcuenca. 28 Efrain Duarte O. Promotor social. 29 Martín Reyes López Técnico del MED. 30 Cristobal Cruz C. Promotor social. 31 Oscar Sánchez G. Coordinador PASOC.

SNV (Servicio holandés de cooperación al desarrollo), Managua Tel: Managua 70817/785181.

32 E. Ariel Montes de Oca Director adjunte.

PROYECTO "MARY BARREDA", LEON, Tel: 2259

33 Francisco Javier Parajón R. 34 Pedro Pablo Orozco R.

SWISS AID, TOLA, RIVAS.

35 José Francisco Rodríguez. 36 José A. Martínez Castillo. 37 Justo Obregón Ruíz. 38 Amadeo Ramón Rivas.

PROGRAMA "NAKAWE-COOPIBO", NINDIRI, Tel: 3671

39 Santos Gilberto Carbajal, comarca el Portillo. 40 Donald Aragón Obando Administrador del proyecto.

SAN JUAN DE LA CONCEPCION

41 Alejandro Carballo Ruiz Promotor de medicina natural. 42 José A. Carballo H. Promotor de medicina natural.

FUNDACION "ENTRE MUJERES", ESTELI

43 Nelson Zamora Palma Técnico veterinario Zootecnista. MOVIMIENTO AMBIENTALISTA NICARAGUENSE, MANAGUA, Tel: 74835

44 Oscar Antonio Alvarez P. Promotor, programa de género y desarrollo sostenible. INDIVIDUAL

45 Augusto Neftaly Quintanilla Ramírez, colonía 14 de septiembre Managua. Tel: 666233.

EQUIPO COORDINADOR

46 Freddy Morales Coordinador, equipo rural, CANTERA. 47 Ramón González Equipo rural, CANTERA. 48 Patricio Welsh Equipo rural, CANTERA.

 


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