HOMBRE, VIOLENCIA Y CRISIS SOCIAL

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HOMBRE, VIOLENCIA Y CRISIS SOCIAL

CURSO DE MASCULINIDAD Y EDUCACION POPULAR
SEGUNDO TALLER

11 y 12 de mayo 1995, Managua

Cantera

OBJETIVO GENERAL

ANALIZAR LAS RAICES DE LA VIOLENCIA EN LOS HOMBRES, SUS EFECTOS EN ELLOS, SUS FAMILIAS, LA SOCIEDAD Y SU RELACION CON LA ACTUAL CRISIS SOCIO-ECONOMICA.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Analizar los rasgos de violencia presentes en los juegos infantiles como elemento constructor de nuestra masculinidad.

Analizar la incidencia y causas de la violencia en nuestra historia personal.

Relevar la violencia diaria, a partir de los periódicos, y sus víctimas más frecuentes.

Profundizar en los efectos de la violencia y conocer algunas acciones organizadas en contra de ella.

Proponer acciones para transformar esta realidad desde lo personal, familiar, social, laboral, etc.

INDICE

1. INTRODUCCION

2. LA VIOLENCIA Y LOS JUEGOS INFANTILES MASCULINOS

2.1. Los juegos infantiles
2.2. Los juegos infantiles y su contenido de violencia
2.3. En los juegos también somos provocadores de violencia
2.4. Los juegos favorecen a los fuertes y marginan a los débiles
2.5. Los juegos infantiles como elemento en la construcción de la masculinidad
2.6. Los juegos infantiles y la violencia: a manera de conclusión

3. VIOLENCIA: TIPOS, CAUSAS Y EFECTOS

3.1. La violencia física: tipos, causas y efectos
3.2. La violencia psicológica
3.3. La violencia y el desarrollo sexual
3.4. La violencia, el trabajo y la crisis social
3.5. La violencia masculina y el abuso de alcohol
3.6. La violencia y los medios de comunicación
3.7. La violencia y la imposición ideológica
3.8. A manera de conclusión

4. LA VIOLENCIA Y SU INCIDENCIA EN LA VIDA COTIDIANA DE LAS MUJERES Y DE LOS HOMBRES

4.1. El maltrato físico de las mujeres. Resultados preliminares de una investigación realizada entre mujeres en León
4.2. Mujeres, sobrevivientes de la guerra doméstica
4.3. Los efectos de la violencia en los hombres

5. DEBATE Y DISCUSION: PROFUNDIZANDO SOBRE LA VIOLENCIA

5.1. La violencia: Profundizando el cómo la experimentan las mujeres en la vida cotidiana

5.1.1. El ciclo de la violencia
5.1.2. La violencia doméstica y las rupturas en las relaciones de pareja
5.1.3. La violencia en cadena y cruzada
5.1.4. La violencia y las diferencias de clase
5.1.5. Violencia entre mujeres y ejercida por mujeres: el aumento de la delincuencia femenina

5.2. La violencia: Profundizando el cómo la experimentan los hombres en la vida cotidiana

5.2.1. Los hombres también experimentamos violencia
5.2.2. Formas en que los hombres experimentamos la violencia
5.2.3. Violencia: problema de "otros hombres"
5.2.4. La violencia y el contexto/entorno social
5.2.5. La responsabilidad personal y colectiva
5.2.6. Violencia y transformación personal e institucional
5.2.7. La violencia, la perspectiva de género y el cambio

6. HACIA NUEVAS PRACTICAS NO VIOLENTAS: PROPUESTAS Y PISTAS DE ACCIONES POSIBLES

6.1. A nivel personal
6.2. A nivel familiar
6.3. A nivel laboral
6.4. A nivel social
6.5. A nivel político
6.6. A manera de conclusión

7. HOMBRE, VIOLENCIA Y CRISIS SOCIAL: CONCLUSIONES GENERALES

8. ANEXOS

8.1. ANEXO 1: Descripción de los juegos infantiles
8.2. ANEXO 2: Análisis del contenido de violencia en los cuatro periódicos nacionales de mayor circulación en el país
8.3. ANEXO 3: Comentarios sobre la película "La Guerra"
8.4. ANEXO 4: Lista de participantes


1. INTRODUCCION

La violencia en nuestra sociedad está aumentando en proporciones alarmantes. A diario los periódicos están llenos de actos violentos: asaltos, violaciones, maltrato de las mujeres y la niñez, asesinatos, delincuencia... Y es rara la persona que no ha sido víctima de robo en el bus o en la calle, muchas veces con violencia física o bajo la amenaza de ella. Es particularmente alarmante el aumento de violencia física, sicológica y sexual en contra de las mujeres.

En este taller, el segundo de una serie de tres que forman un curso de Masculinidad y Educación Popular, hemos intentado abrir, entre hombres, un espacio de reflexión crítica sobre la violencia. Partiendo de nuestras propias experiencias de haber sentido la violencia, de una forma u otra, arrancamos con un análisis de la violencia en los juegos infantiles y como ésta influye en nuestra formación como hombres: los valores, actitudes y conductas que los juegos inculcan en nosotros. Reflexionamos también, a nivel personal y en grupos heterogéneos, sobre la incidencia de la violencia en todas sus manifestaciones, en nuestras historias personales, concentrándonos en la violencia que hemos ejercido en contra de otras personas y cuando hemos sido violentados. De esta forma pudimos develar los diferentes tipos de violencia que hay en nuestra sociedad y entrar en una reflexión y análisis de las causas de la violencia y sus efectos en las mujeres, la niñez y en nosotros mismos.

Tuvimos la oportunidad, también, de conocer tres iniciativas de mujeres y hombres activamente involucrados en acciones concretas en contra de la violencia: la Red de mujeres contra la violencia, el colectivo de mujeres "Las Golondrinas" y el grupo de hombres contra la violencia, de Managua. Incluímos en esta memoria el contenido de sus exposiciones y del debate que se dio, que nos permitió profundizar más nuestra comprensión de las causas y efectos de la violencia.

Al reconocer que la violencia es producto de nuestra socialización, nos damos cuenta que así como aprendimos a ser violentos, también podemos desaprender la violencia y cuestionarnos a nosotros mismos proponiéndonos algunas pistas de acciones posibles.

Esperamos que las reflexiones recogidas en esta memoria sean útiles a hombres y mujeres interesados/as en la construcción de relaciones de género más justas y sin violencia.

2. LA VIOLENCIA Y LOS JUEGOS INFANTILES MASCULINOS

2.1. Los juegos infantiles

Para entrar al tema de la violencia nos dividimos en grupos (según los distintivos que se entregaron a los participantes y que hemos incorporado a lo largo de esta memoria) y recordamos los juegos que practicamos en nuestra infancia y niñez. Luego, cada grupo escogió uno para representarlo en el plenario, rescatando los elementos de violencia, competencia, discriminación, etc. y los sentimientos que provoca su papel en nuestra educación/construcción social. Los juegos representados fueron: el "venadito", "arriba", "las cutachas (espadachines)", "macho parado" y "los buenos y los malos". (Veáse anexo 1 para descripciones de estos juegos). Las cutachas, un juego extremadamente violento, escogido por 3 de los 8 grupos, fue "el juego más representado como entrenamiento de autodefensa con la violencia. Este tipo de juego viene de familia en familia. Se da comúnmente en el campo". Y como todos/as sabemos ha cobrado sus cuantas víctimas. A continuación presentamos una síntesis de lo discutido en los grupos y compartido en el plenario.

2.2. Los juegos infantiles y su contenido de violencia

(Incluir en esta sección dibujo #1.)

Miramos que la violencia en los juegos puede manifestarse de distintas formas: "La violencia no es sólo golpes, también hay violencia verbal, moral; no escuchar la expresión de los sentimientos". Comentamos que en los juegos se manifiestan "dos formas de violencia: física y sicológica (la burla) que provocan 2 tipos de dolor. Los golpes más duros que llevamos en la vida no son siempre físicos. Muchas veces son golpes morales". Como mencionó alguien: "Hay violencias de violencias. Tenemos que ir descubriendo y reduciendo estas formas de agresión. Muchos niños prefieren que sus padres les peguen a que los vivan regañando. El regaño abusa, condena, interroga, lastima y hace daño..." Lo hacemos en los juegos infantiles, regañando, abusando, haciendo daño a los demás, imitando el entorno social que nos rodea, y para luego aplicarlo otra vez al mismo entorno.

Hubo acuerdo que "buscamos los juegos más violentos, más "masculinos", y que en la realidad nos hemos inclinado hacia estos tipos de juego". Y, aunque hay grados distintos y manifestaciones variadas de violencia en los juegos infantiles, "todos los juegos tienen elementos o de violencia en sí o de competencia violenta".

Hoy en día, los niños siguen jugando los mismos juegos que nosotros jugábamos, pero también tienen otros juegos más sofisticados, modernos: "Ahora el niño puede manipular la violencia por medio de la tecnología. Los famosos nintendos. El niño puede seleccionar juegos violentos según su gusto. ¿Hasta dónde nos va a llevar y qué podemos hacer para frenar esto?" Existe el temor de que muchos niños y jóvenes, al jugar mucho con estas máquinas electrónicas, pierdan sentido de la realidad: "Incluso hay algunos juegos actuales que se confunden con la realidad. Dicen que la guerra del golfo fue una especie de juegos de guerra electrónica".

2.3. En los juegos también somos provocadores de violencia

Y no tenemos que ser sujetos de los juegos para ser partícipes en la violencia. Aprendemos también a jugar el papel de provocadores externos para impulsar o aumentar la violencia en los juegos de los demás: "Generalmente cuando vemos a dos personas que se están agarrando nos detenemos para observarlos... nos da satisfacción... provocamos a una pareja para que pelee y luego nosotros nos sentimos tranquilos".

Durante las exposiciones de los grupos, muchos de nosotros fácilmente hicimos este papel, tal como cuando éramos niños. Después de hacer el rol de provocado en el sociodrama, un tallerista comentó: "Ustedes querían ver sangre, echaron ganas. Hubo abucheos, salieron las cutachas de todos lados". Lo cierto es que estamos gozando, sentimos satisfacción en mirar el pleito entre otros. Sin embargo, al ser provocados por otros no nos sentimos bien, nos sentimos muy presionados, frustrados y divididos entre no querer pelear y no perder reputación de macho: "Yo sabía, desde el primer momento, que era un juego, pero con el primer duelo (de las cutachas) sentí una sensación bastante fea porque me acuerdo de haber visto antes a dos personas que no querían pelear y cómo el entorno los iba empujando y provocando con cuentos y cuechos al conflicto". La presión de los amigos como provocadores externos nos hace ser violentos, aún cuando nosotros no lo deseamos y muchas veces los mismos provocadores son los que no se arriesgan, los que no se meten a jugar. La mayor vergüenza es cuando un provocador se mete, por la presión del grupo y pierde: "ténes que provocar pero cuando te ganan te sentís mal porque el otro queda bien parado".

La gloria, la aceptación por el grupo y el sentir poder sobre otras personas nos incitan a los juegos violentos: "Golpear y ganar puede llegar a gustar". Descubrimos, a muy temprana edad, que el ejercicio de la violencia en los juegos nos garantiza status, respeto, control y poder y por eso intentamos asegurar que los otros "me tengan miedo, para ganar".

2.4. Los juegos favorecen a los fuertes y marginan a los débiles

La violencia en los juegos, sea física o moral, también nos lleva a discriminar y marginar a los niños que no quieren participar:

"yo distingo la violencia física visible y la violencia que está encubierta en la forma en que se conceptualiza el pequeño, el débil, el indio, etc. O sea, se mezclan toda una serie de conceptos de valoración de la otra persona que traemos en nuestra propia educación en la casa; una serie de cosas como el racismo, la discriminación, etc. Lo que pasa es que solamente miramos lo que es la violencia física y esto es lo que consideramos y calificamos como violencia".

Los juegos infantiles son sumamente discriminatorios. Aíslan a los débiles, a las mujeres, marginan, crean divisiones y hasta son racistas: "De hecho, con los juegos nos venimos haciendo un tipo de sectarismo, de divisionismo y racismo que también cruzaba en algunos momentos". "Al niño que no se pone de acuerdo a jugar con nosotros estos juegos violentos, lo marginamos".

Aprendemos a rechazar demostraciones de debilidad (asociadas con la femineidad) en nuestros compañeritos, y a aislarlos. Analizando su participación en el juego "los buenos y los malos", un tallerista comentó: "Cuando ya son varios huevones y lo maltratan, se siente uno débil. Al comienzo me sentí muy fuerte porque quería pelear con uno o con dos pero con tres encima, soy un cadáver. Cuando me agarraron me sentí en el piso derrotado totalmente. Y cuando llegó mi mama a salvarme empecé a ponerle quejas que me estaban pegando, maltratando. Y mama, como siempre protegiéndome, echando la culpa a los demás, cuando yo fui quien arreglé el juego con ellos. Y se burlaban de mí: la mariquita, que siempre llega la mama a traerlo. Allí uno se siente bajo, totalmente débil ante los demás compañeros".

Estas manifestaciones de debilidad, no permitidas en los juegos entre niños y jóvenes, tampoco lo son en la vida real: "Yo era un niño chiquito limitado, aislado, extraño, señalado, acomplejado porque no era capaz de tener la fuerza de los otros. Sentí que no jugaba los juegos que jugaban los hombres. Una vez pasó un lustrador cerca de la casa diciéndole vulgaridades a mi hermanita y mi papa me grita: "¿no sos hombre para defender a tu hermanita?". Y yo me voy detrás del lustrador para demostrar a mi padre que era hombre y el maje me pegó una cachimbeada...y regresé sintiéndome peor que una cucaracha, pues. No me sentí hombre, ni valiente, ni capaz. Estaba defraudando a mi padre. Para un niño esto es cosa seria. Mi padre quería que fuera violento, que fuera agresivo. Yo me sentía de lo más inseguro. Esto repercute en el desarrollo de la personalidad. Por suerte ahora estamos manejando todas estas cosas para que salgamos de la brutalidad en que caen muchos padres, con mucho amor. Para que su hijo no sea maricón le da una arma y le dice "¡dispará hijueputa!". "No papa, me da miedo"... un chavalito de 4 años. "¡Dispará!, o, ¿sos cochón o que..?" "Sí, soy cochon...". Pero no disparé. Imagínense el daño que está haciendo este padre a su hijo".

Por formas como éstas en que tratamos a los niños más débiles en los juegos y en la vida real se acomplejan y se aíslan. No pueden sentirse "hombres de verdad".

(Incluir aquí dibujo #9 con la siguiente frase abajo: "¡Dispará!, o, ¿sos cochón o que..?")

Se habló también de las divisiones clasistas en relación con los juegos infantiles. Alguien comentó: "Los hijos de los ricos no juegan con los pobres. Son más finos". "Los hijos de los ricos no se meten a estos tipos de juegos, por la influencia ecónomica y política de sus padres y por eso vienen siendo más finos. En los barrios la vida es más dura para los chavalos que andan descalzos, vendiendo tortillas o periódicos. Los tipos de juegos que los niños realizan tienen su relación social".

Sin embargo, si bien es cierto que no juegan o que juegan muy poco con los niños pobres, entre ellos sus juegos también llevan elementos de violencia: "yo fui formado en mi casa a leer y a escuchar y tenía un rechazo natural a la violencia porque no se practicaba mucho en la casa. Pero en los juegos entre los niños ricos hay mucha violencia, sobre todo cuando se juntan con otros niños de otras clases sociales. Allí los niños ricos llevan el liderazgo porque así han aprendido: que tienen que dominar a otros. Mi padre era militar y estaba preocupado porque yo no peleaba. El tomó una decisión: que yo tenía que pelear y demostrar que era capaz de defenderme a mí mismo. Para mí era algo como contra natura, yo pasaba más amistoso. A los 8 años tenía que demostrar. Mi padre quedó como a una cuadra esperando a que cuando me provocaran yo respondiera. Y tuve que responder y me gustó tanto que después golpeé a todos los niños sistemáticamente. Fue como una lección. Claro que se estableció una relación de respeto pero tengo este recuerdo como bien marcado, de la obligación. Y me acuerdo exactamente el día y la hora que me sucedió esto. En ciertos momentos uno tiene que tomar ciertas actitudes que no valen la atención".

(Incluir aquí dibujo #12)

2.5. Los juegos infantiles como elemento en la construcción de la masculinidad

Venimos descubriendo, también, que los juegos son uno de los elementos constructores de nuestra identidad masculina, del machismo y de que son integradores de la violencia: "Y me parece que el juego demuestra toda esta serie de pequeños detalles que forman la concepción machista de lo que significa ser hombre en nuestra sociedad. Nos hemos aferrado más a la concepción machista, que teníamos que ser así porque así fueron nuestros padres".

Tanto en la vida real como en los juegos "el deseo o la presión de imitar a nuestros papas es muy fuerte", e incluso "imponen las reglas de los juegos". De hecho, los juegos son un instrumento importante en nuestra socialización: "Desde niños nos formaron para ser machistas. Era como un molde. Nuestros padres también colaboraron en esta construcción de machismo. A través de los juegos uno aprende a ser violento y demostrar que es más hombre. Y a las mujeres las apartamos y siempre como chavalos, como niños, queríamos demostrar que nacíamos hombre. Y a los que no les gustó el juego los marginábamos, y los calificábamos como cochones".

A través de los juegos, desde muy jovencitos, empezamos a aprender los roles génericos que la sociedad asigna a los hombres y a las mujeres: "También jugábamos un juego muy importante que nos gustaba bastante: "el papa y la mama" en el cual jugaban no solamente varones sino mujeres también. Un varon era el padre y ése iba a imponer cosas, las reglas del juego: "esta es la casa, vos sos la mujer y ustedes son los niños". Entonces este varón se iba a comportar como padre y como machista. En este juego, intentamos imitar a nuestros padres y ya se venía cultivando el machismo".

Como parte integral del rol genérico masculino aprendemos que ser violento es ser hombre y nos premian por ser violentos: "eso, el ser violento le da a uno la característica de ser hombre. Esta característica está definida para el sexo masculino. La violencia está determinada así de esta manera. Yo en la escuela peleaba 4 o 5 veces al día. Incluso mi hermano mayor me decía, "toma un rialito, un chelín, porque peleaste con estos fulanos". Me acuerdo que un 30 de mayo había un acto en la escuela. Estábamos con un mecate, con una campana y el resto de la gente, y estábamos boxeando con guantes y todo. Yo boxeaba con un muchacho que era amigo mío. Nos agarrábamos cuando sentí un garrotazo en esta parte de aquí. Y era mi mama que me estaba apiando. Si hubiera sido mi padre me hubiese aplaudido. La violencia identifica al género, al género masculino".

Otro participante compartió su propia experiencia comentando también la influencia de sus hermanos y padres en su formación como hombre: "A la edad de 10 años jugaba con espadas de madera y hubo una vez en que competía con otro chavalo de 12 años. Por haber ganado peleé duramente hasta quedar de enemigo; ésa fue mi primera batalla. Después de varios años que yo era menor de edad, mis hermanos mayores me obligaron a trabajar fuertemente en el campo. A la edad de 15 años ya me gustaban las chavalas pero mis padres eran delicados y me impidieron hacer noviazgo; hasta que alcancé la edad de 18 años, ya era permitido".

A pesar del contenido de violencia en los juegos infantiles, y las actitudes, valores y comportamientos negativos que aprendemos y aplicamos a la vida, pensábamos que los juegos también tienen su función positiva en nuestra formación: "Hay juegos que no son en sí muy violentos, por ejemplo, la "carrera de caballos" y otros juegos que son saludables y que no reflejan violencia en la vida, por ejemplo jugar "el escondido". Para montar cualquier juego necesitan estar presentes los elementos de cooperación y coordinación, valores positivos para los niños. Sin embargo, muchas veces estos llegan a tener menos importancia que "los elementos que la sociedad y la cultura imponen, los componentes de violencia. En el momento de practicar esos juegos "no violentos" hicimos más o menos violencia porque allí entraron elementos de competencia, discriminación, etc. Tal vez no tengan en sí, elementos de violencia física pero sí terminan teniendo características de dominación, opresión, discriminación y de superioridad, como era el "del papa y la mama", por los roles que se juegan".

Los juegos infantiles son importantes en el desarrollo de la personalidad individual y colectiva: "El que no juega como chiquito limita su desarrollo y va a jugar grande con la mujer y con los hijos, va a ser un irresponsable. El chavalo que no juega va a ser un hombre que no trabaja". Desafortunadamente, la realidad socioeconómica no permite que muchos niños y niñas tengan la posibilidad de jugar, en las ciudades, pero más que todo en el campo: "Me recordé cuando era chavalo en el campo. Los papas reflejan el machismo. No nos dejaban jugar, sólo trabajar. Esto siempre se da en el campo. Como no había educación en muchos lugares nos pusieron a trabajar. Nosotros como niños fuimos también víctimas de violencia".

(Incluir aquí dibujo #2 con lo siguiente abajo: "Cuando al niño se le mandaba al pueblo a hacer compras, aprovechaba para jugar. Pero cuando era sorprendido por su tío era salvajamente castigado cuando regresaba a casa".)

2.6. Los juegos infantiles y la violencia: a manera de conclusión

Los juegos infantiles son uno de los instrumentos que tiene la sociedad para inculcar en nosotros actitudes, valores y comportamientos considerados adecuados y aceptables para hombres. Aunque existen algunos juegos en que pueden participar niños y niñas, los juegos infantiles están marcados por una división muy clara de género. Como niños varones, nos conducen, nuestros padres, tíos, hermanos, amigos y hasta familiares femeninas, hacia juegos con un altísimo grado de competencia y violencia. Nuestro valor masculino está medido en relación a nuestra participación "cualitativa" en estos juegos. Ser competitivo, agresivo, provocador, rudo, fuerte, violento, es esencialmente, según las normas de la sociedad, ser hombre.

Es importante señalar que es a través de estos juegos que el niño va interiorizando las normas y los valores sociales y de la vida: "Por eso es bien delicado e importante que reflexionemos sobre el sentido que tienen los juegos infantiles para nuestras vidas. Allí comenzamos a ser para cuando seamos grandes. A los 3 años el niño ya empieza a imitar a los adultos y si esta práctica del juego está teñida de violencia, por supuesto, los niños van a ser violentos cuando estén grandes".

Los juegos infantiles son elementos constructores, forjadores de un sistema de valores y comportamientos masculinos (el machismo), que no solamente legitima la violencia intra e intergenérica, sino que a la vez conduce a que hombres y mujeres lleguen a interpretar y entender la violencia como una característica natural del hombre y no como un comportamiento socialmente aprendido. Conduce, además, a que nosotros, los hombres, utilicemos la violencia como un mecanismo para subordinar, oprimir, y explotar en primer lugar a las mujeres pero también a hombres considerados débiles, inferiores, especialmente a los homosexuales. Lo que parecen ser juegos ingenuos, inocuos y no dañinos entre chavalos, son de hecho una escuela de aprendizaje que promueve, sin crítica, sin reflexión y sin que nadie se preocupe, todos los valores y comportamientos del machismo. Obviamente, son estos mismos valores y comportamientos que dictarán las relaciones humanas que realizarán estos chavalos en sus vidas de adultos, con mujeres, otros hombres, niños y niñas. Sin lugar a duda la violencia jugará un papel predominante en la mayor parte de ellas.

 

3. VIOLENCIA: TIPOS, CAUSAS Y EFECTOS

Con el propósito de identificar los diferentes tipos de violencia que existen en nuestra sociedad y de profundizar sobre sus variadas causas y distintos efectos, se le pidió a cada participante en el taller que hiciera su "ruta de la vida". Esto consistió en que cada uno representara gráficamente su historia personal, ubicando los momentos de violencia, sufrida o ejercida. (Hemos incorporado algunos de los gráficos e historias personales en la memoria). A continuación y a partir de esta reflexión individual, se reunieron los participantes en los mismos grupos para socializar el trabajo individual y preparar, a partir de las historias personales, una síntesis de los tipos de violencia presentes en la sociedad nicaragüense, proponiendo sus posibles causas y efectos a diferentes niveles. Esas se presentaron luego en plenario, el cual se sintetiza a continuación.

(Incluir aquí dibujo #3 con la siguiente frase: "Desde que nacemos, nuestras vidas están marcadas por la violencia")

3.1. La violencia física: tipos, causas y efectos

Descubrimos que en nuestras vidas hemos sido testigos, víctimas o victimarios de los siguientes tipos de violencia física:

* Violencia física contra las mujeres:

Analizamos que este tipo de violencia ejercida por hombres contra mujeres, que es común en relaciones de parejas, "se puede dar de dos formas: o espontánea o sistemáticamente". Aprendemos de nuestros padres, abuelos, etc., que supuestamente "uno tiene que tomar a la mujer, mantenerla en su sitio a través de bofetadas". En las relaciones de pareja, "a veces se arman los "pleitos" por cualquier cosa, la más mínima cosa, espontáneamente. Se busca una excusa para dar la bofetada". Nuestra socialización nos permite usar violencia física, en moderación: "A veces en el instante de ejercer violencia en contra de la pareja uno se siente como en pleno derecho", pero después nos sentimos culpables: "casi siempre luego uno se siente muy mal porque influye en todo el hogar. Uno se siente desprestigiado por sus propios hijos".

Si bien es cierto que hasta este momento no analizamos este tipo de violencia con mucha profundidad, sí se veía que existe "un modelo para este tipo de comportamiento".

* Violencia física de los adultos contra los/las niños/as:

Este tipo de violencia también puede manifestarse o espontánea o sistématicamente. Algunos de nosotros la experimentamos cuando éramos chavalos. Los castigos físicos que nos dieron nuestros padres estaban relacionados con nuestro deber de ser obedientes a su voluntad: "Los padres castigaban por no cumplir con los trabajos, las tareas asignadas". En nuestras relaciones con nuestros hijos e hijas reproducimos este esquema.

Muchos de nosotros, también, fuimos objetos de violencia física cuando éramos estudiantes, lo cual ha marcado nuestras vidas. Recordamos los castigos físicos que nos daban los/las maestros/as: "Hubo gente castigada, de rodillas, en granos, durante largos ratos. Te sentiste violentado y además fue una experiencia en que tus sentimientos fueron heridos de tal manera que marcaron por toda una vida, resentimiento, de que en esos momentos la educación era para vos algo que no te iba a servir para nada, si era precisamente la maestra quien estaba hiriendo tus sentimientos".

(Incluir aquí dibujo #6 con la siguiente frase abajo: "Los padres castigaban por no cumplir con los trabajos, las tareas asignadas")

* Violencia física entre chavalos:

Nuestros padres "como producto de su preocupación por nosotros" también instigaban la violencia entre chavalos y nos castigaban con violencia si no nos mostrábamos lo suficientemente violentos frente a los demás: "Cuando era chavalo, mi papa me echaba a pelear o a boxear con otros chavalos. Al perder, si salía llorando me fajeaba o me ponía un castigo pesado. Nos inculcaban que teníamos que aprender a ser muy machos, o sea muy hombres". Esta enseñanza de parte de nuestros padres de autodefensa y fuerza a veces incluía hasta el uso de armas: "el padre induce al hijo a la violencia enseñándole a usar armas de fuego, armas blancas, a defenderse de otros chavalos, que no se dejara fregar".

Así como aprendimos de niños a usar violencia, la seguimos utilizando de adultos para resolver problemas entre hombres.

En el sistema educativo aprendimos a ser muy competitivos, lo que también nos llevó a violencia entre nosotros mismos: "Durante la vida de estudiante hubo momentos en que tuve que responder ante la agresión. Y cuando fui lustrador, habían otros más grandes, tuve que luchar (hubo mucha competencia), tuve que ponerme guantes y luchar como boxeador. O en la clase te sentiste forzado a ser violento para imponer tu criterio o responder ante la agresividad, tuviste que ser parte de una pandilla por las amistades que tenías. Ya no era que sufría violencia sino que engendraba violencia".

"Hay otra experiencia de un joven que fue el mejor alumno en el sexto grado en un colegio de los hermanos cristianos y recibió excelencia general por sus notas y a pesar de que era pobre, fue a la promoción con la camisa de su primera comunión, porque no tenía otra. Sin embargo, le dieron la beca al hijo de un doctor, y la otra beca se la dieron al hijo de un empresario. Entonces en este momento sentía que no tenía aceso a la educación secundaria. Tuve que ir a los 14 años a cortar caña. Sin embargo no me sentí resentido con los hermanos que mandaban en el colegio, sino con el gobierno de Somoza que estaba en este momento. Y respondía de que ese sistema debería de ser destruido por medio de las armas. Por lo tanto de una manera se tuvo que participar en la guerra de liberación en el 79".

"Cuando éramos niños llegamos todos a tener la misma tragedia. Siempre se nos ha grabado y hemos sembrado lo que es la violencia. Cuando era chavalo me crié con una abuela porque desgraciadamente las madres son torcidas, los padres dejan a sus hijos y quedan los niños solamente con la abuela. Me inscribo en la escuela "Bernardo Ponce" muy chavalo. La maestra era una mujer muy simpática, muy tierna, amorosa con los niños pero, cuando uno no hacía las lecciones, y no podíamos nosotros, venía ella y nos decía "Ponce, Angel, Francisco, vengan". Ibamos castigados y nos llevó a la casa de ella. Y claro ella llegaba a su casa con hambre y a comer. Nosotros esperando para ver cuál era el castigo. Nos llamaba mientras ella estaba comiendo. Yo no lo miraba correcto porque nosotros casi no comíamos nada y ella comía bien. En aquella época había comida pero no tanto, ahora hay pero no hay billetes...

Ponce, vaya a agarrar el caballo tuerto, era ciego y me mandó al otro pueblo a dejar unas cartas. Eran para su novio pero yo no sabía leer. No era correcto esta forma de ella de tratarnos".

3.2. La violencia sicológica

El proceso de socialización también produce otro tipo de violencia, de una naturaleza sicológica, en las vidas de las mujeres, la niñez y en nuestras propias vidas. Nosotros somos sujetos de este tipo de violencia cuando somos niños cuando nuestros padres y madres nos regañan constantemente, cuando nos desprecian, cuando nos amenazan, cuando nos chantajean: Profundizamos nuestra comprensión de este tipo de violencia, a través de compartir experiencias de nuestra niñez y vida actual y descubrimos a la vez que es un tipo de violencia muy común pero también muy compleja.

* La violencia sicológica en contra de los niños engendra violencia

Recibir cariño y ternura es una necesidad y un derecho de todo niño y niña. Hay niños que por la necesidad de recibir éstos rechazan el machismo de sus papás: "Cuando va creciendo el niño es importante el contacto físico y emocional directo con los padres y generalmente el padre es poco afectivo con el hijo, cosa que mucho repercute. Y muchos niños rechazan al padre que es rudo, agresivo, grosero, violento, que lo lastima, que le pega, que lo quiere "hacer hombre". No quiere ser como el padre sino como su madre. Allí se pueden derivar otras conductas muy delicadas que después con todos los prejuicios que existen en la sociedad van a hacer sufrir a estas personas. Es importente porque el hombre, al no expresar sus emociones, porque el padre no le enseñó, se reprime tanto que la represión engendra violencia".

* La violencia sicológica en contra de las mujeres

Por no poder demostrar abiertamente nuestras emociones, hacemos daño a otras personas, especialmente a las mujeres: "El hombre que tiene tantos privilegios, menos el de ser tierno, aunque tiene el poder, aunque manda, decide y lleva los pantalones, hace daño. Todo aquello que implica represión, le lleva a ser agresivo en contra de la otra persona, y especialmente de las mujeres".

(Incluir aquí dibujo #7 con la siguiente frase:"Muchos niños rechazan al padre que es rudo, agresivo, grosero, violento")

* La violencia sicológica que ejercemos en contra de nosotros mismos

Al internalizar la creencia que los hombres no lloran, nosotros nos enredamos en un ciclo de violencia que ejercemos no solamente en contra de otras personas sino también en contra de nosotros mismos: "Ser víctimas o victimarios, el daño es el mismo porque el que se siente víctima, tiende a subestimarse y así se hace daño a sí mismo, se autoagrede. El supermacho que cree que todo lo posee, que todo lo puede andar haciendo, daña a todo el mundo, anda caminando encima de la gente, perdiendo todo respeto por la dignidad de todos los demás. El uno, en su extremo, lleva al suicidio mientras el otro al homicidio".

Miramos este tipo de violencia (hacia nosotros mismos y hacia otras personas) en las formas de relacionarse de los varones jóvenes: "Si un grupo de jóvenes está mirando una película muy emotiva, las niñas lloran pero ¿qué hacen los chavalos? Empiezan a golpearse, a molestar, a indisciplinarse para disimular porque ellos no deben llorar. Lloran para dentro y eso afecta. Toda represión engendra violencia. Los juegos de los chavalos son bien agresivos y violentos, inclusive las muestras de afecto entre los chavalos son de golpes y de hijueputazos para arriba... porque no pueden expresar de manera positiva el afecto entre hombres. Eso tiene que revisarlo porque después transciende a la mujer y la mujer se acostumbra a demostrar afecto a punto de golpes. Y allí viven los amores masoquistas y sádicos. Y se acostumbra el hombre a llegar al orgasmo sólo cuando cachetea a la mujer".

Tenemos miedo a los conflictos interpersonales porque nunca hemos aprendido a resolver problemas pacíficamente: "Tenemos miedo, sicosis de enfrentar problemas porque tal vez vamos a caer en golpes o gritos. No tenemos capacidad para manejar situaciones sin recurrir a la violencia".

3.3. La violencia y el desarrollo sexual

En primer lugar, nosotros como hombres ejercemos la violencia sexual en contra de las mujeres. Esta violencia puede manifestarse como hostigamiento sexual en la casa, en la calle, en el trabajo, pero también como abuso sexual y hasta violación. Muchos de nosotros ni siquiera hemos tenido una educación sexual adecuada lo que nos lleva a utilizar a las mujeres como objetos para nuestra satisfacción sexual: "En la adolescencia experimentamos la represión sexual. Es bien importante para el adolescente el sexo pero la sociedad piensa que es porque es morboso. La verdad es que está lleno de todas las energías sexuales... después empieza a enamorarse pero en este entretanto hay mucha dificultad en expresarse sexualmente. Por ejemplo la masturbación. La masturbación no es mala porque "allí se le sale la sustancia de vida de uno", no, no es que hace daño físicamente... El problema es que él aprende a gozar solo y el egoísmo también es una forma de no poder apreciar la vida. El hombre aprende a comer solo, a beber solo... y a hacerse la paja solo. Este es el gran pecado de la masturbación, de ser un vicio solitario".

La violencia la dirigimos hacia las mujeres y aun hasta en el acto sexual, al imponer a la mujer a tener relaciones sexuales cuando ella no quiere porque no nos gusta quedarnos con las ganas.

3.4. La violencia, el trabajo y la crisis social

Como hombres, nuestra identidad masculina va muy estrechamente vinculada con el trabajo que realizamos, o la carrera que tenemos. Pudimos identificar experiencias en nuestras vidas cuando nos hemos sentido violentados en el ámbito laboral. Por ejemplo cuando nos hemos sentido explotados por un sistema injusto: "Para poder sobrevivir durante Somoza tuvimos que trabajar. Yo sentí la violencia cuando tuve que ir a lustrarle a una persona y después no me quiso pagar". Hubo otro ejemplo: "Yo tuve que trabajar en un ingenio desde los 14 años, mandado por uno de la familia de Somoza, en Kukra Hill en Bluefields, donde me pagaban lo que querían. Hubo momentos en que ¡cómo no me iba a sentir violento! A veces iba a cortar caña y me habían cambiado la marca. Quitan la tuya y ponen la otra del más grande, del viejo. Esto engendró rencor y violencia. Cuando sos violentado en tus derechos como trabajador, en ese momento".

Incluso, algunos pensábamos que por la actual crisis socioeconómica, hay ahora más violencia que antes: "Estamos de acuerdo que esta época es todavía más violenta porque sí antes podías trabajar, podías vivir. Hoy no podés vivir porque no podés trabajar. Hay demasiado desempleo; no hay acceso a la educación. Ahorita sólo están llegando a estudiar los que pueden pagar. Y mucha gente se está muriendo porque no tiene acceso a la salud. ¿Qué más violencia que ésa? ¿Qué más violencia que sentir que no tenés trabajo para mantener a tu familia y no podés mandar a clases a tus hijos? Si tenés 5 hijos tal vez 3 podés mandar, los otros 2 no. Porque tenés que pagar la colegiatura, el transporte, aquí en Managua. Y en los departamentos tampoco tiene la gente con qué pagar la educación o su costo. Y también los campesinos necesitan a sus hijos como mano de obra, para apoyarles en su trabajo".

Las injusticias sociales provocan que se den situaciones de violencia a diferentes niveles: "El asunto de trabajo: nos frustra no tener las mismas oportunidades. Me costó muchísimo el haber trabajado toda la vida para tener que abandonar mis tierras porque otros llegaron, en 5 meses 2 veces y las robaron y me agarraron y me humillaron y me dejaron... Tuve que renunciar a la tierra y trasladarme a otro lugar. Esta es la violencia que me ha marcado la vida".

La guerra en nuestro país ha sido a causa de las injusticias sociales y todos de una forma u otra hemos sido participantes en la violencia que significa la guerra: "La guerra marcó a todo el mundo ya sea porque participaste o porque no. La guerra fue una violencia de todo tipo. El SMP, fue bueno o fue malo, pero la verdad es que los jóvenes perdieron los mejores años de su vida, que fueron dos. La guerra fue un alto grado de violencia que a todo el mundo le afectó". En la guerra "aprendimos a ser violentos muy jóvenes y experimentamos los traumas de ver muertos y todas estas cosas".

Y tal vez lo más triste es que como niños jugamos a "la guerra":

(Dibujo #9 seguido por este texto:)

"Reflejo este dibujo porque cuando yo era niño me gustaba jugar a la guerra con los demás muchachos del barrio donde yo vivía y esto me satisfizo a mí. Y mi papá me enseñaba a jugar la cutacha porque me decía que tenía que aprender para que cuando yo fuera hombre me defendiera de cualquier hombre que me atacara. Esto es lo que a mí me refleja la violencia en mi vida".

3.5. La violencia masculina y el abuso de alcohol

En casi todos nuestros casos pudimos detectar una relación entre el abuso del alcohol y el ejercicio de la violencia en el seno de la familia: "Resulta la violencia por medio del licor. En nuestro grupo logramos detectar que sólo uno de los integrantes no tuvo mayores problemas en relación a sus papas y el consumo de alcohol. Los papás siempre descargaban responsabilidades para cuidar la milpa y los animales. Y después cuando él venía, los animales habían comido el maíz y es allí donde recibí las "buenas penqueadas", provocadas por el licor. Allí se ve muy reflejado el machismo. Se dice que "el espejo del chavalo en la casa es el padre". El padre hace cosas malas en la casa y es como la primera escuela que uno tiene". Habrá que profundizar, sin embargo, si el abuso del alcohol es en sí mismo una causa de la violencia o un factor que provoca las conductas violentas previamente aprendidas por el hombre.

(Incluir aquí dibujo #5 con siguiente frase abajo: "Cuando yo bebía guaro peleaba; era bochinchero")

3.6. La violencia y los medios de comunicación

En los medios de comunicación somos testigos de las múltiples formas de violencia que existen en nuestra sociedad y en el mundo y hasta nos divertimos a través de la violencia, a veces descarada, de las películas: "Me marca ver la violencia generalizada en los medios de comunicación. Todos los días estamos viendo la violencia: las violaciones, los crímenes, los asaltos, la violencia en la televisión. Eso afecta, hace daño. Son cargas negativas que de una manera tenemos nosotros que descargar en cadena".

Los medios, en cierta forma, también promueven la violencia:

"La política es un punto de partida en nuestro país del cual muchos se agarran para promover la violencia. Los medios de comunicación a veces son promotores de este tipo de violencia".

3.7. La violencia y la imposición ideológica

Aunque no profundizamos mucho, mencionamos la "imposición ideológica" como otro tipo de violencia. En particular, varios de nosotros nos sentimos manipulados por la religión y específicamente por la Iglesia Católica: "Somos objetos de violencia cuando nos agreden nuestras ideas, cuando alguien trata de imponerte algo con que vos no estás de acuerdo". Reconocemos también que hay políticos que nos quieren imponer sus ideas y esto lo interpretamos como violencia.

(Incluir aquí dibujo #4.)

3.8. A manera de conclusión

Pudimos ver claramente que todos nosotros sin excepción alguna hemos ejercido y hemos sido "víctimas" de violencia en diferentes momentos de nuestras vidas y de distintas maneras. Como niños y jóvenes experimentamos la discriminación y la violencia física y sicológica y aprendimos que éstas son formas "legítimas" de tratar a nuestros niños/as y esposas. Es parte integral de nuestra formación como hombres en nuestra sociedad y muy poco hemos reflexionado sobre si es o no un comportamiento ético y moral.

Algunos, sin embargo, pudimos identificar también que las experiencias de violencia en la niñez, y la posibilidad de expresar y reflexionar sobre estas experiencias nos ha conducido hacia vidas menos violentas: "Extremos de violencia de parte de nuestros papas, o en nuestras vidas cuando chavalos, nos han ayudado a no agarrar estos comportamientos. Algunos hemos logrado aprender sólo lo bueno del papa, incluso no fumamos ni bebemos". "Nos definimos como no muy violentos en nuestro grupo, tal vez la excepción. Fuimos objetos de violencia por las discusiones entre la mama y el papa y cuando llegaron a separarse, nos afecta emocionalmente a cualquier niño o niña".

Sin embargo, en otros estas situaciones han dejado sus secuelas sicológicas: "Esto ha provocado, por el trauma sufrido cuando era chavalo, sentido de inseguridad o nerviosismo"; "Mi papa era militar en tiempos de Somoza. La actitud de mi padre me provocaba mucho miedo a mí y a toda mi familia, cuando llegaba él en la noche".

Incluso la competitividad que aprendemos en los juegos infantiles que se traslada a otras esferas de la vida y las relaciones humanas a veces produjo rupturas duras, violentas entre amigos: "Yo fui compañero de estudio del actual ministro de educación y fuimos buenos amigos; fuimos los mejores amigos durante toda la secundaria hasta llegar al cuarto año. Y en cuarto año yo llegaba a estudiar a su casa. Era de una familia de dinero. Su mama era una mujer muy delicada, muy linda pero su papa era un macho que llegaba a comer todo peludo sin camisa... Sin embargo, cuál es mi decepción cuando en cuarto año salgo mal en química y miro que está gozando porque yo salí mal. Yo sentí un rechazo y hasta hoy ya no lo quiero. Para mí era más importante la amistad que la competencia..." Hasta dejamos de estudiar bien por la presión de los amigos. Ser estudioso y serio era para algunos chavalos un "antivalor" y resultó en la marginación de uno: "Siendo estudiante había un espíritu de competitividad y envidia que hacía que lo rechazaron a uno por ser buen estudiante".

Cuando hablamos de violencia, un elemento común para todos nosotros ha sido la irresponsabilidad paterna: "Parece que todos pasamos por lo mismo: todo el mundo vive su época, tal vez con diferentes cosas, tipos de música, modas, pero en relación a la violencia a la que hemos sido sometidos como niños, nuestros padres han sido irresponsables. A veces mientras las mujeres trabajan y sostienen la casa nuestros padres duermen, son borrachos, son delincuentes. No cumplen con sus requisitos del hogar". Podríamos citar el abuso del alcohol, la drogadicción, la crisis económica, la falta de comunicación, el desempleo, etc., etc., como factores en sí que agravan y aumentan la violencia en cantidad y en calidad. Sin embargo, cuando llegamos al grano del problema, descubrimos que la causa es nuestra construcción social masculina, la forma en que nos enseñan a ser hombres, lo que nos lleva a tal grado de irresponsabilidad como padres y a la violencia.

Al asumir que por ser hombres somos "superiores" a las mujeres, también aprendemos que una forma importante para mantener nuestro dominio, poder y control sobre las mujeres es a través de la violencia. Además, si no somos violentos nos acusan de no ser hombres de verdad, estigma que nos espanta y que nos conduce a vidas y conductas violentas físicas y sicológicas en contra de las mujeres, la niñez y entre nosotros mismos. Por nuestra socialización masculina nos concebimos como los dueños del mundo: "Decimos mi hijo, mi casa, mi pareja, como propiedad nuestra" y sentimos el derecho de hacer con nuestra propiedad lo que nos da la gana. De la misma forma que tratamos a las mujeres como seres inferiores lo hacemos con los niños y las niñas y así sucesivamente vienen asumiendo los mismos valores, actitudes y conductas de niño y de niña: "Los adultos son los dueños del mundo y entre ellos los hombres son los dueños de las mujeres. Los niños y las niñas tienen que hacer lo que los adultos dicen. Los tratamos como objetos y no como sujetos y eso también lleva a la violencia... el adultismo. Los niños y las niñas no tienen ni voz ni voto cuando hay separación entre parejas, no respetamos sus derechos"...

Cambios sociales, políticos, económicos, aun positivos en una sociedad, no garantizan necesariamente cambios en las relaciones de género y por ende reducciones en la incidencia de la violencia en nuestras vidas: "Hemos llegado a concluir que las cosas se han venido cambiando, transformando, pero que la violencia siempre es igual, es la misma. Desde nuestros ancestros hasta la época, los desacuerdos que hay en el sometimiento que hay en nosotros mismos, de los padres a los hijos, de los esposos a sus mujeres. Yo recuerdo que en mi caso personal, yo nunca tuve papa. Lo conocí el 23 de julio del 79 y lo conocí en el mercado pero nunca tuve un papa que me ayudara a ir a la escuela. Sólo mi madre estuvo. Casi siempre nosotros paulatinamente hemos vivido así, pero a través del tiempo, la responsabilidad, el estudio, la forma de capacitarnos (por ejemplo de venir aquí a estos talleres de CANTERA) está cambiando. Ahora deseamos ser diferentes, estamos llegando a reflexionar. Para mí es excelente la reflexión, la forma de visualizar la vida. Realmente la pobreza, la miseria en que nos hemos desarrollado nos lleva a vidas de violencia". Pero también, y más que todo, nuestra educación y formación social.

Para concluir este trabajo sobre los tipos de violencia, sus causas y efectos, se repartieron entre los grupos ejemplares de los periódicos del día (La Prensa, El Nuevo Diario, Barricada y La Tribuna) para que hicieran un análisis de la incidencia de la violencia en la sociedad nicaragüense. En el anexo 2 se presenta el resumen de dicho análisis.

4. LA VIOLENCIA Y SU INCIDENCIA EN LA VIDA COTIDIANA DE LAS MUJERES Y DE LOS HOMBRES

(Incluir en esta sección fotografías de los panelistas)

Con el propósito de profundizar sobre distintas expresiones de violencia en nuestro país y los efectos en las vidas de las mujeres, las niñas y los niños y en los hombres mismos, se organizó un panel formado por Mary Ellsberg, en representación de la Red de mujeres contra la violencia; Silvia Carrasco, del colectivo "Las Golondrinas", y Rubén Reyes del Grupo de hombres contra la violencia. El panel y el debate que se dio después fue moderado por Santiago Sequeira, siquiatra, quien también dio sus aportes acerca de la violencia en nuestra sociedad. A continuación presentamos textualmente el contenido de las 3 intervenciones y un resumen del debate que siguió.

4.1. El maltrato físico de las mujeres. Resultados preliminares de una investigación realizada entre mujeres en León

Mary Ellsberg, Red de mujeres contra la violencia

"Más o menos al inicio de este año, en el departamento de medicina preventiva de la Universidad Autónoma de León comenzamos una investigación sobre la violencia hacia las mujeres; más que todo el maltrato físico. Lo que les voy a contar son los datos preliminares de la investigación porque todavía estamos terminando de hacer el trabajo de campo. Sin embargo, desde ya tenemos algunos datos que para nosotras/os han sido muy sorprendentes.

Es apenas el primer estudio y tiene 2 objetivos grandes: visibilizar el problema de la violencia, de una forma cuantitativa, aunque los números no dicen todo; y tratar de enseñar objetivamente que eso es un problema muy grande, muy serio. Tenemos interés también en buscar mecanismos para detectar y atender a las mujeres maltratadas. El próximo paso es ir validando instrumentos más chiquitos que podemos usar en los hospitales, en los centros de salud para darnos cuenta cuando una mujer viene supuestamente con un dolor de cabeza, o con un embarazo o una herida, darnos cuenta si el problema de fondo es maltrato. También creemos que si ponemos esta información al servicio del movimiento de mujeres y del movimiento de hombres cuando se organice, también sirve como un punto de presión política y de denuncia.

Con esta investigación queríamos contestar varias preguntas, entre ellas: ¿Qué tan frecuente es la violencia hacia las mujeres dentro de la relación conyugal? O sea, queríamos conocer qué cantidad de mujeres están siendo maltratadas por su compañero íntimo. Sabemos que el maltrato existe pero nunca en Nicaragua se ha hecho un estudio que te permita decir qué tan frecuente es. Lo que sabemos es cuantas mujeres maltratadas han llegado a la policía o a la comisaría de la mujer o a un centro de atención a las mujeres. Pero no sabemos cuántas mujeres están siendo maltratadas y no están llegando.

Para poder estudiar eso tenés que ir a la comunidad y comenzar a preguntar a las mujeres sobre sus experiencias y cómo la están viviendo. Y una pregunta que teníamos era: ¿Será posible poder llegar a una casa donde vos no conocés absolutamente nada, ni a nadie y preguntar, doña María, ¿a usted le pega su marido??. Lo primero que una se imagina es que es imposible que te vayan a contestar. Es una cosa tan íntima, tan propia de esa pareja que difícilmente lo van a contar. Nos dimos cuenta con esta experiencia que estas mujeres tenían muchos deseos de contarnos sus experiencias, o sea, habían estado viviendo experiencias muy duras y habían estado viviendo muy solas. Nunca habían tenido a quien contarla. Y hemos encontrado que las mujeres han abierto sus corazones de una forma increíble. Hasta ahora hemos hecho más de 400 entrevistas. El grupo de mujeres que vamos a entrevistar es de más de 500 mujeres y ya vamos casi terminando. Son entrevistas bien largas, completas, de casi una hora. Sobretodo, los tipos de violencia que han vivido, cómo los han vivido, en qué circunstancias. Si les pegan, dónde les pegan, adelante de los niños o no; qué hacen los niños cuando están viendo la violencia. Si se han querido defender alguna vez; y si nunca se han defendido por qué no; qué tipo de soluciones han buscado ellas o qué tipos de soluciones quisieran tener. Hemos recogido una información bien interesante y que nos ha conmovido a todos nosotros. Debo mencionar que hay un hombre, un médico que está trabajando estrechamente conmigo en este estudio que se ha conmovido tanto que ha creado un grupo de hombres contra la violencia en León porque sentimos que hay que hacer algo con esto.

Les quiero dar algunos titulares pero el estudio ha sido amplio y además no se han analizado todos los datos todavía, pero quisiera darles algunas ideas de lo que hemos visto. Hemos encontrado que:

- El 40% de las mujeres de León han experimentado violencia física.

- Si incluimos humillaciones, abuso sexual y violencia de cualquier persona, incluyendo a sus padres, otros miembros de la familia o conocidos, son casi el 60%.

- Significa que de cada 10 mujeres, 6 han vivido este tipo de problema.

- Y si decimos cuantas mujeres están siendo maltradas en este momento por su marido son el 30%.

Significa que en León (la muestra nuestra representa el municipio de León urbano y rural), podemos decir que de una población de 45,000 mujeres entre 15 y 50 años,

entre 15,0000 y 20,000 mujeres están siendo maltradas.

Y para nosotras/os fue un dato que se nos hizo parar los pelos.

Y para que tengan una idea, no es una violencia sutil, no es un grito, no es que de vez en cuando les dan una bofetada, una sacudida. Registramos todos los tipos de violencia. Comienzan con las bofetadas y las sacudidas pero, machetazos, golpes con el puño en la cabeza, fracturas, heridas, patadas y golpes en el estómago de las mujeres embarazadas... Son tipos de violencia muy severas.

Comenzamos con nueve encuestadoras y las escogimos al azar. Eran mujeres profesionales. Cuando empezamos a hablar con ellas, nos dimos cuenta que tres son maltratadas por sus compañeros. Una había sido violada joven y su único hijo era producto de esa violación y nunca lo había contado a nadie de su familia. Otra nos contó hace poco, en medio de todo esto, que ella había sido violada como niña por el jefe de su mama cuando planchaba. Lo que nos hace sentir es que en cualquier grupo de mujeres encontrás muchas mujeres maltratadas.

Esto no es un problema que afecta a un porcentaje pequeño de la población femenina, sino que nos afecta a todas nosotras y nosotros. Afecta a hombres y mujeres, cruzando todas las clases sociales, todos los niveles educativos, urbano, rural, con trabajo, sin trabajo...

Quiero hablarles un poco sobre los tipos de efectos que tiene la violencia:

No es tan fácil medir los efectos de la violencia. Podés medir un golpe y una fractura; podés medir una herida, podés medir que una mujer perdió el uso de un ojo a raíz de un golpe, o que perdió un niño por una patada. Pero, ¿cómo medir los efectos sicológicos, el trauma que estas mujeres viven toda su vida? El miedo que tienen a los hombres, el miedo de tener relaciones sexuales porque ya las han vivido como una violación, como una cosa que las hirió.

Al inicio las mujeres no sabían de lo que se trataba la encuesta, sólo que era un test sicológico. Para poder recuperar la información necesaria, nos ayudó un sicólogo a definir la encuesta, que tiene preguntas bien sencillitas. ¿Usted se siente triste? ¿A usted le cuesta dormir de noche? ¿Usted se asusta con facilidad? ¿Usted se siente muy cansada? ¿Le cuesta hablar con los demás?

¿Qué encontramos? Comenzamos a encontrar a mujeres que nunca duermen, que siempre se sienten tristes, que no encuentran con quién platicar, que cada vez que alguien les dice algo ya están brincando, se están asustando. Ya podíamos mirar esto y decir: ésta es una mujer maltratada. Se pueden contar en una mano las mujeres que tienen estos tipos de reacciones y que no son maltratadas físicamente. Y en estos casos es porque han sido violadas en su niñez, o porque tienen un tipo de problema muy profundo, como una persona muerta o un problema económico muy fuerte. Pero si no, estas mujeres están siendo maltratadas. ¿Cuántas mujeres llegan a las consultas médicas por problemas de nervios? "Es que me siento nerviosa, es que no duermo de noche..." Uno piensa que es cualquier tipo de problema físico pero raras veces les preguntan los médicos "¿Usted está siendo maltratada?". Y si sólo esta pregunta se agregara a la consulta médica comenzaríamos a darnos cuenta por qué estas mujeres están llegando a la consulta médica.

Unos titulares más de cosas que sí son cuantificables:

. Ya está comprobado que el maltrato en el embarazo perjudica a estos niños. Si no son abortados salen más pequeños, más propensos a morirse.

. Los "accidentes" domésticos: Muchas mujeres que llegan a consulta médica porque supuestamente se caen o se dan contra una puerta han recibido golpes, heridas, fracturas que nunca están registrados pero que sí son problemas de violencia.

. La mortalidad. El maltrato hacia las mujeres es la principal causa de suicidio entre mujeres y esto a nivel internacional.

Y también la mayor causa de homicidio entre mujeres. O sea, la mayor parte de las mujeres asesinadas son asesinadas por sus compañeros o ex-compañeros. Mientras los hombres asesinados normalmente no es por su cónyuge. Normalmente es otro tipo de violencia.

Vamos viendo diferencias por género. La violencia afecta al hombre de formas diferentes que a las mujeres.

Muchas veces últimamente hemos escuchado, "¿por qué será que a las mujeres les encanta que les peguen los hombres?" Pero es mentira, es un mito...

...Muchas mujeres han ido a la policía, han ido al centro de salud pero no han contado lo que les sucede. Pero si cuentan que son maltratadas no encuentran soluciones. Muchas de estas mujeres viven bajo amenazas fuertes. Sienten que, si denuncian la violencia que están viviendo, están en riesgo de morir ellas o incluso sus hijos. Y por último, hay mujeres que lo han vivido durante tantos años, sus madres fueron maltratadas y también las mamas de sus maridos... Llegan a sentir que es algo natural que no hay cómo escaparse de esta violencia, que es algo inevitable y algo natural.

Y ya para concluir quisiera decir que, para nosotras, lo que hemos visto es que la violencia no es natural, no es innata en nosotros y no es inevitable. Es algo aprendido. Hemos visto que las mujeres maltratadas, sus mamas fueron maltratadas, las mamas de sus compañeros fueron maltratadas... y sus hijos están siendo también maltratados. La violencia se aprende en el seno de la familia. Lo que nosotros queremos hacer si queremos enfrentar esto es desaprenderlo y tratar que en este mundo tengan otros valores. No es una cosa natural que entre seres queridos se peguen, se humillen... No es una cosa natural.

4.2. Mujeres, sobrevivientes de la guerra doméstica

Silvia Carrasco, Colectivo de mujeres "Las Golondrinas"

(Incluir aquí dibujo #11)

"Cuando entré aquí, alguien dijo que venía a despedazarlos...y otro amigo me regaló un dibujo de un garrote... pero no es cierto... A las mujeres feministas los hombres nos tienen un pánico porque creen que los odiamos pero creo que eso no es cierto. Yo les quiero decir a ustedes que a nosotras nos encanta el hombre que se ha quitado la máscara de la masculinidad porque esta máscara de la masculinidad es la que les hace decir "si el otro me grita, yo le grito más" porque así han aprendido. "Y yo no puedo hablar bajito porque van a dudar de mi masculinidad. Tengo que gritar". "No puedo ser afectuoso porque eso no me lo enseñaron". Los hombres cuando ya se han quitado la máscara de la masculinidad y son hombres plenos, amables, queribles, así, sí los queremos. Es difícil cuando hemos tenido este trabajo con mujeres, aceptar un hombre tan enmascarado, que no se entrega, que no se deja ver.

Sobrevivientes de la guerra doméstica:

Mi experiencia más que todo es con mujeres que las llamo "sobrevivientes del maltrato". No hablo de víctimas porque es el concepto que pone a la mujer siempre en el papel pasivo. Creo que quien está en una relación de maltrato la sobrevive. Igual que muchos de ustedes son sobrevivientes de la guerra, las mujeres que sufren maltrato son sobrevivientes de la guerra doméstica.

[Las diferentes caras de la violencia:

Quisiera mostrarles, en primer lugar, las diferentes caras de la violencia familiar: el abuso contra la mujer, contra los niños y las niñas y el abuso contra los ancianos ]

Mitos comunes sobre la violencia familiar:

Y también pueden ver los mitos que existen sobre la violencia y que son como parte del engranaje que tiene el sistema social para que la violencia se siga dando.

Mitos sobre la violencia familiar:

1. Los casos son escasos.
2. Es producto de enfermedades mentales.
3. Ocurre entre grupos marginales.
4. Es a causa del uso de drogas.
5. Las mujeres se acostumbran y les gusta.
6. Las víctimas provocan.
7. El maltrato emocional no daña como los golpes.
8. Abuso sexual y violaciones son cometidas por desconocidos en sitios peligrosos.
9. La violencia es parte de las personas, es innata.

 

La violencia masculina quiere controlar:

He hablado con cantidades de hombres. Tengo siete años de hablar con hombres que maltratan. Un hombre me decía una vez "realmente la quiero pero no puedo dejar de maltratarla. No le pego porque no la quiero sino porque no me hace caso. Ella me provoca mucho, y yo la tengo que corregir porque yo soy su marido". Esto es parte de estos mitos, de esta construcción que ustedes tienen y que les hace creer que cuando le pegan a una mujer la están controlando. Y digo que los tienen porque hasta ahora están en un proceso de deconstrucción en este trabajo. Creen que es el derecho que les ha dado la sociedad, a controlar.

¿Qué cosa es la violencia? Simplemente es el ejercicio del poder de controlar sobre lo que está descontrolado y que está en desequilibrio. Desde 1991 la ONU tiene una definición de la violencia (declaración sobre la eliminación de las formas de discriminación de la mujer): "Todo acto de violencia de género que resulte o pueda resultar en daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico de la mujer, incluye amenazas, coerción o privación de la libertad pública o privada".

La violencia masculina como resultado de una construcción social:

La violencia no es el golpe, no es la herida... La violencia es un proceso que empieza con un empujón, con un pellizco, con una alteración de voz hasta que esta relación de poder, que inicia

tranquilamente desemboca en crímenes y homicidios. Por toda la construcción de género que ustedes han visto en diferentes talleres, ya desde que nacemos, nosotras las mujeres, somos seres de segunda categoría. Como en el campo: cuando nace un varón la partera cobra más y cuando nace una niña cobra menos. "No te ganaste el trago pues, te nació una raja." "Y a mí me nació un productor, el que va a preservar mi raza". "Y a vos te parieron una molendera..." Desde este momento venimos en desventaja. Desde allí, todo eso es violencia. La violencia cruza todo.

La violencia en contra de las mujeres aumenta la delincuencia femenina:

Yo, como mujer, estoy tan preocupada por tantas situaciones de maltrato que se ven en Nicaragua que me preocupo porque las mujeres se están convirtiendo en homicidas en este país. Me preocupo porque hacia eso lleva la espiral de violencia.

En los datos estadísticos yo soy bien escéptica porque hay un subregistro increíble contra la violencia en todos sentidos. Hasta de registrarlo emocionalmente. El papa grita "usted, mi hijo, me tiene que obedecer"; la mama le dice "usted mi hija, usted me hace caso"; el hombre le dice "yo soy tu marido, yo te mantengo, como es que te voy a dejar ir a la fiesta, si yo soy el que manda. Yo puedo ir pero vos no". Desde allí, todas estas formas de violencia conducen; es un proceso que conduce... llegan hasta el momento que la mujer ya no soporta, o se suicida o se convierte en homicida. Lo que nosotras hacemos en terapia con las mujeres es preguntar "¿vos creés que este hombre te puede matar?". Cuando la mujer contesta afirmativa y categóricamente "sí me puede matar", es el momento de romper esta relación. ¿Por qué? Porque a esta mujer la va a matar.

"Soy su marido y nunca me va a matar" es otro mito. Es como el alcoholismo, va aumentando. Así es la violencia, empieza con un pellizco, una patada, le quiebra el pómulo... Tuve un caso de un hombre que puñaleó a la mujer y fueron tantas puñaladas que le picó el útero. Y era una relación de 7 años y todo el mundo le decía que nunca la iba a matar. Pero la sicóloga y yo sabíamos que sí un día la iba a matar... hasta que nos vino a buscar sobreviviente del hospital, ya cicatrizada... La violencia aumenta, va aumentando.

Yo he conocido relaciones de mujeres de 40 años, 40 años de maltrato. He visto en Managua, soy jurada de aquí de la tercera región... El año pasado tuve 27 juicios de violación. Cuento los de violación porque son las historias en que me interesa ver cómo se manejan los violadores, cómo se manejan los abogados de oficio, los abogados defensores y todo esto. Pero me ha preocupado que entre el año antepasado y el año pasado se ha aumentado considerablemente el número de mujeres delincuentes. Creo que es una salida que las mujeres encuentran a la violencia. No es la salida que las mujeres encuentran, sino que son las salidas que la sociedad les ofrece. Son las alternativas que los hombres, que el estado, que el gobierno les están ofreciendo a las mujeres.

Entonces, ¿a dónde están llegando las mujeres? ¿A dónde las está llevando la violencia en este país? A que sean delincuentes. Cada día vamos a ver más mujeres que van a matar a sus cónyuges. "Ya no aguanto al hombre y yo lo mato pues". Violencia hasta el año 2000.

La violencia y la vida familiar:

No es cierto que en la familia la gente está féliz. En la familia aquí en Managua, es donde se dan mayores casos de violencia; maltrato y violación, incestos, abusos físicos, síquicos, emocional, abuso económico. La familia no es un nido de amor... Y otro mito es que a las mujeres les encanta que las golpeen. A las mujeres no les gusta que las golpeen. Las mujeres no saben qué hacer. Otro es que la violación en la calle o en la casa causa iguales efectos, si es de parte del tío o del padre como si es de parte de un desconocido. Incluso puede ser más dañina la violación que viene de un conocido.

La violencia, el alcohol, la pobreza:

Lo otro es que el abuso del alcohol, las drogas, la situación económica no son en sí causas de la violencia. Son como agravantes, como factores de riesgo. Si el hombre tiene una conducta violenta y toma licor, seguramente va a llegar a golpear. Seguro que el alcohol es un factor de riesgo, pero no es ésta la causa. La causa es su propia construcción social de la cual tendrá que liberarse para poder salir de eso.

La violencia sicológica:

"El abuso emocional y el abuso sicológico no duelen tanto como los golpes". No es cierto. Muchas mujeres dicen: "prefiero que me meta un golpe, a que me esté diciendo toda la vida que lo peor que le pudo haber pasado es haberme conocido". Causa un desgaste mayor el abuso emocional y el abuso sicológico. Hemos hablado con muchas mujeres que han sobrevivido las relaciones de maltrato y cuando les preguntamos cuál es lo peor que vivían en sus matrimonios contestan "el miedo, el terror, la falta de confianza en mí misma, la depresión, una tortura mental, siempre, permanente". Nunca dijeron que lo peor fueron los golpes. Aunque vienen porque son golpeadas. Pero hay mujeres que nos han contado: "Yo escucho que se detiene el vehículo, después que se abre el portón, después escucho los pasos, después que abre la puerta". Desde allí la mujer ya está viviendo un desgaste que le pone su sistema hormonal, todo su metabolismo... como una licuadora. Y cuando el hombre ya entra al cuarto ya espera cualquier cosa. El golpe y ya terminó la tortura, el golpe finiquita. Es el broche de oro que ponen los hombres. ¿No?

La violencia en contra de las mujeres aumenta "en calidad" en Nicaragua:

En Nicaragua ha aumentado la violencia en calidad. La llamo calidad porque antes eran golpes, ahora no. La golpea, la melenea, ahora no. "Marido celoso la machetea". Así le disparó por cualquier cosa. "Le negó el salario y la degolló..." Han aumentado las denuncias y no porque sea este gobierno más democrático sino porque nosotras tenemos años trabajando con las mujeres, haciéndoles trabajo sobre su autoestima, y aunque la policía casi no hace nada, además son hombres y no tienen entrenamiento para atender a sobrevivientes. Pues tienen que denunciar. Allí el problema es otro. El problema es que la violencia no es registrable y es el problema que encontramos quienes nos metemos a escarbar expedientes. Por ejemplo, si me violan y me roban un carro que cuesta 10,000 dólares, la policía pone "robo seguido de violación". Porque en la policía se tipifican las cosas por costo material y nosotras no estamos cuantificadas materialmente. Entonces hay un subregistro pero sin embargo siguen aumentando las denuncias. El año pasado la comisaría de la mujer en cuatro meses registró 1377 delitos. Ahora en dos meses la policía dice que ha aumentado la violencia en un 22%; que 4 mujeres son violadas a diario en Managua. Yo diría que 8. Lo multiplico por 2 por todas las limitantes para que las mujeres denuncien. Ha aumentado el número de mujeres delincuentes, el subregistro es un problema serio no solamente en la policía sino en los centros de salud. También tiene que ver con la formación, con el personal de la salud. Por ejemplo, el forense dictamina "excimosis que sanará en 15 días" pero no dice "un golpe producto de puños masculinos"; o dice "aborto espontáneo" pero no se registra "a causa de patadas masculinas". Eso no se registra.

La violencia, los medios de comunicación y la legislación:

Entonces, lo otro es el abordaje amarillista que se da en los medios de comunicación. Eso evita que se dé un tratamiento ético al problema de la violencia. Y la legislación que hay en este país que es una legislación que hicieron hombres para hombres. Y realmente allí nuestros cuerpos, nosotras no somos sujetas de derecho, aunque estén hechas las reformas al código penal, la ley 150, pero como la ley es interpretativa en este país, los jueces usan la ley a su criterio y eso es legal también. Todavía la violencia no es asumida por este Estado como un problema político, social, de salud, de desarrollo. La violencia tiene efectos fatales y no fatales; el suicidio, el homicidio y el intento de suicidarse y otro montón de efectos no fatales. "Las leyes son un problema. En las leyes no se mira la violencia. Para el sistema judicial, eso es derecho. El código civil que es de 1874 ha sido reformado parcialmente y las reformas que se han hecho son inconstitucionales, porque la ley de alimentos que hay en este país es inconstitucional. La ley de relación madre, padre, hijos tiene sus bemoles; la misma disolución del vínculo matrimonial. En este país estamos fritas. Hay problemas porque primero los diputados no trabajan. Trabajan muy poco. Pasan más en la crisis institucional. Cuando hemos hecho reclamos, cuando hay leyes que tienen que ver con las mujeres, nos han dicho que hay cosas más importantes. Primero el problema de la propiedad, después el problema con Alfredo César, y siempre nos han dicho 20,000 excusas... Estamos clarísimas que las leyes son un obstáculo y aquí lo que se hace para lograr algunos derechos es hacer arreglos extra judiciales, acuerdos. Nosotras, aunque no lo crean, negociamos mucho con los hombres porque a veces ganamos más. Por ejemplo, en las leyes de seguridad social es una mierda, discúlpenme pero sí es una mierda lo que la ley decide para las mujeres. Entonces nosotras llamamos al hombre y comenzamos a negociar "mirá que tus hijos", para que nos firme un documento y allí lo prensamos nosotras, o mejor dicho le hacemos conciencia sobre su responsabilidad. Porque el que no quiera alimentar hijos que se ponga condón. Allí la ley la tenemos jodida. Para este año está el código de la familia que ni siquiera ha sido consultado con las mujeres. No sabemos lo que pasará allí.

Trabajando para eliminar la violencia:

Tenemos un montón de trabajo que hacer. Iniciamos un trabajo difícil y lo terminamos con todas sus consecuencias o nos retiramos del campo porque allí les encontramos un montón de cosas. Yo decía una vez al grupo de hombres contra la violencia de Managua, cuando comenzaron, allí en el CIPRES en un acto público: "Ustedes se están metiendo a un terreno difícil. Porque cuando uno se mete a hacer trabajo contra la violencia, es tildado de un montón de cosas. En el caso de la mujer allí está: "Quién sabe qué marido tiene, algún cochón que no le pone las riendas, que no le dice nada" o "es lesbiana, está frustrada, está amargada... ¿qué le pasa?" Así me pasa cuando llego a los juzgados; me preguntan "¿a quién venís a matar hoy?". Una se queda callada porque es el mundo agresivo, de los hombres, el juzgado es de los hombres. Pero por suerte he tenido experiencias de trabajo en el mundo de hombres. Algunos aquí saben cómo era yo cuando era militar. A partir de allí ya sé cómo nos ven y de allí cómo hacer la lucha por ser diferentes. Cómo son de duros ustedes y cómo es difícil que cambien. Pero no es imposible.

La violencia es aprendida, no es algo natural:

La violencia no viene en los genes, es un aprendizaje, se desaprende. Y cuando se desaprende, se vive feliz. Porque ya te estás regulando, ya estás aprendiendo a respetar a la gente, a escucharla, a conocer que todos y todas tenemos derechos. Entonces, la violencia para nosotras es un montón de cosas que para otra gente son cosas "normales".

4.3. Los efectos de la violencia en los hombres

Rubén Reyes, Grupo de hombres contra la violencia, Managua

"Generalmente cuando pensamos en los efectos de la violencia, pensamos en los efectos en las mujeres porque las mujeres son los objetos de la violencia de nosotros los hombres. Los hombres somos más vistos como agresores, los que producimos estos efectos en las mujeres. La pregunta es si la violencia tiene algunos efectos en nosotros también, ¿cómo nos afecta a nosotros? Les voy a dar un ejemplo. Hace poco tiempo recibí una carta en la que me contaba una amiga mía que estuvo hospitalizada bastante tiempo por depresión, allí en los EEUU. Esta amiga estaba sufriendo las consecuencias de una historia de violencia muy terrible. Cuando ella estuvo aquí hace dos años me dijo que se iba de Nicaragua y que llevaba a su hija que tenía once años en ese entonces porque aquí no se podía vivir. Se fue huyendo de la violencia de nosotros los hombres nicaragüenses. Porque ella pensaba que en Nicaragua, por el machismo, por la cultura nuestra, la incidencia de violencia es mayor que en los EEUU, tal vez porque allí las mujeres gozan de más recursos y otras cosas. Se llevó a su hija, huyendo con su hija. Pero hasta ahora me doy cuenta que está sufriendo de depresión y pensé, "hasta allá alcanzó el fantasma". No escapó así tan rápido.

Estos tipos de cosas, en mí como hombre me generan una cierta culpa y supongo que en ustedes también, cada vez que ven algunos de estos hechos perpetrados por otros hombres. Porque son otros hombres, que han sido entrenados como nosotros, hemos sido criados tal vez en circunstancias parecidas. O sea, que nos entrenaron a usar la violencia cada vez que nos sentíamos perdiendo el control sobre alguien, sobre una persona. Todos estos tipos de cosas. Utilizamos la violencia como un recurso que nos permite recobrar el control. Como si el control no lo tuviéramos por nosotros mismos sino es algo que siempre tenemos que tener presente, algo que siempre hay que estar pensando en esto, cómo estar en control siempre.

Entonces, ¿qué pasa? De una manera, nosotros como varones, como niños, como adolescentes, fuimos primero testigos, probablemente, de la violencia entre nuestros padres. Lo más probable es que hemos visto a nuestros papas maltratar alguna vez a nuestras mamas de alguna manera. Esa es mi experiencia. Yo la vi, la viví y en los talleres que yo he hecho con otros hombres han sido muchísimos los que reconocen haber visto a su papa golpear a su mama. ¿Qué pasa en estas circunstancias? En mi caso recuerdo cuando mi papa golpeaba a mi mama; me sentía mal, herido también, adolorido. Quería interferir también porque no quería que él la golpeara. Pero no me atrevía; no sabía qué hacer. Estaba confundido, estaba... No sabía exactamente qué estaba pensando él o por qué estaba pasando eso. Hablé con mi papa y me dijo: "Cuando estés grande, lo vas a entender, cuando seas hombre". Y ahora que soy hombre, sí entiendo lo que estaba pasando. En este caso, mi papa estaba castigando a mi mama porque se dio cuenta que ella había tenido relaciones con otro hombre. Pero qué pasaba... Mi papa había perdido su valor de hombre porque nosotros hemos aprendido que somos dueños de las mujeres. Y cuando alguna mujer muestra que no es cierto, y no es cierto, hacemos cualquier cosa para demostrar que así es, para apropiarnos de ella. Entonces, todas estas cosas hemos venido aprendiendo porque las vimos, porque las vivimos y las vivimos con cierta culpa. Sabemos que hay algo raro en esto pero no hemos aprendido cómo actuar de otra manera. De repente descubrimos que tenemos el monstruo por dentro... Nosotros, aunque querramos, no podemos escaparnos del fantasma porque lo tenemos por dentro, lo hemos aprendido. Entonces tenemos este fantasma por dentro, este monstruo furioso que cada vez que se siente extraño, que siente que pierde el poder, sale nuevamente, aparece y a medida que siente más y más extraño, recurre a medidas más monstruosas todavía, al homicidio, y han habido ejemplos como en Canadá donde un hombre mató a 16 mujeres. Entró con una ametralladora y dijo: "ustedes las feministas están destruyendo todo el mundo". Eso fue un ginecidio (femicidio) brutal. A esos niveles es posible llegar. Todos podemos llegar a esos niveles si de alguna manera no aprendemos cómo deshacernos del monstruo. Ese es el efecto que produce en nosotros la violencia. Porque mientras siga siendo para nosotros un recurso para demostrar que tenemos el poder, que somos los dueños del mundo, que somos los dueños de los niños, de las mujeres, de todo el mundo y que podemos hacer con todo el mundo y la naturaleza lo que querramos, este monstruo va a salir de nuevo y nos va a destruir a todos. Ahora quiero leerles una frase que escribió un señor que se llama Joseph Cooper que ha estado también estudiando el asunto de la violencia: "La violencia es la forma de poder que las mujeres no pueden ni podrán controlar. Los hombres les permitirán tener el poder del dólar, el poder del voto, el poder del vientre, aún el poder del orgasmo pero después de que se compartan estos poderes, el patriarcado guardará el último poder para sí mismo: el poder para destruir, el poder de violentar".

5. DEBATE Y DISCUSION: PROFUNDIZANDO SOBRE LA VIOLENCIA

Las tres exposiciones vinculadas de una manera u otra nos permitieron abrir el debate, concentrarnos en aspectos de nuestro interés específico y profundizar ciertos conceptos relacionados con la violencia. A continuación presentamos una síntesis de lo debatido:

5.1. La violencia: Profundizando el cómo la experimentan las mujeres en la vida cotidiana

5.1.1. El ciclo de la violencia

El "ciclo de la violencia" consiste en 3 etapas: los insultos, las provocaciones, luego la violencia física, pero por último se termina en una reconciliación y vuelve a comenzar el ciclo. Es cierto que a la mujer no le gusta ser maltratada pero ¿cómo, de qué manera pueden las mujeres entender que están viviendo la violencia? El mismo ciclo impide a las mujeres reconocer el problema en que están metidas. Siempre llega el período de la reconciliación y el marido llega con las florecitas pidiendo disculpas: "vos sos muy malcriada pero no volverá a pasar". Sin embargo, siempre vuelve a suceder y quizás la mujer lo va asumiendo como normal, como natural. ¿Qué hacemos para cambiar y romper el ciclo?

"Habían 2 preguntas que hicimos en la encuesta en León: ¿Usted cree que le va a volver a suceder esto" y "¿usted logró detener la violencia" y en muchos casos encontramos un optimismo en las mujeres que aparentamente no era fundamentado. Dicen que no va a volver a suceder porque hablaron con el y prometió no volver a hacerlo. Agarras esas respuestas y las comparás con los registros (Registramos cuando fue la primera y la última vez de la violencia, lo que sucedió, etc.) y nos damos cuenta que para esas mujeres fue hace un mes o quince días apenás que las rajaron la cabeza. Pero sin embargo piensan que han logrado terminar con la violencia y a lo mejor ha sucedido muchas veces, incluso en este mismo año. Los hombres generalmente llegan a pedir perdón, cambiando completamente de actitud, y eso realmente dificulta romper con el ciclo de la violencia. A las mujeres se les hace muy difícil reconocer que un ser tan querido y, aparentamente tan arrepentido y pobrecito, también él fue maltratado, etc, etc., va a volverlas a golpear. Es super dificil romper el ciclo y es muy probable que este hecho se va a volver a repetir."

No es fácil romper el ciclo de la violencia, pero consideramos que es importante reconocer que es un problema de toda la familia y por ende todos/as debemos estar involucrados/as en la búsqueda de una solución. Se habló de la necesidad de una estrategía de trabajar en conjunto, entre hombres y mujeres.

"Si partimos del reconocimiento que la violencia es un problema no solamente de las mujeres sino también de nosotros los hombres que somos una parte involucrada, hace falta pensar qué vamos a hacer nosotros. Las mujeres están haciendo su parte, han comenzado a hacer trabajo contra la violencia. Pero precisamente cómo hacer entender a la mujer que debería salir del ciclo, exactamente como hacer que nosotros entendamos que no debemos golpear a la mujer, que no tenemos ese derecho. O al niño, o a la niña, o a los hijos jóvenes. Eso es lo que necesitamos trabajar, ver cómo convencer a otros hombres que sabemos que están maltratando a sus familias y entender que todos hemos sido construidos así, pues. No es solamente entender que son otros hombre que lo están haciendo, no es decir otros son, son ellos, los malos, los que están molestando a las mujeres y quien sabe lo que les pasó, o los alcohólicos. Esa es una tendencia que nosotros tenemos: son otros, no somos nosotros. Y es precisamente porque no creemos que el monstruo está en nosotros. Es dificil creer eso, ¿verdad? Cada vez que leemos las noticias en los periódicos decimos, "Que animal". Parte importante de la solución es analizar como nosotros vamos a elaborar una estrategia para abordar a otros hombres."

"Hace poco en la reunión de la red de mujeres contra la violencia en León, llegaron varios hombres que están comenzando a organizarse y nos dijeron "queremos saber cual es nuestra papel." Y lo que nosotras sentimos es que ellos tienen que definir su propio papel. Es lo mismo para ustedes. Están dando el primer paso y realmente los felicito porque el primer paso es querer analizar esto, reflexionar y buscar formas de ser diferentes. Tanto los hombres como las mujeres tenemos que, desde nuestra propia perspectiva analizar e ir buscando alternativas y en base a esto buscar alianzas, porque hay mucho espacio para hacerlo y trabajar juntos. Eso no se puede lograr sin que cada parte haga la primera tarea de reflexión."

5.1.2 La violencia doméstica y las rupturas en las relaciones de pareja

En muchas parejas existen graves problemas de comunicación, a menudo radicados en los roles tradicionales genéricos asignados a hombres y mujeres. Ya cuando la comunicación es non existente y los niveles de violencia son inaguantables, muchas mujeres tienen que enfrentarse con la posibilidad de separarse de su esposo. Pero tomar tal decisión no es cuestión fácil para ninguna mujer:

"En las relaciones entre parejas hay muchos problemas de comunicación. El hecho que el hombre trabaje fuera de la casa no quiere decir que la mujer no trabaje adentro. No se hace este análisis porque tiene que ver con la invisibilidad que tienen las mujeres acerca del trabajo que se hace dentro de la casa. Cuando se le pregunta a una mujer: ¿Y usted trabaja? Y contesta "no, yo no trabajo. Solo me quedo en la casa, miro a los chavalos, lavo el maíz, hago la comida, se la voy a dejar al potrero, lavo, plancho, cocino, llevo a los chavalos a la escuela...todo." Existe trabajo "no existe", y tampoco a nivel del Estado. Pues existen problemas de comunicación.

"Cuando las parejas están viviendo una situación traumática, primero hay que ver si es una situación traumática. Porque no todas las relaciones que se ven agresivas son relaciones violentas. Una cosa es la agresión y otra cosa es la violencia. Puede haber un hombre agresivo que agrede de repente pero que puede ser una conducta mejorable con tratamiento y no está en una relación violenta. Hay que analizar el tipo de relación y después que busquen ayuda. El primer paso es hablar y buscar ayuda. Nosotras no decimos en el trabajo con mujeres, "mirá dejá este maje, pues.", es la pareja con ayuda que tiene que decidir lo que se va a hacer."

"Cada uno consigo mismo...el código civil dice que el hombre es la cabeza de la familia. No estoy de acuerdo con esto, pero legalmente le da potestad a que el hombre se sienta apropriado de esto. Y la constitución dice que hombres y mujeres somos iguales. Incluso en el censo nacional que se acaba de realizar me sentí ofendida cuando hicieron la pregunta, ¿quién es el jefe de la familia? Hay que recordar que en las comunidades indígenas nuestras autóctonas no existía este tipo de cosas, más bien esto viene de la cultura occidental...hasta los niños de la calle desprotegidos son producto de lo que trajeron los españoles a nuestras tierras. En el campo hay comunidades donde se mantienen tradiciones, se platica, se hacen cosas cuando un hombre de la sociedad exagera en violencia...he visto cosas muy buenas entre hombres y entre hombres y mujeres. Diferencias entre el campo y la ciudad. Cabe preguntarnos, ¿hasta que punto podemos llegar a vernos como somos, cada quien con su espejo, con su almohada, o con su amigo como sea?"

5.1.3 La violencia en cadena y cruzada

Si bien es cierto que nosotros los hombres podemos sentirnos víctimas de la violencia institucional no experimentamos la violencia cotidiana, de género de la misma forma que la viven las mujeres:

"En todos los casos el Estado golpea al hombre porque el Estsdo frente al hombre es el poderoso; el patrón frente al hombre es el poderoso y el hombre llega arrecho porque el patrón lo corrió y le pega a la mujer porque él, frente a la mujer, es el poderoso. La mujer le pega al hijo que es menor, el hijo le pega al perro el pero le pega al gato, el gato al ratón, el ratón a la cuccracha y así viene la cadena del poder. Y la violencia está en todos lados pero viendo por ejemplo las violencias cruzadas, tiene que haber un desequilibrio para que haya una relación de violencia. Cuando se da la violencia cruzada, cuando el hombre dice que mi mujer no se deja o sea que él le tira un trompon y ella le tira un zapato, pero nunca es igual. La violencia cruzada se da un en 23% aquí en Nicaragua. La violencia en contra de la mujer casi en un 75% y el 2% puede ser la violencia en contra de los hombres que yo, en mi vida de atender a mujeres, he visto dos casos de hombres maltratados. Uno que la mujer le quemó con agua caliente y el otro que la mujer lo corrió. Lo sacó de su casa y lo quemó con ácido. Dos casos en siete años. A lo mejor hay más..."

5.1.4 La violencia y las diferencias de clase.

Uno de los mitos que hemos visto es que la violencia doméstica en contra de las mujeres sólo se da en hogares pobres y que la causa de esta es la pobreza. Profundizando nuestro análisis descubrimos que eso no es cierto y que la violencia ejercida por hombres de las clases "altas" pueden tomar formas distintas:

"En los medios de comunicación casi siempre sacan que es la "tortillera" quien ha sido violentada, o la empleada y así llegamos a la conclusión que sólo los pobres golpean a sus esposas. Existe hipocresía social en este sentido porque hay casos digamos en la "alta sociedad" pero que no salen a luz. La violencia no es una cosa exclusiva de los pobres, cruza todas las clases sociales. Hemos encontrado mujeres violentadas por médicos, por ingenieros, lo que sí cuesta un poco más es que lo cuenten. La mayoría de los estudios encuentran normalmente una incidencia menor en la clase alta pero más que todo es porque hay muchas inhibiciones en las mujeres de "clase" y con más educación. Les cuesta más expresarse sobre lo que consideran privado. Generalmente es una cosa bastante igual pero no siempre se refleja por los subregistros de información."

Hay, además diferencias en los tipos de golpes que las mujeres de la "alta sociedad" pueden recibir de parte de sus maridos:

"Hay una diferencia en el golpe que da el hombre de la clase media o el hombre pobre y el hombre que tiene poder ecomómico. Los pobres le pegan en la cara o donde la agarran. Los intelectuales o personas que tienen poder económico golpean en sitios donde no se ve. La golpean debajo de las costillas, en la espalda, en las piernas. Porque las mujeres tienen que andar mucho en recepciones sociales y cosas así y no se pueden ver golpeadas. Dentro del mismo premio va el castigo: la luna de miel del ciclo de la violencia. El hombre de la clase pobre va a ver como contentarla buscándola sexualmente. Mientras que el hombre rico y lo he visto yo, tiene otros mecanismos: "No, ya no me lo vuelve a hacer porque ya me regaló una computadora", me decía una mujer. O un carro, y cosas así. ¿Cómo hacerle entender a la mujer? O ¿cómo hacer entender al hombre que no se debe de golpear a quien se quiere o a quien es la madre de sus hijos? Sin embargo, es un proceso, concientizar a la mujer; lo que decimos "empoderar" a la mujer. Porque ella cree que su marido tiene el derecho a golpearla y él también lo cree. Tenés que llegar a la reflexión con la mujer. Nosotras usamos en mi colectivo una imagen de mujer como un "mapa" de ella: "Esto es tu croquis. A ver donde fueron los golpes, ubicalos vos." Para que la mujer vaya enseñalando en su croquis, que es ella, cuántas veces la ha golpeado, hasta llega a ver 6 meses, 8 meses para ver cuantos golpes ha recibido. Por que ella tiene que reconocer er que es ella la que tiene que salir de ese ciclo."

5.1.5 Violencia entre mujeres y ejercida por mujeres: el aumento de la delincuencia femenina

Acerca de la violencia perpetrada por mujeres, nos preguntamos si el aumento de la actividad delictiva de parte de las mujeres es dirigida solamente a hombres o también hacia otras mujeres como por ejemplo a otros subalternos dentro de su perímetro o ámbito cotidiano. Nos ayudó Silvia a aclarar este asunto:

"He visto en mi trabajo que llegan más mujeres delincuentes. Los pleitos que se dan entre mujeres por hombres, muchos no son registrados por la policía. Porque se llama falta de policia y no amerita llegar a los juzgados. ¿Qué es lo que llega a los juzgados: mujeres homicidas que han matado a sus conyuges; mujeres parricidas que mataban los niños. Se han visto algunos casos: la que echó su niño en Jiloá por ejemplo. Mujeres que "hurtó con abuso de confianza", "robo con fuerza e intimidación." Este tipo de violencia. O mujeres que asaltan a un taxista con una pistola, o mujeres que a su patrona de repente la desvalijaron y cuando están en los juzgados dicen "es porque me pagaba muy poco, tengo que dar de comer a los hijos, el hombre ya no me da plata..." Mujeres hasta abigeas. Antes no se daba y aquí en Managua en este año hemos encontrado 4 casos de mujeres abigeas."

El aumento de delicuencia en las mujeres está relacionado con la "violencia social", o sea la crisis actual socioeconómica, pero es en primer lugar un asunto de género:

"La violencia social, el desempleo, la pobreza, etc., es una violencia que va en contra de las mujeres. Es una violencia de género. Por ejemplo un hombre que le niega la pensión alimenticia a la mujer que es desplazada del empleo porque es mujer experimenta el efecto de la violencia de género. Estoy segura que sí, porque lo he podido averiguar con estas mujeres .

A veces los mismos juzgados piensan "ella es una ladrona porque viene de una familia de delincuentes" pero si vos decís que eso no tiene lugar aquí, que la familia no es delincuente, el abogado analiza de otra forma y concluye que es porque es mujer y es por eso que le ha pasado todo eso. Y los casos de mujeres delincuentes van a seguir aumentando. Si a las mujeres las sigan arriconando de esta manera, las políticas económicas, los hombres que no dan el dinero para los hijos, etc., pues van a tener que volverse más delincuentes cada día."

 

5.2 La violencia: Profundizando el cómo la experimentan los hombres en la vida cotidiana

5.2.1 Los hombres también experimentamos violencia

Reconocer que muchos hombres en su niñez han sido "victimas" de violencia nos podría dar algunas pistas acerca de como tratar el asunto de romper el ciclo de la violencia:

"Descubrimos que la mayor parte de los hombres agresores han sido maltratados en su vida. Y han sido testigos de maltrato. Pero, ¿cómo lo viven después? Ellos se convierten generalmente en agresores. Las mujeres que han sido victimas de maltrato, o mejor dicho sobrevivientes en su niñez, se convierten en sobrevivientes de maltrato en su adultez. Si lo analizamos desde una perspectiva de género, lo que nos pasan a las mujeres y a los hombres, lo vivimos un poco diferente. Pero hay que analizar más a fondo como lo vivimos cada quien."

"Para poder educar a un maltratador, vos tenés que conseguir a una buena cantidad de hombres maltratados, fundamentalmente en la niñez, por sus madres, sus padres, violados por un hombre; diferentes formas de maltrato que te producen un maltratador. No digo que sería motivo de victimizarnos, pero hay que abrir las puertas a este análisis."

5.2.2 Formas en que los hombres experimentamos la violencia.

Aunque haya un aumento en el número de mujeres que denuncian haber sido violadas u objetos de violencia, en pocas ocasiones los hombres se declaran como objetos de que se les violenten sus derechos. Pero, ¿qué tan serio es la violencia en contra de los hombres? ¿Existen hombres maltratados por sus esposas?

"El discurso feminista muchas veces es confrontativo. Y eso ha sembrado injustas posiciones e incluso incomprensiones de parte nuestra (de los hombres) en relación a las posiciones de las mujeres, justas históricamente justas. Hay un discurso que a veces es violento pero por otro lado hay que reconocer que el problema es de dos géneros. Lo que poco se ha analizado es de la violencia ejercida en contra de los hombres por que se maneja en secreto. Está demostrado que se ejerce bastante, pero no se sabe cuánto es. Hoy mismo sale en el periódico una forma de violencia muy dura: la violación de un menor. ¿Cuántos hombres no son violados en su historia de vida pero es un secreto que se mantiene pero así absolutamente metido en el alma y produce una buena cantidad de cosas? No estamos en este caso victimizándonos, sino buscando como encontrar caminos comunes. En este sentido habrá que trabajarlo un poquito más. En el ciclo de violencia está metida la pareja y la familia. No se puede medir desmontándola nada más para las mujeres."

"La mayoría de nosotros conocemos a por lo menos un hombre que ha sido maltratado, y muchas mujeres. Esto no ha sido objeto del estudio nuestro (en León) pero sí hay estudios internacionales sobre el maltrato hacia los hombres y lo que encuentran es que sí hay mujeres que pegan a sus maridos. Pero tienen características diferentes. Entre las diferencias hay: tiende a ser menos frecuente, menos severo y tiende a ser vincluado a un maltrato hacia ella. Generalmente un hombre que ha sido maltratado también ha maltratado a su esposa. Hasta se puede considerar un acto de autodefensa. Mientras las mujeres maltratadas algunas veces se han querido defender, pero no es muy común..."

5.2.3 Violencia: problema de "otros hombres"

A pesar de haber exteriorizado nuestras propias exeriencias de haber experimentado violencia de parte de nuestros padres, maestros/as etc., cuando eramos niños y jóvenes, seguimos distanciándonos del problema de la violencia, de una forma muy racional:

"No sé porque estamos hablando de ellos. A lo largo del taller hemos descubierto que de alguna u otra forma todos, o la gran mayoría de nosotros, ha sufrido una especie de maltrato en su vida, cuando fue niño, cuando fue adolescente. Y estas formas de maltrato no se borran. Dejan alguna marca allí, un dolor. Pero qué pasa con nosotros, estos sentimientos que generan el trauma, el dolor, la tristeza, el miedo, nosotros no hemos aprendido a manejarlos porque como somos hombres nos cuesta hablar de esto, de lo que nos ha pasado a nosotros... estos sentimientos los convertimos en odio, en agresión, en furia. Y, ¿qué pasa con la furia? Se convierte en violencia. Y ¿qué pasa con el enojo? Nos conduce a la violencia. Nos convierte en una bomba de tiempo porque explota apenas la toquen. Necesitamos aprender a manejar los sentimientos de tal forma que no conduzca a una cadena sin fin y hasta llevarnos a actuar violentamente."

Además del odio, nuestros sentimientos de vergüenza también provocan conductas violentas en nosotros:

"El odio no es el único sentimiento que genera las situaciones violentas que los hombres hemos vivido. El sentimiento prevaleciente es la vergüenza. Muchas veces no nos damos cuenta hasta que punto somos seres avergonzados, llenos de vergüenza por todas las cagadas que nos han sucedido a lo largo de la vida, por las situaciones en las cuales por motivos muy diversos, sean personales o del contexto, hemos fallado. En la actualidad con tan alto porcentaje de desempleo, muchos de los problemas que los hombres manifiestan tienen una relación con el desempleo por la vergüenza de no estar cumpliendo con el rol social de proveedor a su familia. Y esto se suma con otras vergüenzas...."

5.2.4 La violencia y el contexto/entorno social

El contexto social a veces legitima la violencia y hasta la premia en nosotros los hombres. Sin embargo, cuando cambia el contexto, quedan muy profundo dentro de muchos hombres, efectos negativos por haber sido protagonistas de violencia justificada en el momento por el contexto mismo, pero posteriormente castigado. Santiago Sequiera nos dio un ejemplo de su propia experiencia:

"En relación a eso, que la violencia nos convierte en monstruos quiero hablarles. Trabajo con muchos hombres que fueron soldados durante la guerra pasada. Son diversos tipos de experiencias, unas antes del 90 y otras después del 90. ¿Qué ha pasado con los hombres en la década 90; hombres que antes de las elecciones de febrero de 1990, eran soldados que cumplían firmemente sus deberes como soldados y que no cuestionaban en absoluto, en nada su actividad guerrera? Porque era concebida por ellos al igual como por una gran parte de la población de Nicaragua como una guerra justa. ¿Qué pasa después, cuando se cambia el contexto? ¿Qué pasa cuando se cuestionan los valores con los cuales vivimos en la década pasada? ¿Qué pasa después que otros valores, el valor de la libertad política por ejemplo, comienza a tener mayor importancia dentro de la sociedad? Estas personas con que yo he trabajado y lógicamente no son todas las que participaban en la guerra, independientamente en cual campo estuvieron, les ha ido muy mal porque empezaban a decir, "yo cuando era guerrero, mi oficio era el ejercicio de la violencia, me convertí en un monstruo porque renuncié a una serie de valores." Y ha sido un profundo sufrimiento posterior cuando han revisado su vida pasada y se han dado cuenta que hicieron cosas que ya por razón histórica tampoco son justificadas. Y cuando digo que han sufrido profundamente, estoy hablando de un profundo daño síquico de actitudes, de conductas profundamente autodestructivas, de pérdidas de referencias en la vida, de pérdidas incluso como ciudadanos, como individuos.

(Incluir aquí dibujo #8 con la siguiente frase abajo:"Yo cuando era guerrero, mi oficio era el ejercicio de la violencia, me convertí en un monstruo porque renuncié a una serie de valores.")

Recuerdo de alguien que cuando yo empecé a tratarlo era un muchacho muy jóven , había entrado la guerra a la edad de 13 años. Había estado 50 veces en la carcel por actos de violencia en la vía pública, actos de violencia que en gran parte eran una especie de llamada de castigo pero también de "mátenme" que es casi lo mismo."

En el contexto de la guerra la violencia de este joven fue justificada, legitimada y hasta premiada por el sistema. Sin embargo, al cambiar el contexto, se encuentra en una espiral de violencia, sin salida y con el cambio, su violencia ahora está deslegitimada y castigada por el sistema.

5.2.5 La responsabilidad personal y colectiva

Tenemos la tendencia de exteriorizar nuestra responsabilidad y echar la culpa a un "sistema" abstracto, distante. Y aunque el contexto, el entorno social y/o el "sistema" en sí tienen su cuota de "culpabilidad" en relación a las conductas violentas masculinas, tenemos que reconocer que cada uno de nosotros debemos asumir nuestra propia responsabilidad, sea personal o colectiva si queremos transformarnos a nosotros mismos y al mismo sistema:

"Me preocupa el hecho que el sistema se está manejando como algo distante. El sistema nos condena, nos obliga, etc., etc. ¿No será que estamos delegando responsabilidades hacia algo etéreo, abstracto, teórico? Tenemos que dirigirnos más hacia nuestras propias responsabilidades. Yo no llevo ninguna carga colectiva. No la siento. No me siento culpable, como hombre, de lo que han hecho los hombres. Llevo la carga propia del descubrimiento, del análisis de mis propias responsabilidades, de estallidos de violencia que todavía tengo y que todavía no los puedo controlar porque todavía no controlo o analizo en general. Creo que he avanzado en el tiempo pero creo que tiene que ver con la estrategia y con cuando uno analiza, empieza a cambiar y además se desarrolla en un ámbito que a su vez va ratificando y consolidando su propio cambio. Es muy dificil consolidar y ratificar este cambio. En el caso de los talleres que se hacen sobre la autoestima de las mujeres. Un par de horas sobre autoestima, luego van a la casa y le agarran a garrotazos. ¿En que medida el empoderamiento nos está llevando a un tipo de enfrentamiento conflictivo? Lo mismo pasa con nosotros. Podemos venir a este taller pero necesitamos de un tiempo de ratificación de las cosas que vamos analizando, porque el entorno es fuerte, el sistema es fuerte. Pero uno tiene que aprender a ser más fuerte y tratar de lograr algún cambio.

Tal vez, en lugar de culpabilizar al "sistema" tenemos que reconocer que como hombres somos parte de un sistema que promueve y legitima la violencia en nosotros como un instrumento masculino de control sobre las mujeres.

"A mi me preocupa que se hable del sistema como culpable porque nosotros somos parte del sistema; la educación, la Iglesia, etc. son agravantes. El asunto es la construcción de la masculinidad: agresiva, poderosa y la construcción de la femineidad: subordinada y "despoderizada". No vamos a llegar a liquidar las relaciones entre los dos géneros si los dos no asumimos la condición y la situación del contexto global. Es a partir de la familia que se pueden democratizar todas las relaciones del mundo. Mientras exista el ciclo de la violencia, mientras haya violencia familiar en todas sus expresiones, va a existir violencia entre naciones."

"Sostengo y reafirmo que sí hay un sistema que nos afecta en cuanto a la violencia. Miremos los medios de penetración ideológica, como nos están afectando. Sí hay un sistema que nos afecta y que lo tenemos que tomar en consideración. Hay necesidad de resolver los problemas que nos afectan internamente en la familia, en nuestro medio pero sin perder la perspectiva que esto no es abstracto que esa es una imposición y que hay que tomarlo en consideración para poder salir de la situación en que estamos."

5.2.6 Violencia y transformación personal e institucional

Como sujetos de un contexto, entorno o sistema, consciente o inconscientemente participamos en la perpetración de violencia a muchos y diferentes niveles y esto tiene sus efectos negativos dentro de nosotros. No podemos cambiarnos a nosotros mismos, ni promover un cambio institucional (del sistema) si esto no lo reconocemos y si no asumimos la responsabilidad individual sobre nuestras acciones violentas.

"Entonces cuando hablamos de violencia, de los efectos de la violencia de los hombres hacia otros, sea en el caso de la violencia doméstica del hombre contra la mujer o en el caso de violencia política, tenemos que considerar realmente, efectos profundamente negativos como los que los torturadores del ejército argentino están manifestando sentir actualmente. Allí tenemos un ejemplo de los efectos que la violencia tiene. Y también en el caso de los argentinos, como característica, que es a posteriori, que es algún tiempo después, que empiezan a asumir la responsabilidad. Porque aquí viene un asunto: el efecto negativo en los hombres muchas veces se inicia cuando asumen la responsabilidad de los hechos. ¿Por qué la mayor parte de los hombres son reacios a buscar ayuda sicológica? ¿Por qué estos mitos en que están enumerados en cuanto a que la violencia no daña? Porque es una forma de no asumir la responsabilidad del acto. Si el hombre asume la responsabilidad del acto, o de diversos actos eso lógicamente tiene que crear cambios. Estos cambios, si son positivos van a llevarlo a una transformación de su actitud. Si por motivos diversos estos cambios únicamente se manejan muy indivualmente con mucha culpa y demás, vamos a tener que este monstruo se puede convertir, ya tal vez no digamos como un monstruo con poder sino un monstruo sin poder sobre sí mismo, y con mucho sufrimiento."

Cambiar, sin embargo, no es tarea fácil y hay muchas fuerzas del contexto que obstaculizan que nosotros cambiemos:

"Creo que las creencias religiosas, y filosóficas influyen bastante y ninguna nos ha venido a ayudar a superar el problema. El sistema actual económico, político y social que hemos vivido es de sometimiento. No ha habido ningun tipo de relación, de ningun desarrollo espiritual, político y moral. Entonces, hablando de los aspectos revolucionarios, tampoco no han discutido esos elemetos. Marx y Engels hablaron de la mujer pero no sé en que porcentaje, no se abordó bien el tema. ¿De que sirve que trabajemos nosotros en contra de la violencia, en contra de las mujeres y las niñas, si el sistema económico, social en que vivimos es nefasto, duro, terrible, drástico. Hay que alzarse, hay que saltar, hay que hacer prostitución, hay que ser un montón de cosas...por solo vivir en este país."

"Por otra parte puede ser que no se llegue a cambiar suficientemente, pero no deja de haber efectos en muchos ámbitos de su vida. ¿Por qué, por ejemplo, los hombres tenemos una expectativa de vida menor que la de las mujeres?. Bueno esto tiene que ver mucho con los efectos de la violencia que nosotros hemos ejercido a los demás y que ejercemos a nosotros mismos, de muchas maneras. Es una violencia que la vivimos, que la sufrimos que la actuamos porque estamos completamente convencidos que para ser verdaderos hombres tenemos que ser violentos. Y que ser violentos no significa como se ha dicho únicamente golpear a los demás. Hay muchísimas formas de violencia. Se ha hablado de violencia física, emocional, sicológica, moral, sexual, etc. Tal vez una de las violencias más grandes es la violencia institucional o la violencia del contexto que está profundamente interiorizados en nosotros. Es decir, a través de las voces, de los ejemplos, de las personas que han sido significativas que nos han inducido a ser violentos y a vivir la violencia como un valor positivo.

No hemos todavía terminado de descubrir los efectos de la violencia que los hombres ejercemos sobre los seres del mundo y sobre la naturaleza, los efectos negativos que tienen en nosotros. La reflexión se ha iniciado y apenás estamos descubriendo qué cosa es que nos pasa. Y en un taller como este, que nos da la posibilidad de reflexionar, podemos encontrar entre nostros caminos tanto para desmontar nuestra violencia y para superarla, para cambiar y transformarnos y transformar nuestras relaciones humanas."

5.2.7 La violencia, la perspectiva de género y el cambio

La aplicación de un análisis de género al problema de la violencia y las relaciones entre hombres y mujeres nos ayuda a ver más claramente la profundidad del problema de la violencia y la necesidad de encontrar formas de cambiar, de transformarnos en la vida cotidiana:

"Muchas veces tendemos a tratarnos únicamente como victimarios, y realmente la vida no es blanco o negro. Muchas veces tendemos a ver las cosas con una sola óptica. Pienso que la óptica de género es profundamente valiosa para entender la situación que vivimos, que nosotros podemos tener. No recuso todo lo que es el aspecto del contexto, las instituciones, de la historia todo esto debe de ser incluido en los modelos de análisis que nosotros vamos a hacer. Es importante, si estamos hablando de cambiar, si estamos hablando de buscar alternativas, propuestas, considerar todas las alternativas posibles porque la vida no es de una sola via, es de muchas vias, a ser descubiertas porque ninguna está trazada tampoco. No hay ningun camino trazado, cada vez hay que ir descubriendo lo que hace más difícil el asunto. Incluso nos lleva a decir, "no sé lo que va a haber después, mejor no me muevo. Mejor me quedo haciendo lo que siempre he hecho, o que hizo mi padre, mi abuelo y todas las generaciones anteriores." Y es un factor muy negativo para poder cambiar. Las mujeres pueden decir lo mismo: "si a mi mama le pasó lo mismo, a mi abuela también. Es la ley de la vida y yo como buena mujer me someto, voy a tener un mejor trato cuando seamos más viejitos..." O va a ofrecer sus sufrimientos al Señor para ir al cielo. Muchas personas, incluso profesionales que buscan ayuda del cura reciben orientaciones de que ofrezcan sus sufrimientos al Señor y ya no quieren seguir ofreciendo sus sufrimientos al Señor. Y esto es parte del contexto. Hay todas estas voces que dicen al hombre y a la mujer: no cambien. Pasa constantamente en casos de niñitas violadas, cuando la madre está actuando como si quisiera responsabilizar a la hijita, de ser la culpable de la violación. Eso es el resultado de toda, entre otras cosas, de una política de construcción de género de esa mujer que le lleva a tener una posición poca solidaria con su hijita violada. Son situaciones que se están dando a diario. Nosotros en donde estamos podemos tener formas alternativas de ver, de convencer a otras personas que debe ser visto esto de otra manera."

"Dentro de un trabajo de género hay que dar un espacio a la sensibilización con los hombres porque es importante, pero no como un favor sino como una cosa sumamente importante. El gran problema de todos los problemas de género incluyendo el de la violecncia, radica en nosotros, en las actitudes de los hombres y en la formación de los jóvenes en la casa."

6. HACIA NUEVAS PRACTICAS NO VIOLENTAS: PROPUESTAS Y PISTAS DE ACCIONES POSIBLES

(Incluir en esta sección fotos de hombres trabajando en grupos)

Con el propósito de proponer acciones posibles de transformación, formamos grupos homogéneos (territoriales y/o institucionales). A partir de todo lo reflexionado y los insumos sugeridos en el taller analizamos, desde lo personal, familiar, social, laboral, etc., cómo cambiar nuestras actitudes y conductas violentos y cómo promover la reflexión sobre la violencia y la transformación con otros hombres. A continuación, presentamos una síntesis de las ideas, pistas, sugerencias, etc. trabajadas en los grupos y socializadas en el plenario.

6.1 A nivel personal

* Ser reflexivos autocríticos y autoevaluativos

Ser menos violentos y promover conductas no violentas en primer lugar significa que cada uno de nosotros desarrollemos una actitud de autocrítica: "primero tenemos que ver qué pecados tenemos nosotros; tenemos que mejorar nosotros para poder mejorar a los demás." Es, entonces imprescindible tomar en serio procesos individuales de "evaluación personal/revisión interna - ¿cómo es que nosotros vamos a cambiar, qué es lo que debemos cambiar y cómo lo vamos a lograr? Ser críticos, autocríticos, autoevaluativos, reflexivos. Es díficil, pero no es imposible."

La reflexión crítica nos lleva no solamente a revisar nuestras actitudes y conductas violentas hacia las demás personas, sino también hacia nosotros mismos: "la violencia que ejercemos sobre nosotros mismos se desprende de un autoestima rebajado. Nosotros nos subestimamos, nos desvalorizamos ante los demás y eso nos lleva a tener actitudes agresivas contra nosotros mismos. No es preciso agarrar una pistola y pegarte un balazo para tener una actitud negativa y violenta en contra de sí mismo. Uno puede ir en la calle deprimido y le pasa encima un camión y uno ha participado en este accidente; casi un suicidio. Tenemos que valorar nuestra propia vida porque si no la valoramos nosotros, no vamos a poder exigir que otros nos valoren. Es importate para quererse uno y para no agredirse."

El cambio sin embargo no es un proceso fácil. Tenemos que ser realistas: "otro aspecto es que tenemos que aceptarnos como somos; aceptando lo que no podemos cambiar y cambindo lo que podemos. Si estoy flaco, puedo engordar pero si soy chaparro, no puedo crecer más. Podemos ser mejores cada día, eso es bien importante."

* Relativizar nuestras visiones e incidencia en los procesos de cambio de otras personas:

"Una cosa que nos podría ayudar es, sin desvalorizarnos, relativizar lo que pensamos, lo que decimos, lo que hacemos - que nuestras opiniones no son la realidad, es la forma en que nosotros vemos la realidad. Que lo tengamos en cuenta a la hora de relacionarnos con la compañera, con los hijos, con los vecinos, en el trabajo, etc. Y quizás un poco más allá: lo que nosotros pensamos o decimos o hacemos, si la demás gente no hace las cosas como nosotros las hacemos o no piensan como nosotros pensamos ni se cae el mundo, ni se hunde el universo, ni desaparece la vida. Y aun aceptando eso, siempre tener claro que nosotros no decimos lo que pensamos y no hacemos lo que creemos que hay que hacer; nadie lo va a hacer como nosotros lo hacemos y esto también es una perdida para el colectivo de la humanidad. Pero es que nosotros hagamos lo que queremos que tenemos que hacer; vivamos como pensamos y digamos lo que creemos que tenemos que decir pero sabiendo que eso no es obligación; no obliga a que los demás piensen, digan y hagan lo que nosotros tenemos que decir; relativizarnos frente a las otras personas, sin desvalorizarnos pero sin ponernos tampoco a caballito de los y las demás."

6.2 A nivel familiar

* Nuevas relaciones con nuestras esposas y compañeras:

Para poder cambiar nuestras conductas violentas en el seno de la familia y así promover la estabilidad y felicidad del hogar tenemos que cambiar nuestras actitudes y forma de relacionarnos con nuestras esposas, compañeras, niños y niñas: "Una parte fundamental es crear espacios de participación absoluta para hombres, mujeres, niños y niñas en la familia. Somos los hombres que siempre tenemos la primera y la última palabra. Provocamos que a la mujer le ocurren cosas físicas, síquicas y no tomamos en cuenta esto." Debemos "establecer "redes de confianza" y combinarlas con amor; practicar el ejemplo dentro del hogar, partiendo de que recibimos capacitación: demostrar lo que hemos aprendido".

Aunque no sea fácil hay que compartir los conocimientos nuevos que estamos adquiriendo con nuestras esposas y compañeras para poder, en conjunto implementar otro sistema de criar a nuestros/as hijos/as: "como hombres tenemos que ir conscientizando a nuestras compañeras para ir educando a nuestros hijos e hijas para que se nos haga más facil prepararlos en este cambio que tratamos de lograr. Si yo hago un esfuerzo con mis hijos/as pero mi señora sigue bajo el esquema tradicional eso genera muchas desventajas para poder fortalecer nuestro hogar." Este mismo pensamiento también se expresó de otra forma: "estamos aprendiendo y no solamente lo que decimos es lo mejor. Decía un compañero: nosotros tenemos que enseñar a la mujer, sensibilizar a la mujer para que ella nos ayude a educar a nuestros/as hijos/as. Creo que tanto ellas como los varones, las madres y los padres queremos aprender. No somos nosotros que vamos a encargarnos de enseñar a las mujeres, sino tratar de ayudar en la familia el hombre y la mujer. Reciprocamente tanto la madre y el padre tienen que aprender, es un camino que todos aprendemos. No ir a la casa ahorita que hemos tenido dos talleres de masculinidad pensando que somo los masteres, sino que estamos en el camino y que tanto el hombre como la mujer vamos a aprender a comportarnos mejor."

Como punto duro, para algunos de nosotros, a lo mejor no va a ser posible lograr establecer este nuevo tipo de relación con nuestras esposas o compañeras. Habrá que prepararse, en algunos casos para una ruptura en la relación: "cuando ya no hay que hacer, cuando se hayan buscado las mil alternativas, decidir en la pareja que es mejor separarse porque con seguir podría ser llegar a la muerte."

* Nuevas relaciones con los/las niños/as

Con particular atención a las relaciones con los niños y las niñas debemos ser más responsables y más protagonistas en la crianza de ellos/as: "Como padres de niños/as o familiares de niños/as debemos de intentar dar más afecto a los niños/as. Comenzemos a implementar desde nuestra casa, desde nuestro hogar a no discriminar entre los niños y las niñas." La niñez, como dice mucha gente no es el futuro de mañana sino parte integral del presente y por ende debemos de tratarla como personas humanas con pensamientos y sentimientos propios. Nos retamos a: "mirar con mejor visión la niñez de los niños; es necesario tomar en cuenta lo que piensa el niño/la niña, sus opiniones, y en base a eso poder actuar. Mucho decimos que "hay que formar al niño para que sea adulto y muchas veces ni sabemos lo que piensa el niño ni lo que le gustaría ser o hacer en la vida". Estas nuevas relaciones, sin embargo no deben concentrarse solamente en lo afectivo. También hay que buscar como "establecer una comunicación mejor con los y las niños y las niñas y no solamente a nivel afectivo; platicar, poder entendernos con ellos y ellas".

Hay que reconocer a la vez que hay sectores de la niñez que son más propensos a recibir tratamientos violentos de parte de otras personas: "existen niños/as discapacitados/as que reciben más violencia que otros/as niños/as. O los padres o los vecinos no los aceptan y los ven como algo raro. Sufren una violencia más cruda, más cruel. Sería importente hacer trabajo con los padres y las madres de estos niños sobre violencia."

* Aprender a escuchar y ser más democráticos:

Otro elemento importantísimo en las relaciones familiares es la necesidad de aprender a escuchar: "tomar muy en cuenta las ideas, las críticas que vienen a ayudar la armonía familiar. Muchas veces rechazamos las ideas de un niño, de un vecino, las ideas de la mujer. Rechazamos las ideas de los ancianos y las ancianas."

Existe una gran necesidad de prácticas más democráticas y menos verticalistas en la familia. Significa que tenemos que "dialogar y practicar para ir mejorándonos e ir evacuando los problemas que hay en la familia." Tenemos que buscar como ser mejores comunicadores y compartir la toma de decisiones: "ser flexibles en dar, platicar, no encerrarnos; que el hombre no sea caprichoso en decidir él como hombre lo que se va a hacer sino sentarse a discutir para que haya un mejor entendimiento en la pareja."

Tenemos que buscar formas de poner en práctica la teoría: "Ser paciente; no ser provocador; ser coherente, no tener doble moral; vivir lo que predicamos"

6.3 A nivel laboral

A lo interno de nuestros lugares de trabajo, debemos buscar como mejorar las relaciones con nuestros compañeros (y compañeras) de trabajo para "eliminar competencia entre los compañeros de trabajo, desarrollando más los lazos de solidaridad y fraternidad." Podríamos intentar "socializar más con los/as compañeros/as de trabajo" e ir "mejorarando la disciplina individual y colectivamente."

También debemos buscar mejorar las relaciones entre organismos o centros de trabajo donde hay hombres interesados y trabajando hacia nuevas formas no violentas de relacionarse entre ellos mismos, con las mujeres y con la niñez: "mantener comunicación entre organismos afines (por ejemplo en Managua, CANTERA, CISAS, CEPA,) y a lo interno de los organismos promover reflexión y capacitación con otros hombres allá, compañeros de trabajo. Empezar desde allí el trabajo de concientización, sensibilización para poder ampliar un poquito más."

6.4 A nivel social:

* Denunciar actos de violecnia

Aunque no sea fácil, por la presión social, es fundamental que hagamos un esfuerzo para denunciar actos de violencia en nuestras comunidades: "debemos comenzar con algo controlable, por ejemplo la violencia en contra de la mujer." En todas nuestras comunidades "se presentan algunos casos que se miran". Podemos actuar como individuos tal como hizo un compañero de Mulukukú: "Una vez en mi caso propio hubo una pareja que se peleó. Me mandaron a llamar. Platicamos con la pareja. Se nos hizo noche. El muchacho decía una cosa, ella decía otra, el decía que lo aceptara ella; ella decía que no, que le dolían los golpes que le ha pegado... después ella aceptó volver con el y yo fui a mi casa. Qué pasó? Cuando llegé mi esposa estaba enojadísima, brava, llorando...ne acosté y el día después le expliqué lo que había sucedido. Si hubiera sido en otros casos tal vez hubieramos llegado a pelear. Hay que pensar bien antes de realizar una acción."

También podemos "reunirnos en grupo en caso que se presentara un caso de violencia en nuestra comunidad para ayudar a la víctima."

Trabajando juntos, ejercemos nosotros una cierta presión para que se vaya reduciendo la violencia: "En casos concretos en el barrio, en la comarca aunque solo sea para poner en ridículo al violento."

Si tenemos las posibilidades de denunciar otros actos de violencia "lo debemos de hacer también porque es un compromiso que a la larga se debe tomar como propio."

* Fortalecer la organización de grupos de hombres:

Para ir reduciendo los niveles de violencia, miramos como sumamente importante el fortalecimiento organizativo de los grupos formados: "Hay que ampliar el grupo para fortalecerlo" y concentrarnos también en nuestra propia formación y capacitación: "hemos tenido talleres sobre masculinidad en nuestra comunidad y buscamos cómo poner en práctica lo que descubrimos allí."

También debemos preocuparnos por el impulso de nuevos grupos: "Es necesario fomentar grupos de reflexión para poder sensibilizar, promover una educación hacia la población; es necesario ir agrupando, atrayendo a nuevas personas, hombres que estén interesados y aquellos que no están interesados; crear esta necesidad de cambio."

Creemos que a través de una organización amplia podemos: "cada día ir limitando más esos tipos de acciones violentas. Necesitamos de una "lucha de grupo para que en realidad haya justicia contra la violencia."

* Realizar trabajo de concientización a diferentes niveles

A nivel personal y a nivel de grupo todos debemos comprometernos a realizar trabajo de concientización con otros hombres: "Establecer comunicación con hombres vinculados con el tema a diferentes niveles."; "Comunicar a los jóvenes y a los niños las reflexiones contra la violencia, cultivando valores como la responsabilidad, la honestidad, etc." Sin embargo, si queremos tener un impacto, no podemos ser hipócritas, tenemos que combinar nuestra teoría con una práctica coherente: "Para poder salir a capacitar a otros hombres, tenemos que ser primero ejemplo, demostrar en la práctica que se puede generar cambio y vivir de una forma distinta."

Otro elemento importante es compartir de una forma sistemática nuestras reflexiones, capacitaciones, talleres, seminarios etc.: "Sistematizar, reproducir y divulgar reflexiones hechas en estos y otros talleres; darlas a conocer a otros hombres interesados quienes tal vez necesitan de la ayuda nuestra para hacer sus reflexiones."

6.5 A nivel político

Existe también una gran necesidad de llevar a cabo trabajo de una naturaleza política: "Nosotros mirabamos que podemos luchar, que podemos platicar con la gente para que no haya violencia y tal vez es lo más esencial que pueda haber. Pero también si en el país no hay justicia. Tenemos que trabajar en función a que haya justicia social y que verdaderamente se cumpla para que no haya discriminación a favor de unos u otros. Que exista la igualdad entre todos/as. Es la lucha que tenemos."

Se habló de la necesidad de "generar una ley que permita que se haga castigar a hombres que generan violencia. Porque nunca tenemos un limite. Podríamos estar programados para no provocar tanta violencia."

6.6 A manera de conclusión

Hemos visto que la lucha contra la violencia se puede realizar a distintos niveles. A nivel personal y familiar cada uno tiene que buscar qué y cómo cambiar. En relación a cambios sociales y/o políticos, consideramos imprescindible la formación de grupos de hombres para reflexionar y promover acciones en conjunto y también la realización de trabajos, campañas etc. con mujeres organizadas. Nuestro papel debe ser de apoyo, acompañamiento y solidaridad con las mujeres a sus acciones en contra de la violencia y en búsqueda de igualdad.

 

7. HOMBRE, VIOLENCIA Y CRISIS SOCIAL: CONCLUSIONES GENERALES

Todos ejercemos violencia de una forma u otra; sea física, emocional, sexual o sicológica en contra de otras personas y especialmente en contra de las mujeres: nuestras hermanas, compañeras, esposas. Hemos aprendido y asumido que conductas violentas moderadas son, para la mayor parte de nosotros instrumentos aceptables de poner orden, de controlar situaciones y "resolver" problemas. No tenemos que ser maltratadores o violadores sistemáticos para ejercer violencia. Todos recurrimos, de vez en cuando, a un grito, una amenaza, un insulto, un golpe para mostrar y mantener nuestro poder y conseguir lo que queremos. Lo hacemos sin pensar, sin reflexionar, sin criticar porque de hecho creemos que es algo normal, natural. Y muy poco consideramos el daño físico y sicológico que estamos causando a nuestra pareja y a nuestros/as niños/as y mucho menos a nosotros mismos.

Las estadísticas de la investigación en León asustan y nos retan. Fácil sería echar la culpa a la crisis socioeconómica que actualmente vive el país o citar como causas de la violencia el abuso del alcohol o el desempleo masculino. Obviamente éstos son factores agravantes que cuando estén presentes aumentan la cantidad y "calidad" de violencia. Sin embargo, hemos develado y de acuerdo a lo que tantas mujeres durante mucho tiempo han estado diciendo, que la causa de la violencia radica en la construcción social de los hombres. Como parte integral de nuestra identidad genérica, asumimos la violencia como característica indispensable para sentirnos "hombres" en la sociedad. Estamos programados para destruir.

No obstante, la violencia masculina no es algo que traemos en la sangre ni en los genes, sino un comportamiento socialmente aprendido. En la construcción de nuestra identidad masculina colectiva, asumimos que ser violento es igual a ser hombre. Entre más violentos somos, más masculinos nos sentimos. Así aprendemos y así enseñamos a nuestros hijos para que ellos también enseñen lo mismo a sus propios hijos...

¿Será posible, entonces, cambiarnos, ser diferentes, llevar a cabo vidas no violentas y relaciones más justas con las mujeres y con otros hombres? Es el gran reto que nos estamos dando, confiando en que sí es posible cambiar conscientemente, pero que no va a ser fácil. El testimonio de un compañero, participante en el taller nos da mucha esperanza y nos fortalece en nuestro deseo y decisión de cambiar:

"A veces no entiendo lo que ha sido mi vida. Siempre jugué para distraerme; no me gustaba la violencia. Nunca fui provocador ni peleador, solo en defensa de unos primos peleé, pero por compromiso. Pero desde jovencito, les pegaba a las novias y las azareaba.

Cuando tuve la primera mujer, también le pegaba. A veces tenía la razón, según yo, y por eso le pegaba. A todas las mujeres les he pegado, las que han sido de verdad mi mujer. Por eso siempre me dejaban. Y yo era suertero a las mujeres. Pero hace años que no cambio mujer porque desde que iba a perder esta mujer hace tres años por el guaro y mi costumbre de pegarle, yo le puse coto a este vicio maldito. Ahora yo vivo feliz; somos felices en la situación actual. Ella trabaja fuera del país y viene cada tres meses. Yo veo los 4 niños que tenemos. Siembro la comida y hago todos los quehaceres de la casa. Cuando estamos juntos en casa, compartimos todas las actividades del hogar. Hoy yo soy feliz. Mi hogar es feliz y trato de que cada día seamos más felices."

No pretendemos pintar un cuadro utópico sino subrayar que el cambio sí es posible. Para poder cambiarnos, sin embargo, e influir en el cambio de otras personas creemos que es imprescindible "tener una actitud de cambio pero también un cambio de actitud ante las mujeres, niños y niñas y la sociedad en general. Debemos tener una actitud de cambio, igualándola a un cambio de actitud. Es necesario."

Además, tenemos que ser realistas: "concentrarnos bastante en lo cotidiano, de transformarnos en estas pequeñas cosas...tan chiquitas como llegar a la casa y - fulana pasame las chinelas -, y - fulanito, pasame los cigarros -, que están allí a dos metros. Pero como soy el jefe y ya me senté, no voy a levantarme y agarrar los cigarros... A veces son cosas bien chiquitas en las que demostramos que somos el jefe y los y las demás son sirvientes nuestros."

Consideramos que la educación popular nos puede ayudar a realizar ciertos cambios en nuestras actitudes y conductas. A través de la reflexión crítica podemos mejorar nuestros comportamientos y vivir vidas menos violentas. Cada uno tiene que vivir su propio proceso, lo que implica ser abiertos a la crítica y la autocrítica y así comprometerse consigo mismo, evaluar su vida y buscar cómo medir los avances: "ver en el próximo taller cómo hemos avanzado en este tema y en otros que hemos discutido. Esperamos no vernos más en estas situaciones de violencia." Tenemos que ser menos autosuficientes y más humildes, lo que significa también reconocer que no siempre tenemos la razón y que podemos aprender de otras personas: "es lo fundamental de la educación popular: estar dispuestos a aprender, también de las mujeres, también de los niños y las niñas."

En el fondo, como hemos visto en otras ocasiones, la cuestión básica es un asunto de poder y relaciones de poder. Tenemos que reconocer que la violencia en todas sus manifestaciones es una herramienta que utilizamos para mostrar y mantener nuestro poder sobre las mujeres, los niños y las niñas. Tenemos que estar dispuestos a transformar radicalmente nuetras formas de relacionarnos con el resto de la humanidad, listos también a cuestionar el poder que tenemos, para ser menos discrinminatorios, menos agresivos, menos violentos.

La educación popular también nos puede ayudar a reflexionar y criticar estas relaciones desequilibradas de poder: "En Siuna hemos hecho trabajo de género con mujeres. En un sociodrama una mujer salió de hombre, con bigote, con machete. Cuando después le preguntamos como se sintió, dijo, "me sentí poderosa". Sería interesante más al futuro ver como nos sentimos si nos ponen una falda a nosotros...seguro nos sentiremos totalmente sin poder."

Pero no es una cuestión de invertir los papeles, sino de forjar relaciones más justas entre hombres y mujeres, sin violencia de cualquier tipo. Esta es la meta que nos hemos propuesto, conscientes que cualquier cambio en relaciones de poder y en la reducción de violencia empieza con nosotros mismos, pero que es un cambio necesario si queremos una nueva sociedad

 

8. ANEXOS

8.1 ANEXO 1: Descripción de los juegos infantiles

Los juegos representados en el plenario fueron: el "venadito", "arriba", "el futbol", "duelo con cutachas (espadachines)", "macho parado" y "los buenos y los malos". A continuación hacemos breves descripciones del procedimiento de cada uno.

* "Venadito"

Hay un cazador y una presa. La presa está rodeada por un círculo de personas, las que no dejan entrar al cazador. El cazador debe romper el círculo y entrar a capturar la presa. Cuando se rompe el círculo por la parte más débil, la presa sale huyendo y las personas no dejan salir al cazador para que lo siga. Es un juego violento y generalmente los cazadores son los más fuertes y veloces y la presa es ágil y débil. Si el cazador no rompe el círculo se queda de presa y se escoge otro cazador.

* "Arriba"

Se forman dos grupos que tienen que competir. Uno es defensivo, el otro ofensivo. El grupo ofensivo tiene que capturar a miembros del otro grupo. Sólo participan hombres o mujeres "chimbaronas".

Los capturados son agarrados con violencia, (dolor físico) hasta que se rinden de forma verbal; se les lleva al "pegue". El capturado puede ser soltado por otro de su grupo cuando éste llegue al "pegue" y toque la red. Sólo que lo toque, puede ser "libre".

Los más fuertes logran en el grupo "status", así como los más ágiles y veloces. El "cazador" debe someter al capturado.

Es un juego extremadamente violento. Los niños y jóvenes pasan horas y horas, un grupo huyendo y el otro persiguiendo o sea uno es el fugitivo y el otro el cazador. Cada vez, cuando encuentran a alguien empieza el pleito, la lucha y si el que está huyendo es más fuerte que el cazador, el cazador sale perdiendo porque el otro se le va. Esto va reforzando la imagen del típico macho y dentro del juego van surgiendo como líderes los chavalos que tienen más fuerza y van agarrando más estatus dentro del grupo. En el proceso del juego a veces nadie quiere jugar con estos porque son los que tienen más fuerza, que más les tuercen los brazos y que más lastiman. Y en la vida cotidiana nadie toca a estos chavalos, son los jefes. Son los "mandamás", son los que mandan que deciden, "Loco aquí me siento rey, quitate de allí".

* El fútbol.

Aunque el fútbol sea un juego relativamente sano, también tiene sus elementos de violencia. Los dos equipos en sus intentos de meter más goles, a menudo rompen las reglas del juego. Es muy común que se den "fouls" dándose patadas entre ellos. El juego promueve la

competencia, la agresividad, la resistencia física, la agilidad,

la habilidad. En muchas ocasiones se dan pleitos, con mucha violencia física, entre jugadores de diferentes equipos. En la selección de jugadores de cada equipo los varones más fuertes, agresivos y ágiles suelen ser los primeros seleccionados, reforzando así, los estereotipos de la masculinidad.

* "Duelo con cutacha".

Para jugar las cutachas, dos varones agarran, cada uno una rama de un palo y se ponen a esgrimir, como si fueran espadas. El objetivo es quitarle la "espada" al otro y demostrar quien es más valiente y macho. Uno se siente orgulloso de "ser bueno" a la cutacha, como los abuelos. El juego promueve la fuerza física, la violencia descarada, la valentía de no temer a nadie. Si un niño o jóven no acepta un duelo con cutacha se burlan de él por no querer pelear. Al que se "corre" se le señala y acosa. Se juega mucho en el campo y se justifica como un juego que enseña a los niños y jóvenes a defenderse contra agresores.

* "Macho parado"

Los participantes en este juego forman una rueda y empiezan a andar, circulando. Mientras tanto, dos personas se ubican, una a un extremo, la otra al otro extremo. Son los lanzadores y tienen que lanzar una pelota. Al que le "pegan" pasa a ser lanzador. El reto es demostrar agilidad, esquivar la pelota. "Aquí puede participar la mujer porque no hay discriminación pero con una pequeña diferencia que con la mujer se trata de darle (con la pelota) más suave. Pero al varón se la da con ganas, "se le tira a matar a que se caiga."

* "Los buenos y los malos"

Se forman 2 grupos: los buenos y los malos. Normalmente, nadie quiere ser de los malos. Se buscan los más fuertes en cada grupo

y se dividen los campos/espacios/territorios. Los de un grupo se esconden. Luego unos siguen a otros, los agarran, se resisten, los golpean. A los débiles los acusan mucho de "mariquita". Es otro juego que destaca la dominación y subordinación por la violencia física. Premia en los niños la fuerza física y conductas violentas.

 

8.2 ANEXO 2: Análisis del contenido de violencia en los cuatro periódicos nacionales de mayor circulación en el país

Los grupos que analizaron el periódico "La Tribuna" calcularon que

un promedio de 25% del contenido del periódico trató de diferentes tipos de violencia. A continuación, se presentan los titulares por página vinculados a la violencia y el porcentaje de ella dedicada a reportajes sobre la violencia:

Página 1 Amenaza jefe de policía-drogas.

Suicidios . jóvenes

Accidente fatal (50%)

Página 4 Precaristas sin viviendas

Pandilleros

Violación (50%)

Página 6 Editorial: Nicaragua al borde del abismo. (25%)

Página 7 Caricatura Toño privatización (25%)

Página 9 Cadena de violencia (25%)

Página 1B Guerra Perú-Ecuador;

Desastre ecológico (75%)

 

Los grupos que analizaron "La Barricada" hicieron un ejercicio semejante y llegaron a las siguientes observaciones:

De la primera parte del periódico el 41% de las noticias trataron de una forma u otra el tema de la violencia. En la segunda parte el porcentaje fue de 20%.

Todos/as de una forma u otra experimentamos violencia en la vida. Los victimas más frecuentes son las mujeres: madres, jóvenes empleadas; los/asniños/as, las indigenas campesinas

adolescentes mujeres y hombres empleados.

En primera plana hubo 2 noticias (40% de la página) sobre violencia.

En la sección de sucesos (1): 8 noticias 90% de la página

(2): 1 noticia 20% de la página

En página de opiniones hubo 2 opiniones acerca de la violencia (40% de la página).

Los animales también reciben vioelncia.

Las violaciones se dan en la ciudad y en el campo.

 

 

 

A partir del trabajo realizado en los grupos se realizaron 2 murales: el primero con los artículos vinculados directamente con la violencia cotidiana y el segundo relacionado a la violencia y la crisis actual socioeconómica. A continuación presentamos los titulares de ambos murales:

Mural: "Violencia cotidiana"

Capturan a bandido asaltador de viajeros

Niña victima de loteríazo

Revive tensión perú-Ecuador

Enfermos de SIDA cuestiona a abogados

Magistrados rompieron orden jurídico de Nicaragua: Ejército afirma que no se meterá en la crisis de poderes.

Todos al beisbol.

Químico de culto japonés admite haber sintetizado gas sarin.

Foto de carro chocado: ¿Habrá quedado alguien vivo?

Niño raptado por un supuesto evangélico.

Lanzan perros muertos en protesta de mal servicio.

Rusia emprende bombardeo nocturno de bases chechenas.

Masacre de canes

Hasta al motel la llevó el violador.

Contradicción en caso asesinato de ex procurador.

Suicida innovadora se inyectó el gramoxone. (número de tentativas ya supera las del año pasado).

Roban en casa de empleado de TANIC

Médico fallece en la carretera.

La guerra de los seis días.

La guerra de ...los diez días.

Desastre ecológico se cierne sobre Centroamérica.

Armados asaltan a tres comerciantes.

Pandilleros homicidas a prisión (atacaron a puñaladas a dos hermanos).

Sólo tenían nueve bolsitas de marihuana.

Robos a la orden del día: Interminable cadena de violencia sacude a Managua.

Niega que intentó violar a jovencita

Invaden terrenos en las Colinas: Precaristas no quieren salir.

Valiente desafío de familiares de la Marañosa (Confirman que reos iban desarmados y responsabilizan de masacre a las fuerzas armadas.

Viuda pide justicia.

Amenzaan a Caldera (te vamos a matar)

Recrudecen tensiones entre Perú y Ecuador.

Procuradora denuncia agresión de desprestigio.

Mandan a prisión a violador y abren juicio a padrastro

Denuncian robo en Tisma.

Nicaragua al borde del abismo.

Brigada de médicos en grave accidente.

Suicidios en ascenso.

 

Mural 2: "La violencia y la crisis actual socioeconómica."

200 precaristas se toman tierras en las Colinas.

Buscando la vida: niño tapando baches en la carretera (foto)

Dice el presidente del BANIC: Ganaderos deben 700 milliones.

Amenazan con privitaizar TELCOR por decreto.

Interminable cadena de violencia sacude a Managua.

Firma representante de ONU en el país: Nicaragua busca nuevos valores.

Cámara de comercio rechaza aumento de tarifas de energía.

Comisión estudia baja de impuestos sobre las ventas.

Se pospone el "paro nacional".

Incendio termina con bodega de caña.

Desempleados podrían llegar a 600 000 en el año dos mil.

Y... siguen las huelgas.

Arrocera al borde de la quiebra.

Llueven protestas a ENEL (aumento de tarifa genera reclamo en todo el país)

Dos milliones de personas en situación sumamente crítica: Aterrador panorama de desempleo en Nicaragua. (319 mil jefes de familia buscan empleo y no encuentran).

DEvaluación en junio (Dor María Telléz: Gobierno busca chivo expiatorio.)

Nicaragua al borde del abismo

Desastre ecológico sew cierne sobre Centroamérica

El Sauce: zona eminentemente ganadera (violencia contra el medio ambiente).

 

8.3 ANEXO 3: Comentarios sobre la pelicula "La Guerra".

Como entretenimiento pero también para provocar más reflexión miramos en la noche del primer día una película titulada "La Guerra" que tiene como ambiente los finales de los años 60 en los Estados Unidos. Trata de un hombre (Kevin Costner) que regresa a su casa después de un período de servicio militar activo en la guerra de Vietnam. Por las experiencias de violencia que vivió en la guerra, pasa algun tiempo hospitalizado, bajo tratamiento sicológico, antes de integrarse otra vez a la vida familiar.

La película desarrolla varios temas vinculados a la violencia:

* La violencia entre grupos rivales (pandillas) de jóvenes quienes finalmente se declaran "la guerra".

* La influencia de las actitudes y comportamientos violentos de los padres en sus hijos/as.

* La incidencia de la pobreza, el desempleo, la discriminación en la espiral de la violencia en la familia y en la sociedad.

* El tema de la autodefensa.

* La violencia institucional.

* La incapacidad de muchos hombres de mostrar ternura, cariño y cómo eso incide en sus conductas violentas.

Después de ver la película, se hicieron las siguientes observaciones y comentarios:

En general pudimos separar dos tipos generales de violencia: la violencia cotidiana y la violencia institucional o "estructural".

1. La violencia cotidana:

La violencia se pasa de generación en generación como una conducta aprendida, especialmente asociada con la masculinidad: "El trato del padre se reproduce en el trato que damos a los hijos. Hay que buscar alternativas. No se puede enseñar a nuestros hijos a manipular las situaciones con violencia." "Nuestra sociedad está diseñada para que entremos a la violencia y así la violencia se convierte en nuestra capacitación."

Algunos decían que la violencia existe porque como hombres, nunca aprendemos como dar y recibir el amor: "La violencia es como una respuesta a nuestra carencia de amor (no recibido)." Sin embargo, se decía que "el amor recibido puede superar el odio, la violencia; El amor es como un mecanismo de cambio." No recibir amor es también violencia y no dejar que nos den amor es una violencia en contra de nosotros mismos. Otra opinión era que "la violencia existe como producto de nuestra inseguridad."

¿Es justificable la violencia?

Nos preguntamos si en algún caso, se puede justificar la violencia. Algunos opinamos que si es justificable en defensa de la propia sobrevivencia, de la familia, de uno mismo, como un acto de autodefensa. Para reducir o erradicar la violencia en la vida cotidiana se dijo que la situación actual "nos demanda cambios como educadores de nuestros hijos." Reconocemos, sin embargo que "no es fácil "deseducarnos" de la violencia para caminar otros caminos." Pero sí, es imprescindible, "aprender, buscar alternativas para romper el círculo de la violencia en nuestra vida cotidiana con los hijos, con la esposa, con los vecinos, en el trabajo ,etc. Recordemos que violencia no es solamente golpes y sangre, hay diferentes niveles de violencia como la violencia sicológica, emocional, sexual, etc." La cotidianeidad sin embargo se puede convertir en nuestro escenario de lucha contra la violencia cuando empezamos a desarrollar relaciones humanas distintas.

 

2. La violencia institucional, "estructural":

La película también provocó reflexiones sobre la violencia institucional. Se decía que "la violencia se convierte en una máquina que nos destruye a todos/as, que "toda violencia, justa o injusta, produce mayores daños."; y que "la espiral de la violencia deforma los objetivos más pacíficos." Sin embargo, "la violencia "estructural" no es del mismo nivel que la violencia cotidiana. Vivimos en un sistema violento, y romperlo demanda respuestas a diversos niveles, a veces hasta con una insurrección en contra de dictaduras que amenazan a la sociedad." Alguien comentó "¿Qué es más violento una guerra para transformar la sociedad o la violencia cotidiana de una dictadura, del desepleo, hambre, etc,?"

Cuando no hay salida pacífica a una solución "quizá hay que asumir la violencia para superar la situación." Es, en muchas ocasiones, "nuestro último recurso: la violencia." Alguien comentó que debemos "odiar la injusticia sin hacer daño a las personas."

Una manifestación de la violencia institucional que la película subrayó es "el racismo como violencia."

Sobre la violencia que termina con la muerte:

Algunos pensamos que terminar con la vida de otra persona nos conlleva a más violencia: "matar continua y aumenta el enfrentamiento, la violencia." Sin embargo, "dar la vida por otras personas nos reconcilia con nosotros mismos. Dar la vida por un amigo es relativamente fácil; dar la vida por un enemigo es mucho más difícil."

8.4 ANEXO 4: Lista de participantes

MUNICIPIO DE MATEARE

1 Rommel Ramos S. Brigadas Ecológicas Municipales

2 Pastor José Vargas

3 Mario Iván Lumbí

4 Félix Somarriba Aráuz

CISAS (Centro de investigaciones, servicios y asesorías sobre la salud), de la CST 8 cuadras al sur, 17vs abajo, Managua.
Tel: 661662; Fax: 224098.

5 Vladimir Norori Muñoz Conductor, CISAS

6 Denis Meléndez Director Administrativo

7 Gustavo Hernández G. Coordinador de equipo

CAPRI, Del Cine León, 1 cuadra arriba, Managua. Tel: 660490

8 Victor J. Flores C. Asesor metodológico

CIUDAD SANDINO (Proyectos apoyados por CANTERA).

9 Félix Pedro Cantarero Promotor.

10 Juan Jiménez V. Instructor proyecto "Los Cumiches".

CANTERA, De la plaza de Sol, 2 cuadras al sur, 1 arriba, Reparto Pancasán, Managua. Tel: 75429 Tel/Fax: 780103

11 Victor Manuel Nuñez R. Conductor.

12 Alejandro Ruíz M. Responsable, proyecto de jóvenes.

13 Pedro José Gutierrez Conductor.

14 Anthony McInneny Diseñador Gráfico

15 Martín Ugarte J. Agrónomo.

GRUPO DE HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, Tel: Managua 73052

16 Javier Muñoz Coordinador

17 Edgar Saúl Amador Miembro del grupo.

18 Iván Vargas Miembro del grupo

INAA/SNV, NUEVA GUINEA, Zelaya Central. Tel: (085) 8001/80098

19 Remigio Rivas B. Administrador social

20 Carlos J. Rivas N. Director DAR-INAA.

21 Ariel León B. Promotor social.

22 Osmundo Solís Orozco Responsable de promoción social.

23 Isidoro Guzmán S. Promotor social.

24 Douglas Sandino D. Responsable de Microcuenca.

25 Efraín Duarte O. Promotor social.

26 Cristóbal Cruz C. Promotor social.

27 Oscar Sánchez G. Coordinador PASOC.

SNV (Servicio holandés de cooperación al desarrollo), Managua Tel: Managua 70817/785181.

28 E. Ariel Montes de Oca Director adjunto.

SWISSAID, TOLA, RIVAS.

29 José Francisco Rodríguez.

30 José A. Martínez Castillo.

31 Justo Obregón Ruíz.

32 Bismarck Guzmán.

PROGRAMA "NAKAWE-COOPIBO", NINDIRI, Tel: 3671

33 Santos Gilberto Carbajal Comarca el Portillo.

34 Donald Aragón Obando Administrador del proyecto.

GRUPO DE HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, MULUKUKU

35 Tomás González H Agricultor

36 Joaquín Urbina A. Agricultor

37 Adolfo Cruz Torres Agricultor

38 Pedro Cordero B. Agricultor

39 Julio Pérez Hernández Agricultor

40 Pedro Mora Sovalbarro Agricultor

41 Ascención Obando Rivas Pequeño ganadero

42 Eduardo C. Mendoza O. Director de escuela

43 Ivan Luna Gómez Agricultor

44 Luis Manuel Méndez P. Agricultor

FUNDACION "ENTRE MUJERES", ESTELI

45 Nelson Zamora Palma Técnico veterinario Zootecnista.

CEPA (Centro de educación promocional agraria), MANAGUA, Tel:674971

46 Moisés López Gómez Responsable de proyectos de educación.

FUNDACION "ENTRE VOLCANES", MOYOGALPA, ISLA DE OMETEPE,

Tel: 046 94118

47 Douglas Varela R. Coordinador, programa de jóvenes.

COOPIBO, MOYOGALPA, ISLA DE OMETEPE, Tel: 046 94118

48 Bernardo Ponce Alemán Promotor

49 Johan Toebat Asesor en agricultura sostenible

SALUD SIN LIMITES, SIUNA, RAAN, Telefax: 283110

50 Roberto Cruickshank Coordinador

51 José Mercedes Ruíz Soza

UNION DE COOPERATIVAS AGRPECUARIAS (UCA), SIUNA, RAAN

52 Domingo Cano Aguilar Secretario, junta de vigilancia

53 Félix Antonio Aráuz M. Presidente de la UCA

COOPEMINA, SIUNA, RAAN

54 Alonso Orozco Padilla Vicepresidente

CEP-ALFORJA, SAN JOSE, COSTA RICA, Tel: 506 2531015

55 Carlos Pentzke Educador popular

EQUIPO COORDINADOR

56 Freddy Morales Coordinador, equipo rural, CANTERA.

57 Ramón González Equipo nacional, CANTERA.

58 Patricio Welsh Equipo rural, CANTERA.

 

una salida que las mujeres encuentran a la violencia. No es la salida que las mujeres encuentran, sino que son las salidas que la sociedad les ofrece. Son las alternativas que los hombres, que el estado, que el gobierno les están ofreciendo a las mujeres.

Entonces, ¿a dónde están llegando las mujeres? ¿A dónde las está llevando la violencia en este país? A que sean delincuentes. Cada día vamos a ver más mujeres que van a matar a sus cónyuges. "Ya no aguanto al hombre y yo lo mato pues". Violencia hasta el año 2000.

La violencia y la vida familiar:

No es cierto que en la familia la gente está féliz. En la familia aquí en Managua, es donde se dan mayores casos de violencia; maltrato y violación, incestos, abusos físicos, síquicos, emocional, abuso económico. La familia no es un nido de amor... Y otro mito es que a las mujeres les encanta que las golpeen. A las mujeres no les gusta que las golpeen. Las mujeres no saben qué hacer. Otro es que la violación en la calle o en la casa causa iguales efectos, si es de parte del tío o del padre como si es de parte de un desconocido. Incluso puede ser más dañina la violación que viene de un conocido.

La violencia, el alcohol, la pobreza:

Lo otro es que el abuso del alcohol, las drogas, la situación económica no son en sí causas de la violencia. Son como agravantes, como factores de riesgo. Si el hombre tiene una conducta violenta y toma licor, seguramente va a llegar a golpear. Seguro que el alcohol es un factor de riesgo, pero no es ésta la causa. La causa es su propia construcción social de la cual tendrá que liberarse para poder salir de eso.

La violencia sicológica:

"El abuso emocional y el abuso sicológico no duelen tanto como los golpes". No es cierto. Muchas mujeres dicen: "prefiero que me meta un golpe, a que me esté diciendo toda la vida que lo peor que le pudo haber pasado es haberme conocido". Causa un desgaste mayor el abuso emocional y el abuso sicológico. Hemos hablado con muchas mujeres que han sobrevivido las relaciones de maltrato y cuando les preguntamos cuál es lo peor que vivían en sus matrimonios contestan "el miedo, el terror, la falta de confianza en mí misma, la depresión, una tortura mental, siempre, permanente". Nunca dijeron que lo peor fueron los golpes. Aunque vienen porque son golpeadas. Pero hay mujeres que nos han contado: "Yo escucho que se detiene el vehículo, después que se abre el portón, después escucho los pasos, después que abre la puerta". Desde allí la mujer ya está viviendo un desgaste que le pone su sistema hormonal, todo su metabolismo... como una licuadora. Y cuando el hombre ya entra al cuarto ya espera cualquier cosa. El golpe y ya terminó la tortura, el golpe finiquita. Es el broche de oro que ponen los hombres. ¿No?

La violencia en contra de las mujeres aumenta "en calidad" en Nicaragua:

En Nicaragua ha aumentado la violencia en calidad. La llamo calidad porque antes eran golpes, ahora no. La golpea, la melenea, ahora no. "Marido celoso la machetea". Así le disparó por cualquier cosa. "Le negó el salario y la degolló..." Han aumentado las denuncias y no porque sea este gobierno más democrático sino porque nosotras tenemos años trabajando con las mujeres, haciéndoles trabajo sobre su autoestima, y aunque la policía casi no hace nada, además son hombres y no tienen entrenamiento para atender a sobrevivientes. Pues tienen que denunciar. Allí el problema es otro. El problema es que la violencia no es registrable y es el problema que encontramos quienes nos metemos a escarbar expedientes. Por ejemplo, si me violan y me roban un carro que cuesta 10,000 dólares, la policía pone "robo seguido de violación". Porque en la policía se tipifican las cosas por costo material y nosotras no estamos cuantificadas materialmente. Entonces hay un subregistro pero sin embargo siguen aumentando las denuncias. El año pasado la comisaría de la mujer en cuatro meses registró 1377 delitos. Ahora en dos meses la policía dice que ha aumentado la violencia en un 22%; que 4 mujeres son violadas a diario en Managua. Yo diría que 8. Lo multiplico por 2 por todas las limitantes para que las mujeres denuncien. Ha aumentado el número de mujeres delincuentes, el subregistro es un problema serio no solamente en la policía sino en los centros de salud. También tiene que ver con la formación, con el personal de la salud. Por ejemplo, el forense dictamina "excimosis que sanará en 15 días" pero no dice "un golpe producto de puños masculinos"; o dice "aborto espontáneo" pero no se registra "a causa de patadas masculinas". Eso no se registra.

La violencia, los medios de comunicación y la legislación:

Entonces, lo otro es el abordaje amarillista que se da en los medios de comunicación. Eso evita que se dé un tratamiento ético al problema de la violencia. Y la legislación que hay en este país que es una legislación que hicieron hombres para hombres. Y realmente allí nuestros cuerpos, nosotras no somos sujetas de derecho, aunque estén hechas las reformas al código penal, la ley 150, pero como la ley es interpretativa en este país, los jueces usan la ley a su criterio y eso es legal también. Todavía la violencia no es asumida por este Estado como un problema político, social, de salud, de desarrollo. La violencia tiene efectos fatales y no fatales; el suicidio, el homicidio y el intento de suicidarse y otro montón de efectos no fatales. "Las leyes son un problema. En las leyes no se mira la violencia. Para el sistema judicial, eso es derecho. El código civil que es de 1874 ha sido reformado parcialmente y las reformas que se han hecho son inconstitucionales, porque la ley de alimentos que hay en este país es inconstitucional. La ley de relación madre, padre, hijos tiene sus bemoles; la misma disolución del vínculo matrimonial. En este país estamos fritas. Hay problemas porque primero los diputados no trabajan. Trabajan muy poco. Pasan más en la crisis institucional. Cuando hemos hecho reclamos, cuando hay leyes que tienen que ver con las mujeres, nos han dicho que hay cosas más importantes. Primero el problema de la propiedad, después el problema con Alfredo César, y siempre nos han dicho 20,000 excusas... Estamos clarísimas que las leyes son un obstáculo y aquí lo que se hace para lograr algunos derechos es hacer arreglos extra judiciales, acuerdos. Nosotras, aunque no lo crean, negociamos mucho con los hombres porque a veces ganamos más. Por ejemplo, en las leyes de seguridad social es una mierda, discúlpenme pero sí es una mierda lo que la ley decide para las mujeres. Entonces nosotras llamamos al hombre y comenzamos a negociar "mirá que tus hijos", para que nos firme un documento y allí lo prensamos nosotras, o mejor dicho le hacemos conciencia sobre su responsabilidad. Porque el que no quiera alimentar hijos que se ponga condón. Allí la ley la tenemos jodida. Para este año está el código de la familia que ni siquiera ha sido consultado con las mujeres. No sabemos lo que pasará allí.

Trabajando para eliminar la violencia:

Tenemos un montón de trabajo que hacer. Iniciamos un trabajo difícil y lo terminamos con todas sus consecuencias o nos retiramos del campo porque allí les encontramos un montón de cosas. Yo decía una vez al grupo de hombres contra la violencia de Managua, cuando comenzaron, allí en el CIPRES en un acto público: "Ustedes se están metiendo a un terreno difícil. Porque cuando uno se mete a hacer trabajo contra la violencia, es tildado de un montón de cosas. En el caso de la mujer allí está: "Quién sabe qué marido tiene, algún cochón que no le pone las riendas, que no le dice nada" o "es lesbiana, está frustrada, está amargada... ¿qué le pasa?" Así me pasa cuando llego a los juzgados; me preguntan "¿a quién venís a matar hoy?". Una se queda callada porque es el mundo agresivo, de los hombres, el juzgado es de los hombres. Pero por suerte he tenido experiencias de trabajo en el mundo de hombres. Algunos aquí saben cómo era yo cuando era militar. A partir de allí ya sé cómo nos ven y de allí cómo hacer la lucha por ser diferentes. Cómo son de duros ustedes y cómo es difícil que cambien. Pero no es imposible.

La violencia es aprendida, no es algo natural:

La violencia no viene en los genes, es un aprendizaje, se desaprende. Y cuando se desaprende, se vive feliz. Porque ya te estás regulando, ya estás aprendiendo a respetar a la gente, a escucharla, a conocer que todos y todas tenemos derechos. Entonces, la violencia para nosotras es un montón de cosas que para otra gente son cosas "normales".

4.3. Los efectos de la violencia en los hombres

Rubén Reyes, Grupo de hombres contra la violencia, Managua

"Generalmente cuando pensamos en los efectos de la violencia, pensamos en los efectos en las mujeres porque las mujeres son los objetos de la violencia de nosotros los hombres. Los hombres somos más vistos como agresores, los que producimos estos efectos en las mujeres. La pregunta es si la violencia tiene algunos efectos en nosotros también, ¿cómo nos afecta a nosotros? Les voy a dar un ejemplo. Hace poco tiempo recibí una carta en la que me contaba una amiga mía que estuvo hospitalizada bastante tiempo por depresión, allí en los EEUU. Esta amiga estaba sufriendo las consecuencias de una historia de violencia muy terrible. Cuando ella estuvo aquí hace dos años me dijo que se iba de Nicaragua y que llevaba a su hija que tenía once años en ese entonces porque aquí no se podía vivir. Se fue huyendo de la violencia de nosotros los hombres nicaragüenses. Porque ella pensaba que en Nicaragua, por el machismo, por la cultura nuestra, la incidencia de violencia es mayor que en los EEUU, tal vez porque allí las mujeres gozan de más recursos y otras cosas. Se llevó a su hija, huyendo con su hija. Pero hasta ahora me doy cuenta que está sufriendo de depresión y pensé, "hasta allá alcanzó el fantasma". No escapó así tan rápido.

Estos tipos de cosas, en mí como hombre me generan una cierta culpa y supongo que en ustedes también, cada vez que ven algunos de estos hechos perpetrados por otros hombres. Porque son otros hombres, que han sido entrenados como nosotros, hemos sido criados tal vez en circunstancias parecidas. O sea, que nos entrenaron a usar la violencia cada vez que nos sentíamos perdiendo el control sobre alguien, sobre una persona. Todos estos tipos de cosas. Utilizamos la violencia como un recurso que nos permite recobrar el control. Como si el control no lo tuviéramos por nosotros mismos sino es algo que siempre tenemos que tener presente, algo que siempre hay que estar pensando en esto, cómo estar en control siempre.

Entonces, ¿qué pasa? De una manera, nosotros como varones, como niños, como adolescentes, fuimos primero testigos, probablemente, de la violencia entre nuestros padres. Lo más probable es que hemos visto a nuestros papas maltratar alguna vez a nuestras mamas de alguna manera. Esa es mi experiencia. Yo la vi, la viví y en los talleres que yo he hecho con otros hombres han sido muchísimos los que reconocen haber visto a su papa golpear a su mama. ¿Qué pasa en estas circunstancias? En mi caso recuerdo cuando mi papa golpeaba a mi mama; me sentía mal, herido también, adolorido. Quería interferir también porque no quería que él la golpeara. Pero no me atrevía; no sabía qué hacer. Estaba confundido, estaba... No sabía exactamente qué estaba pensando él o por qué estaba pasando eso. Hablé con mi papa y me dijo: "Cuando estés grande, lo vas a entender, cuando seas hombre". Y ahora que soy hombre, sí entiendo lo que estaba pasando. En este caso, mi papa estaba castigando a mi mama porque se dio cuenta que ella había tenido relaciones con otro hombre. Pero qué pasaba... Mi papa había perdido su valor de hombre porque nosotros hemos aprendido que somos dueños de las mujeres. Y cuando alguna mujer muestra que no es cierto, y no es cierto, hacemos cualquier cosa para demostrar que así es, para apropiarnos de ella. Entonces, todas estas cosas hemos venido aprendiendo porque las vimos, porque las vivimos y las vivimos con cierta culpa. Sabemos que hay algo raro en esto pero no hemos aprendido cómo actuar de otra manera. De repente descubrimos que tenemos el monstruo por dentro... Nosotros, aunque querramos, no podemos escaparnos del fantasma porque lo tenemos por dentro, lo hemos aprendido. Entonces tenemos este fantasma por dentro, este monstruo furioso que cada vez que se siente extraño, que siente que pierde el poder, sale nuevamente, aparece y a medida que siente más y más extraño, recurre a medidas más monstruosas todavía, al homicidio, y han habido ejemplos como en Canadá donde un hombre mató a 16 mujeres. Entró con una ametralladora y dijo: "ustedes las feministas están destruyendo todo el mundo". Eso fue un ginecidio (femicidio) brutal. A esos niveles es posible llegar. Todos podemos llegar a esos niveles si de alguna manera no aprendemos cómo deshacernos del monstruo. Ese es el efecto que produce en nosotros la violencia. Porque mientras siga siendo para nosotros un recurso para demostrar que tenemos el poder, que somos los dueños del mundo, que somos los dueños de los niños, de las mujeres, de todo el mundo y que podemos hacer con todo el mundo y la naturaleza lo que querramos, este monstruo va a salir de nuevo y nos va a destruir a todos. Ahora quiero leerles una frase que escribió un señor que se llama Joseph Cooper que ha estado también estudiando el asunto de la violencia: "La violencia es la forma de poder que las mujeres no pueden ni podrán controlar. Los hombres les permitirán tener el poder del dólar, el poder del voto, el poder del vientre, aún el poder del orgasmo pero después de que se compartan estos poderes, el patriarcado guardará el último poder para sí mismo: el poder para destruir, el poder de violentar".

5. DEBATE Y DISCUSION: PROFUNDIZANDO SOBRE LA VIOLENCIA

Las tres exposiciones vinculadas de una manera u otra nos permitieron abrir el debate, concentrarnos en aspectos de nuestro interés específico y profundizar ciertos conceptos relacionados con la violencia. A continuación presentamos una síntesis de lo debatido:

5.1. La violencia: Profundizando el cómo la experimentan las mujeres en la vida cotidiana

5.1.1. El ciclo de la violencia

El "ciclo de la violencia" consiste en 3 etapas: los insultos, las provocaciones, luego la violencia física, pero por último se termina en una reconciliación y vuelve a comenzar el ciclo. Es cierto que a la mujer no le gusta ser maltratada pero ¿cómo, de qué manera pueden las mujeres entender que están viviendo la violencia? El mismo ciclo impide a las mujeres reconocer el problema en que están metidas. Siempre llega el período de la reconciliación y el marido llega con las florecitas pidiendo disculpas: "vos sos muy malcriada pero no volverá a pasar". Sin embargo, siempre vuelve a suceder y quizás la mujer lo va asumiendo como normal, como natural. ¿Qué hacemos para cambiar y romper el ciclo?

"Habían 2 preguntas que hicimos en la encuesta en León: ¿Usted cree que le va a volver a suceder esto" y "¿usted logró detener la violencia" y en muchos casos encontramos un optimismo en las mujeres que aparentamente no era fundamentado. Dicen que no va a volver a suceder porque hablaron con el y prometió no volver a hacerlo. Agarras esas respuestas y las comparás con los registros (Registramos cuando fue la primera y la última vez de la violencia, lo que sucedió, etc.) y nos damos cuenta que para esas mujeres fue hace un mes o quince días apenás que las rajaron la cabeza. Pero sin embargo piensan que han logrado terminar con la violencia y a lo mejor ha sucedido muchas veces, incluso en este mismo año. Los hombres generalmente llegan a pedir perdón, cambiando completamente de actitud, y eso realmente dificulta romper con el ciclo de la violencia. A las mujeres se les hace muy difícil reconocer que un ser tan querido y, aparentamente tan arrepentido y pobrecito, también él fue maltratado, etc, etc., va a volverlas a golpear. Es super dificil romper el ciclo y es muy probable que este hecho se va a volver a repetir."

No es fácil romper el ciclo de la violencia, pero consideramos que es importante reconocer que es un problema de toda la familia y por ende todos/as debemos estar involucrados/as en la búsqueda de una solución. Se habló de la necesidad de una estrategía de trabajar en conjunto, entre hombres y mujeres.

"Si partimos del reconocimiento que la violencia es un problema no solamente de las mujeres sino también de nosotros los hombres que somos una parte involucrada, hace falta pensar qué vamos a hacer nosotros. Las mujeres están haciendo su parte, han comenzado a hacer trabajo contra la violencia. Pero precisamente cómo hacer entender a la mujer que debería salir del ciclo, exactamente como hacer que nosotros entendamos que no debemos golpear a la mujer, que no tenemos ese derecho. O al niño, o a la niña, o a los hijos jóvenes. Eso es lo que necesitamos trabajar, ver cómo convencer a otros hombres que sabemos que están maltratando a sus familias y entender que todos hemos sido construidos así, pues. No es solamente entender que son otros hombre que lo están haciendo, no es decir otros son, son ellos, los malos, los que están molestando a las mujeres y quien sabe lo que les pasó, o los alcohólicos. Esa es una tendencia que nosotros tenemos: son otros, no somos nosotros. Y es precisamente porque no creemos que el monstruo está en nosotros. Es dificil creer eso, ¿verdad? Cada vez que leemos las noticias en los periódicos decimos, "Que animal". Parte importante de la solución es analizar como nosotros vamos a elaborar una estrategia para abordar a otros hombres."

"Hace poco en la reunión de la red de mujeres contra la violencia en León, llegaron varios hombres que están comenzando a organizarse y nos dijeron "queremos saber cual es nuestra papel." Y lo que nosotras sentimos es que ellos tienen que definir su propio papel. Es lo mismo para ustedes. Están dando el primer paso y realmente los felicito porque el primer paso es querer analizar esto, reflexionar y buscar formas de ser diferentes. Tanto los hombres como las mujeres tenemos que, desde nuestra propia perspectiva analizar e ir buscando alternativas y en base a esto buscar alianzas, porque hay mucho espacio para hacerlo y trabajar juntos. Eso no se puede lograr sin que cada parte haga la primera tarea de reflexión."

5.1.2 La violencia doméstica y las rupturas en las relaciones de pareja

En muchas parejas existen graves problemas de comunicación, a menudo radicados en los roles tradicionales genéricos asignados a hombres y mujeres. Ya cuando la comunicación es non existente y los niveles de violencia son inaguantables, muchas mujeres tienen que enfrentarse con la posibilidad de separarse de su esposo. Pero tomar tal decisión no es cuestión fácil para ninguna mujer:

"En las relaciones entre parejas hay muchos problemas de comunicación. El hecho que el hombre trabaje fuera de la casa no quiere decir que la mujer no trabaje adentro. No se hace este análisis porque tiene que ver con la invisibilidad que tienen las mujeres acerca del trabajo que se hace dentro de la casa. Cuando se le pregunta a una mujer: ¿Y usted trabaja? Y contesta "no, yo no trabajo. Solo me quedo en la casa, miro a los chavalos, lavo el maíz, hago la comida, se la voy a dejar al potrero, lavo, plancho, cocino, llevo a los chavalos a la escuela...todo." Existe trabajo "no existe", y tampoco a nivel del Estado. Pues existen problemas de comunicación.

"Cuando las parejas están viviendo una situación traumática, primero hay que ver si es una situación traumática. Porque no todas las relaciones que se ven agresivas son relaciones violentas. Una cosa es la agresión y otra cosa es la violencia. Puede haber un hombre agresivo que agrede de repente pero que puede ser una conducta mejorable con tratamiento y no está en una relación violenta. Hay que analizar el tipo de relación y después que busquen ayuda. El primer paso es hablar y buscar ayuda. Nosotras no decimos en el trabajo con mujeres, "mirá dejá este maje, pues.", es la pareja con ayuda que tiene que decidir lo que se va a hacer."

"Cada uno consigo mismo...el código civil dice que el hombre es la cabeza de la familia. No estoy de acuerdo con esto, pero legalmente le da potestad a que el hombre se sienta apropriado de esto. Y la constitución dice que hombres y mujeres somos iguales. Incluso en el censo nacional que se acaba de realizar me sentí ofendida cuando hicieron la pregunta, ¿quién es el jefe de la familia? Hay que recordar que en las comunidades indígenas nuestras autóctonas no existía este tipo de cosas, más bien esto viene de la cultura occidental...hasta los niños de la calle desprotegidos son producto de lo que trajeron los españoles a nuestras tierras. En el campo hay comunidades donde se mantienen tradiciones, se platica, se hacen cosas cuando un hombre de la sociedad exagera en violencia...he visto cosas muy buenas entre hombres y entre hombres y mujeres. Diferencias entre el campo y la ciudad. Cabe preguntarnos, ¿hasta que punto podemos llegar a vernos como somos, cada quien con su espejo, con su almohada, o con su amigo como sea?"

5.1.3 La violencia en cadena y cruzada

Si bien es cierto que nosotros los hombres podemos sentirnos víctimas de la violencia institucional no experimentamos la violencia cotidiana, de género de la misma forma que la viven las mujeres:

"En todos los casos el Estado golpea al hombre porque el Estsdo frente al hombre es el poderoso; el patrón frente al hombre es el poderoso y el hombre llega arrecho porque el patrón lo corrió y le pega a la mujer porque él, frente a la mujer, es el poderoso. La mujer le pega al hijo que es menor, el hijo le pega al perro el pero le pega al gato, el gato al ratón, el ratón a la cuccracha y así viene la cadena del poder. Y la violencia está en todos lados pero viendo por ejemplo las violencias cruzadas, tiene que haber un desequilibrio para que haya una relación de violencia. Cuando se da la violencia cruzada, cuando el hombre dice que mi mujer no se deja o sea que él le tira un trompon y ella le tira un zapato, pero nunca es igual. La violencia cruzada se da un en 23% aquí en Nicaragua. La violencia en contra de la mujer casi en un 75% y el 2% puede ser la violencia en contra de los hombres que yo, en mi vida de atender a mujeres, he visto dos casos de hombres maltratados. Uno que la mujer le quemó con agua caliente y el otro que la mujer lo corrió. Lo sacó de su casa y lo quemó con ácido. Dos casos en siete años. A lo mejor hay más..."

5.1.4 La violencia y las diferencias de clase.

Uno de los mitos que hemos visto es que la violencia doméstica en contra de las mujeres sólo se da en hogares pobres y que la causa de esta es la pobreza. Profundizando nuestro análisis descubrimos que eso no es cierto y que la violencia ejercida por hombres de las clases "altas" pueden tomar formas distintas:

"En los medios de comunicación casi siempre sacan que es la "tortillera" quien ha sido violentada, o la empleada y así llegamos a la conclusión que sólo los pobres golpean a sus esposas. Existe hipocresía social en este sentido porque hay casos digamos en la "alta sociedad" pero que no salen a luz. La violencia no es una cosa exclusiva de los pobres, cruza todas las clases sociales. Hemos encontrado mujeres violentadas por médicos, por ingenieros, lo que sí cuesta un poco más es que lo cuenten. La mayoría de los estudios encuentran normalmente una incidencia menor en la clase alta pero más que todo es porque hay muchas inhibiciones en las mujeres de "clase" y con más educación. Les cuesta más expresarse sobre lo que consideran privado. Generalmente es una cosa bastante igual pero no siempre se refleja por los subregistros de información."

Hay, además diferencias en los tipos de golpes que las mujeres de la "alta sociedad" pueden recibir de parte de sus maridos:

"Hay una diferencia en el golpe que da el hombre de la clase media o el hombre pobre y el hombre que tiene poder ecomómico. Los pobres le pegan en la cara o donde la agarran. Los intelectuales o personas que tienen poder económico golpean en sitios donde no se ve. La golpean debajo de las costillas, en la espalda, en las piernas. Porque las mujeres tienen que andar mucho en recepciones sociales y cosas así y no se pueden ver golpeadas. Dentro del mismo premio va el castigo: la luna de miel del ciclo de la violencia. El hombre de la clase pobre va a ver como contentarla buscándola sexualmente. Mientras que el hombre rico y lo he visto yo, tiene otros mecanismos: "No, ya no me lo vuelve a hacer porque ya me regaló una computadora", me decía una mujer. O un carro, y cosas así. ¿Cómo hacerle entender a la mujer? O ¿cómo hacer entender al hombre que no se debe de golpear a quien se quiere o a quien es la madre de sus hijos? Sin embargo, es un proceso, concientizar a la mujer; lo que decimos "empoderar" a la mujer. Porque ella cree que su marido tiene el derecho a golpearla y él también lo cree. Tenés que llegar a la reflexión con la mujer. Nosotras usamos en mi colectivo una imagen de mujer como un "mapa" de ella: "Esto es tu croquis. A ver donde fueron los golpes, ubicalos vos." Para que la mujer vaya enseñalando en su croquis, que es ella, cuántas veces la ha golpeado, hasta llega a ver 6 meses, 8 meses para ver cuantos golpes ha recibido. Por que ella tiene que reconocer er que es ella la que tiene que salir de ese ciclo."

5.1.5 Violencia entre mujeres y ejercida por mujeres: el aumento de la delincuencia femenina

Acerca de la violencia perpetrada por mujeres, nos preguntamos si el aumento de la actividad delictiva de parte de las mujeres es dirigida solamente a hombres o también hacia otras mujeres como por ejemplo a otros subalternos dentro de su perímetro o ámbito cotidiano. Nos ayudó Silvia a aclarar este asunto:

"He visto en mi trabajo que llegan más mujeres delincuentes. Los pleitos que se dan entre mujeres por hombres, muchos no son registrados por la policía. Porque se llama falta de policia y no amerita llegar a los juzgados. ¿Qué es lo que llega a los juzgados: mujeres homicidas que han matado a sus conyuges; mujeres parricidas que mataban los niños. Se han visto algunos casos: la que echó su niño en Jiloá por ejemplo. Mujeres que "hurtó con abuso de confianza", "robo con fuerza e intimidación." Este tipo de violencia. O mujeres que asaltan a un taxista con una pistola, o mujeres que a su patrona de repente la desvalijaron y cuando están en los juzgados dicen "es porque me pagaba muy poco, tengo que dar de comer a los hijos, el hombre ya no me da plata..." Mujeres hasta abigeas. Antes no se daba y aquí en Managua en este año hemos encontrado 4 casos de mujeres abigeas."

El aumento de delicuencia en las mujeres está relacionado con la "violencia social", o sea la crisis actual socioeconómica, pero es en primer lugar un asunto de género:

"La violencia social, el desempleo, la pobreza, etc., es una violencia que va en contra de las mujeres. Es una violencia de género. Por ejemplo un hombre que le niega la pensión alimenticia a la mujer que es desplazada del empleo porque es mujer experimenta el efecto de la violencia de género. Estoy segura que sí, porque lo he podido averiguar con estas mujeres .

A veces los mismos juzgados piensan "ella es una ladrona porque viene de una familia de delincuentes" pero si vos decís que eso no tiene lugar aquí, que la familia no es delincuente, el abogado analiza de otra forma y concluye que es porque es mujer y es por eso que le ha pasado todo eso. Y los casos de mujeres delincuentes van a seguir aumentando. Si a las mujeres las sigan arriconando de esta manera, las políticas económicas, los hombres que no dan el dinero para los hijos, etc., pues van a tener que volverse más delincuentes cada día."

 

5.2 La violencia: Profundizando el cómo la experimentan los hombres en la vida cotidiana

5.2.1 Los hombres también experimentamos violencia

Reconocer que muchos hombres en su niñez han sido "victimas" de violencia nos podría dar algunas pistas acerca de como tratar el asunto de romper el ciclo de la violencia:

"Descubrimos que la mayor parte de los hombres agresores han sido maltratados en su vida. Y han sido testigos de maltrato. Pero, ¿cómo lo viven después? Ellos se convierten generalmente en agresores. Las mujeres que han sido victimas de maltrato, o mejor dicho sobrevivientes en su niñez, se convierten en sobrevivientes de maltrato en su adultez. Si lo analizamos desde una perspectiva de género, lo que nos pasan a las mujeres y a los hombres, lo vivimos un poco diferente. Pero hay que analizar más a fondo como lo vivimos cada quien."

"Para poder educar a un maltratador, vos tenés que conseguir a una buena cantidad de hombres maltratados, fundamentalmente en la niñez, por sus madres, sus padres, violados por un hombre; diferentes formas de maltrato que te producen un maltratador. No digo que sería motivo de victimizarnos, pero hay que abrir las puertas a este análisis."

5.2.2 Formas en que los hombres experimentamos la violencia.

Aunque haya un aumento en el número de mujeres que denuncian haber sido violadas u objetos de violencia, en pocas ocasiones los hombres se declaran como objetos de que se les violenten sus derechos. Pero, ¿qué tan serio es la violencia en contra de los hombres? ¿Existen hombres maltratados por sus esposas?

"El discurso feminista muchas veces es confrontativo. Y eso ha sembrado injustas posiciones e incluso incomprensiones de parte nuestra (de los hombres) en relación a las posiciones de las mujeres, justas históricamente justas. Hay un discurso que a veces es violento pero por otro lado hay que reconocer que el problema es de dos géneros. Lo que poco se ha analizado es de la violencia ejercida en contra de los hombres por que se maneja en secreto. Está demostrado que se ejerce bastante, pero no se sabe cuánto es. Hoy mismo sale en el periódico una forma de violencia muy dura: la violación de un menor. ¿Cuántos hombres no son violados en su historia de vida pero es un secreto que se mantiene pero así absolutamente metido en el alma y produce una buena cantidad de cosas? No estamos en este caso victimizándonos, sino buscando como encontrar caminos comunes. En este sentido habrá que trabajarlo un poquito más. En el ciclo de violencia está metida la pareja y la familia. No se puede medir desmontándola nada más para las mujeres."

"La mayoría de nosotros conocemos a por lo menos un hombre que ha sido maltratado, y muchas mujeres. Esto no ha sido objeto del estudio nuestro (en León) pero sí hay estudios internacionales sobre el maltrato hacia los hombres y lo que encuentran es que sí hay mujeres que pegan a sus maridos. Pero tienen características diferentes. Entre las diferencias hay: tiende a ser menos frecuente, menos severo y tiende a ser vincluado a un maltrato hacia ella. Generalmente un hombre que ha sido maltratado también ha maltratado a su esposa. Hasta se puede considerar un acto de autodefensa. Mientras las mujeres maltratadas algunas veces se han querido defender, pero no es muy común..."

5.2.3 Violencia: problema de "otros hombres"

A pesar de haber exteriorizado nuestras propias exeriencias de haber experimentado violencia de parte de nuestros padres, maestros/as etc., cuando eramos niños y jóvenes, seguimos distanciándonos del problema de la violencia, de una forma muy racional:

"No sé porque estamos hablando de ellos. A lo largo del taller hemos descubierto que de alguna u otra forma todos, o la gran mayoría de nosotros, ha sufrido una especie de maltrato en su vida, cuando fue niño, cuando fue adolescente. Y estas formas de maltrato no se borran. Dejan alguna marca allí, un dolor. Pero qué pasa con nosotros, estos sentimientos que generan el trauma, el dolor, la tristeza, el miedo, nosotros no hemos aprendido a manejarlos porque como somos hombres nos cuesta hablar de esto, de lo que nos ha pasado a nosotros... estos sentimientos los convertimos en odio, en agresión, en furia. Y, ¿qué pasa con la furia? Se convierte en violencia. Y ¿qué pasa con el enojo? Nos conduce a la violencia. Nos convierte en una bomba de tiempo porque explota apenas la toquen. Necesitamos aprender a manejar los sentimientos de tal forma que no conduzca a una cadena sin fin y hasta llevarnos a actuar violentamente."

Además del odio, nuestros sentimientos de vergüenza también provocan conductas violentas en nosotros:

"El odio no es el único sentimiento que genera las situaciones violentas que los hombres hemos vivido. El sentimiento prevaleciente es la vergüenza. Muchas veces no nos damos cuenta hasta que punto somos seres avergonzados, llenos de vergüenza por todas las cagadas que nos han sucedido a lo largo de la vida, por las situaciones en las cuales por motivos muy diversos, sean personales o del contexto, hemos fallado. En la actualidad con tan alto porcentaje de desempleo, muchos de los problemas que los hombres manifiestan tienen una relación con el desempleo por la vergüenza de no estar cumpliendo con el rol social de proveedor a su familia. Y esto se suma con otras vergüenzas...."

5.2.4 La violencia y el contexto/entorno social

El contexto social a veces legitima la violencia y hasta la premia en nosotros los hombres. Sin embargo, cuando cambia el contexto, quedan muy profundo dentro de muchos hombres, efectos negativos por haber sido protagonistas de violencia justificada en el momento por el contexto mismo, pero posteriormente castigado. Santiago Sequiera nos dio un ejemplo de su propia experiencia:

"En relación a eso, que la violencia nos convierte en monstruos quiero hablarles. Trabajo con muchos hombres que fueron soldados durante la guerra pasada. Son diversos tipos de experiencias, unas antes del 90 y otras después del 90. ¿Qué ha pasado con los hombres en la década 90; hombres que antes de las elecciones de febrero de 1990, eran soldados que cumplían firmemente sus deberes como soldados y que no cuestionaban en absoluto, en nada su actividad guerrera? Porque era concebida por ellos al igual como por una gran parte de la población de Nicaragua como una guerra justa. ¿Qué pasa después, cuando se cambia el contexto? ¿Qué pasa cuando se cuestionan los valores con los cuales vivimos en la década pasada? ¿Qué pasa después que otros valores, el valor de la libertad política por ejemplo, comienza a tener mayor importancia dentro de la sociedad? Estas personas con que yo he trabajado y lógicamente no son todas las que participaban en la guerra, independientamente en cual campo estuvieron, les ha ido muy mal porque empezaban a decir, "yo cuando era guerrero, mi oficio era el ejercicio de la violencia, me convertí en un monstruo porque renuncié a una serie de valores." Y ha sido un profundo sufrimiento posterior cuando han revisado su vida pasada y se han dado cuenta que hicieron cosas que ya por razón histórica tampoco son justificadas. Y cuando digo que han sufrido profundamente, estoy hablando de un profundo daño síquico de actitudes, de conductas profundamente autodestructivas, de pérdidas de referencias en la vida, de pérdidas incluso como ciudadanos, como individuos.

(Incluir aquí dibujo #8 con la siguiente frase abajo:"Yo cuando era guerrero, mi oficio era el ejercicio de la violencia, me convertí en un monstruo porque renuncié a una serie de valores.")

Recuerdo de alguien que cuando yo empecé a tratarlo era un muchacho muy jóven , había entrado la guerra a la edad de 13 años. Había estado 50 veces en la carcel por actos de violencia en la vía pública, actos de violencia que en gran parte eran una especie de llamada de castigo pero también de "mátenme" que es casi lo mismo."

En el contexto de la guerra la violencia de este joven fue justificada, legitimada y hasta premiada por el sistema. Sin embargo, al cambiar el contexto, se encuentra en una espiral de violencia, sin salida y con el cambio, su violencia ahora está deslegitimada y castigada por el sistema.

5.2.5 La responsabilidad personal y colectiva

Tenemos la tendencia de exteriorizar nuestra responsabilidad y echar la culpa a un "sistema" abstracto, distante. Y aunque el contexto, el entorno social y/o el "sistema" en sí tienen su cuota de "culpabilidad" en relación a las conductas violentas masculinas, tenemos que reconocer que cada uno de nosotros debemos asumir nuestra propia responsabilidad, sea personal o colectiva si queremos transformarnos a nosotros mismos y al mismo sistema:

"Me preocupa el hecho que el sistema se está manejando como algo distante. El sistema nos condena, nos obliga, etc., etc. ¿No será que estamos delegando responsabilidades hacia algo etéreo, abstracto, teórico? Tenemos que dirigirnos más hacia nuestras propias responsabilidades. Yo no llevo ninguna carga colectiva. No la siento. No me siento culpable, como hombre, de lo que han hecho los hombres. Llevo la carga propia del descubrimiento, del análisis de mis propias responsabilidades, de estallidos de violencia que todavía tengo y que todavía no los puedo controlar porque todavía no controlo o analizo en general. Creo que he avanzado en el tiempo pero creo que tiene que ver con la estrategia y con cuando uno analiza, empieza a cambiar y además se desarrolla en un ámbito que a su vez va ratificando y consolidando su propio cambio. Es muy dificil consolidar y ratificar este cambio. En el caso de los talleres que se hacen sobre la autoestima de las mujeres. Un par de horas sobre autoestima, luego van a la casa y le agarran a garrotazos. ¿En que medida el empoderamiento nos está llevando a un tipo de enfrentamiento conflictivo? Lo mismo pasa con nosotros. Podemos venir a este taller pero necesitamos de un tiempo de ratificación de las cosas que vamos analizando, porque el entorno es fuerte, el sistema es fuerte. Pero uno tiene que aprender a ser más fuerte y tratar de lograr algún cambio.

Tal vez, en lugar de culpabilizar al "sistema" tenemos que reconocer que como hombres somos parte de un sistema que promueve y legitima la violencia en nosotros como un instrumento masculino de control sobre las mujeres.

"A mi me preocupa que se hable del sistema como culpable porque nosotros somos parte del sistema; la educación, la Iglesia, etc. son agravantes. El asunto es la construcción de la masculinidad: agresiva, poderosa y la construcción de la femineidad: subordinada y "despoderizada". No vamos a llegar a liquidar las relaciones entre los dos géneros si los dos no asumimos la condición y la situación del contexto global. Es a partir de la familia que se pueden democratizar todas las relaciones del mundo. Mientras exista el ciclo de la violencia, mientras haya violencia familiar en todas sus expresiones, va a existir violencia entre naciones."

"Sostengo y reafirmo que sí hay un sistema que nos afecta en cuanto a la violencia. Miremos los medios de penetración ideológica, como nos están afectando. Sí hay un sistema que nos afecta y que lo tenemos que tomar en consideración. Hay necesidad de resolver los problemas que nos afectan internamente en la familia, en nuestro medio pero sin perder la perspectiva que esto no es abstracto que esa es una imposición y que hay que tomarlo en consideración para poder salir de la situación en que estamos."

5.2.6 Violencia y transformación personal e institucional

Como sujetos de un contexto, entorno o sistema, consciente o inconscientemente participamos en la perpetración de violencia a muchos y diferentes niveles y esto tiene sus efectos negativos dentro de nosotros. No podemos cambiarnos a nosotros mismos, ni promover un cambio institucional (del sistema) si esto no lo reconocemos y si no asumimos la responsabilidad individual sobre nuestras acciones violentas.

"Entonces cuando hablamos de violencia, de los efectos de la violencia de los hombres hacia otros, sea en el caso de la violencia doméstica del hombre contra la mujer o en el caso de violencia política, tenemos que considerar realmente, efectos profundamente negativos como los que los torturadores del ejército argentino están manifestando sentir actualmente. Allí tenemos un ejemplo de los efectos que la violencia tiene. Y también en el caso de los argentinos, como característica, que es a posteriori, que es algún tiempo después, que empiezan a asumir la responsabilidad. Porque aquí viene un asunto: el efecto negativo en los hombres muchas veces se inicia cuando asumen la responsabilidad de los hechos. ¿Por qué la mayor parte de los hombres son reacios a buscar ayuda sicológica? ¿Por qué estos mitos en que están enumerados en cuanto a que la violencia no daña? Porque es una forma de no asumir la responsabilidad del acto. Si el hombre asume la responsabilidad del acto, o de diversos actos eso lógicamente tiene que crear cambios. Estos cambios, si son positivos van a llevarlo a una transformación de su actitud. Si por motivos diversos estos cambios únicamente se manejan muy indivualmente con mucha culpa y demás, vamos a tener que este monstruo se puede convertir, ya tal vez no digamos como un monstruo con poder sino un monstruo sin poder sobre sí mismo, y con mucho sufrimiento."

Cambiar, sin embargo, no es tarea fácil y hay muchas fuerzas del contexto que obstaculizan que nosotros cambiemos:

"Creo que las creencias religiosas, y filosóficas influyen bastante y ninguna nos ha venido a ayudar a superar el problema. El sistema actual económico, político y social que hemos vivido es de sometimiento. No ha habido ningun tipo de relación, de ningun desarrollo espiritual, político y moral. Entonces, hablando de los aspectos revolucionarios, tampoco no han discutido esos elemetos. Marx y Engels hablaron de la mujer pero no sé en que porcentaje, no se abordó bien el tema. ¿De que sirve que trabajemos nosotros en contra de la violencia, en contra de las mujeres y las niñas, si el sistema económico, social en que vivimos es nefasto, duro, terrible, drástico. Hay que alzarse, hay que saltar, hay que hacer prostitución, hay que ser un montón de cosas...por solo vivir en este país."

"Por otra parte puede ser que no se llegue a cambiar suficientemente, pero no deja de haber efectos en muchos ámbitos de su vida. ¿Por qué, por ejemplo, los hombres tenemos una expectativa de vida menor que la de las mujeres?. Bueno esto tiene que ver mucho con los efectos de la violencia que nosotros hemos ejercido a los demás y que ejercemos a nosotros mismos, de muchas maneras. Es una violencia que la vivimos, que la sufrimos que la actuamos porque estamos completamente convencidos que para ser verdaderos hombres tenemos que ser violentos. Y que ser violentos no significa como se ha dicho únicamente golpear a los demás. Hay muchísimas formas de violencia. Se ha hablado de violencia física, emocional, sicológica, moral, sexual, etc. Tal vez una de las violencias más grandes es la violencia institucional o la violencia del contexto que está profundamente interiorizados en nosotros. Es decir, a través de las voces, de los ejemplos, de las personas que han sido significativas que nos han inducido a ser violentos y a vivir la violencia como un valor positivo.

No hemos todavía terminado de descubrir los efectos de la violencia que los hombres ejercemos sobre los seres del mundo y sobre la naturaleza, los efectos negativos que tienen en nosotros. La reflexión se ha iniciado y apenás estamos descubriendo qué cosa es que nos pasa. Y en un taller como este, que nos da la posibilidad de reflexionar, podemos encontrar entre nostros caminos tanto para desmontar nuestra violencia y para superarla, para cambiar y transformarnos y transformar nuestras relaciones humanas."

5.2.7 La violencia, la perspectiva de género y el cambio

La aplicación de un análisis de género al problema de la violencia y las relaciones entre hombres y mujeres nos ayuda a ver más claramente la profundidad del problema de la violencia y la necesidad de encontrar formas de cambiar, de transformarnos en la vida cotidiana:

"Muchas veces tendemos a tratarnos únicamente como victimarios, y realmente la vida no es blanco o negro. Muchas veces tendemos a ver las cosas con una sola óptica. Pienso que la óptica de género es profundamente valiosa para entender la situación que vivimos, que nosotros podemos tener. No recuso todo lo que es el aspecto del contexto, las instituciones, de la historia todo esto debe de ser incluido en los modelos de análisis que nosotros vamos a hacer. Es importante, si estamos hablando de cambiar, si estamos hablando de buscar alternativas, propuestas, considerar todas las alternativas posibles porque la vida no es de una sola via, es de muchas vias, a ser descubiertas porque ninguna está trazada tampoco. No hay ningun camino trazado, cada vez hay que ir descubriendo lo que hace más difícil el asunto. Incluso nos lleva a decir, "no sé lo que va a haber después, mejor no me muevo. Mejor me quedo haciendo lo que siempre he hecho, o que hizo mi padre, mi abuelo y todas las generaciones anteriores." Y es un factor muy negativo para poder cambiar. Las mujeres pueden decir lo mismo: "si a mi mama le pasó lo mismo, a mi abuela también. Es la ley de la vida y yo como buena mujer me someto, voy a tener un mejor trato cuando seamos más viejitos..." O va a ofrecer sus sufrimientos al Señor para ir al cielo. Muchas personas, incluso profesionales que buscan ayuda del cura reciben orientaciones de que ofrezcan sus sufrimientos al Señor y ya no quieren seguir ofreciendo sus sufrimientos al Señor. Y esto es parte del contexto. Hay todas estas voces que dicen al hombre y a la mujer: no cambien. Pasa constantamente en casos de niñitas violadas, cuando la madre está actuando como si quisiera responsabilizar a la hijita, de ser la culpable de la violación. Eso es el resultado de toda, entre otras cosas, de una política de construcción de género de esa mujer que le lleva a tener una posición poca solidaria con su hijita violada. Son situaciones que se están dando a diario. Nosotros en donde estamos podemos tener formas alternativas de ver, de convencer a otras personas que debe ser visto esto de otra manera."

"Dentro de un trabajo de género hay que dar un espacio a la sensibilización con los hombres porque es importante, pero no como un favor sino como una cosa sumamente importante. El gran problema de todos los problemas de género incluyendo el de la violecncia, radica en nosotros, en las actitudes de los hombres y en la formación de los jóvenes en la casa."

6. HACIA NUEVAS PRACTICAS NO VIOLENTAS: PROPUESTAS Y PISTAS DE ACCIONES POSIBLES

(Incluir en esta sección fotos de hombres trabajando en grupos)

Con el propósito de proponer acciones posibles de transformación, formamos grupos homogéneos (territoriales y/o institucionales). A partir de todo lo reflexionado y los insumos sugeridos en el taller analizamos, desde lo personal, familiar, social, laboral, etc., cómo cambiar nuestras actitudes y conductas violentos y cómo promover la reflexión sobre la violencia y la transformación con otros hombres. A continuación, presentamos una síntesis de las ideas, pistas, sugerencias, etc. trabajadas en los grupos y socializadas en el plenario.

6.1 A nivel personal

* Ser reflexivos autocríticos y autoevaluativos

Ser menos violentos y promover conductas no violentas en primer lugar significa que cada uno de nosotros desarrollemos una actitud de autocrítica: "primero tenemos que ver qué pecados tenemos nosotros; tenemos que mejorar nosotros para poder mejorar a los demás." Es, entonces imprescindible tomar en serio procesos individuales de "evaluación personal/revisión interna - ¿cómo es que nosotros vamos a cambiar, qué es lo que debemos cambiar y cómo lo vamos a lograr? Ser críticos, autocríticos, autoevaluativos, reflexivos. Es díficil, pero no es imposible."

La reflexión crítica nos lleva no solamente a revisar nuestras actitudes y conductas violentas hacia las demás personas, sino también hacia nosotros mismos: "la violencia que ejercemos sobre nosotros mismos se desprende de un autoestima rebajado. Nosotros nos subestimamos, nos desvalorizamos ante los demás y eso nos lleva a tener actitudes agresivas contra nosotros mismos. No es preciso agarrar una pistola y pegarte un balazo para tener una actitud negativa y violenta en contra de sí mismo. Uno puede ir en la calle deprimido y le pasa encima un camión y uno ha participado en este accidente; casi un suicidio. Tenemos que valorar nuestra propia vida porque si no la valoramos nosotros, no vamos a poder exigir que otros nos valoren. Es importate para quererse uno y para no agredirse."

El cambio sin embargo no es un proceso fácil. Tenemos que ser realistas: "otro aspecto es que tenemos que aceptarnos como somos; aceptando lo que no podemos cambiar y cambindo lo que podemos. Si estoy flaco, puedo engordar pero si soy chaparro, no puedo crecer más. Podemos ser mejores cada día, eso es bien importante."

* Relativizar nuestras visiones e incidencia en los procesos de cambio de otras personas:

"Una cosa que nos podría ayudar es, sin desvalorizarnos, relativizar lo que pensamos, lo que decimos, lo que hacemos - que nuestras opiniones no son la realidad, es la forma en que nosotros vemos la realidad. Que lo tengamos en cuenta a la hora de relacionarnos con la compañera, con los hijos, con los vecinos, en el trabajo, etc. Y quizás un poco más allá: lo que nosotros pensamos o decimos o hacemos, si la demás gente no hace las cosas como nosotros las hacemos o no piensan como nosotros pensamos ni se cae el mundo, ni se hunde el universo, ni desaparece la vida. Y aun aceptando eso, siempre tener claro que nosotros no decimos lo que pensamos y no hacemos lo que creemos que hay que hacer; nadie lo va a hacer como nosotros lo hacemos y esto también es una perdida para el colectivo de la humanidad. Pero es que nosotros hagamos lo que queremos que tenemos que hacer; vivamos como pensamos y digamos lo que creemos que tenemos que decir pero sabiendo que eso no es obligación; no obliga a que los demás piensen, digan y hagan lo que nosotros tenemos que decir; relativizarnos frente a las otras personas, sin desvalorizarnos pero sin ponernos tampoco a caballito de los y las demás."

6.2 A nivel familiar

* Nuevas relaciones con nuestras esposas y compañeras:

Para poder cambiar nuestras conductas violentas en el seno de la familia y así promover la estabilidad y felicidad del hogar tenemos que cambiar nuestras actitudes y forma de relacionarnos con nuestras esposas, compañeras, niños y niñas: "Una parte fundamental es crear espacios de participación absoluta para hombres, mujeres, niños y niñas en la familia. Somos los hombres que siempre tenemos la primera y la última palabra. Provocamos que a la mujer le ocurren cosas físicas, síquicas y no tomamos en cuenta esto." Debemos "establecer "redes de confianza" y combinarlas con amor; practicar el ejemplo dentro del hogar, partiendo de que recibimos capacitación: demostrar lo que hemos aprendido".

Aunque no sea fácil hay que compartir los conocimientos nuevos que estamos adquiriendo con nuestras esposas y compañeras para poder, en conjunto implementar otro sistema de criar a nuestros/as hijos/as: "como hombres tenemos que ir conscientizando a nuestras compañeras para ir educando a nuestros hijos e hijas para que se nos haga más facil prepararlos en este cambio que tratamos de lograr. Si yo hago un esfuerzo con mis hijos/as pero mi señora sigue bajo el esquema tradicional eso genera muchas desventajas para poder fortalecer nuestro hogar." Este mismo pensamiento también se expresó de otra forma: "estamos aprendiendo y no solamente lo que decimos es lo mejor. Decía un compañero: nosotros tenemos que enseñar a la mujer, sensibilizar a la mujer para que ella nos ayude a educar a nuestros/as hijos/as. Creo que tanto ellas como los varones, las madres y los padres queremos aprender. No somos nosotros que vamos a encargarnos de enseñar a las mujeres, sino tratar de ayudar en la familia el hombre y la mujer. Reciprocamente tanto la madre y el padre tienen que aprender, es un camino que todos aprendemos. No ir a la casa ahorita que hemos tenido dos talleres de masculinidad pensando que somo los masteres, sino que estamos en el camino y que tanto el hombre como la mujer vamos a aprender a comportarnos mejor."

Como punto duro, para algunos de nosotros, a lo mejor no va a ser posible lograr establecer este nuevo tipo de relación con nuestras esposas o compañeras. Habrá que prepararse, en algunos casos para una ruptura en la relación: "cuando ya no hay que hacer, cuando se hayan buscado las mil alternativas, decidir en la pareja que es mejor separarse porque con seguir podría ser llegar a la muerte."

* Nuevas relaciones con los/las niños/as

Con particular atención a las relaciones con los niños y las niñas debemos ser más responsables y más protagonistas en la crianza de ellos/as: "Como padres de niños/as o familiares de niños/as debemos de intentar dar más afecto a los niños/as. Comenzemos a implementar desde nuestra casa, desde nuestro hogar a no discriminar entre los niños y las niñas." La niñez, como dice mucha gente no es el futuro de mañana sino parte integral del presente y por ende debemos de tratarla como personas humanas con pensamientos y sentimientos propios. Nos retamos a: "mirar con mejor visión la niñez de los niños; es necesario tomar en cuenta lo que piensa el niño/la niña, sus opiniones, y en base a eso poder actuar. Mucho decimos que "hay que formar al niño para que sea adulto y muchas veces ni sabemos lo que piensa el niño ni lo que le gustaría ser o hacer en la vida". Estas nuevas relaciones, sin embargo no deben concentrarse solamente en lo afectivo. También hay que buscar como "establecer una comunicación mejor con los y las niños y las niñas y no solamente a nivel afectivo; platicar, poder entendernos con ellos y ellas".

Hay que reconocer a la vez que hay sectores de la niñez que son más propensos a recibir tratamientos violentos de parte de otras personas: "existen niños/as discapacitados/as que reciben más violencia que otros/as niños/as. O los padres o los vecinos no los aceptan y los ven como algo raro. Sufren una violencia más cruda, más cruel. Sería importente hacer trabajo con los padres y las madres de estos niños sobre violencia."

* Aprender a escuchar y ser más democráticos:

Otro elemento importantísimo en las relaciones familiares es la necesidad de aprender a escuchar: "tomar muy en cuenta las ideas, las críticas que vienen a ayudar la armonía familiar. Muchas veces rechazamos las ideas de un niño, de un vecino, las ideas de la mujer. Rechazamos las ideas de los ancianos y las ancianas."

Existe una gran necesidad de prácticas más democráticas y menos verticalistas en la familia. Significa que tenemos que "dialogar y practicar para ir mejorándonos e ir evacuando los problemas que hay en la familia." Tenemos que buscar como ser mejores comunicadores y compartir la toma de decisiones: "ser flexibles en dar, platicar, no encerrarnos; que el hombre no sea caprichoso en decidir él como hombre lo que se va a hacer sino sentarse a discutir para que haya un mejor entendimiento en la pareja."

Tenemos que buscar formas de poner en práctica la teoría: "Ser paciente; no ser provocador; ser coherente, no tener doble moral; vivir lo que predicamos"

6.3 A nivel laboral

A lo interno de nuestros lugares de trabajo, debemos buscar como mejorar las relaciones con nuestros compañeros (y compañeras) de trabajo para "eliminar competencia entre los compañeros de trabajo, desarrollando más los lazos de solidaridad y fraternidad." Podríamos intentar "socializar más con los/as compañeros/as de trabajo" e ir "mejorarando la disciplina individual y colectivamente."

También debemos buscar mejorar las relaciones entre organismos o centros de trabajo donde hay hombres interesados y trabajando hacia nuevas formas no violentas de relacionarse entre ellos mismos, con las mujeres y con la niñez: "mantener comunicación entre organismos afines (por ejemplo en Managua, CANTERA, CISAS, CEPA,) y a lo interno de los organismos promover reflexión y capacitación con otros hombres allá, compañeros de trabajo. Empezar desde allí el trabajo de concientización, sensibilización para poder ampliar un poquito más."

6.4 A nivel social:

* Denunciar actos de violecnia

Aunque no sea fácil, por la presión social, es fundamental que hagamos un esfuerzo para denunciar actos de violencia en nuestras comunidades: "debemos comenzar con algo controlable, por ejemplo la violencia en contra de la mujer." En todas nuestras comunidades "se presentan algunos casos que se miran". Podemos actuar como individuos tal como hizo un compañero de Mulukukú: "Una vez en mi caso propio hubo una pareja que se peleó. Me mandaron a llamar. Platicamos con la pareja. Se nos hizo noche. El muchacho decía una cosa, ella decía otra, el decía que lo aceptara ella; ella decía que no, que le dolían los golpes que le ha pegado... después ella aceptó volver con el y yo fui a mi casa. Qué pasó? Cuando llegé mi esposa estaba enojadísima, brava, llorando...ne acosté y el día después le expliqué lo que había sucedido. Si hubiera sido en otros casos tal vez hubieramos llegado a pelear. Hay que pensar bien antes de realizar una acción."

También podemos "reunirnos en grupo en caso que se presentara un caso de violencia en nuestra comunidad para ayudar a la víctima."

Trabajando juntos, ejercemos nosotros una cierta presión para que se vaya reduciendo la violencia: "En casos concretos en el barrio, en la comarca aunque solo sea para poner en ridículo al violento."

Si tenemos las posibilidades de denunciar otros actos de violencia "lo debemos de hacer también porque es un compromiso que a la larga se debe tomar como propio."

* Fortalecer la organización de grupos de hombres:

Para ir reduciendo los niveles de violencia, miramos como sumamente importante el fortalecimiento organizativo de los grupos formados: "Hay que ampliar el grupo para fortalecerlo" y concentrarnos también en nuestra propia formación y capacitación: "hemos tenido talleres sobre masculinidad en nuestra comunidad y buscamos cómo poner en práctica lo que descubrimos allí."

También debemos preocuparnos por el impulso de nuevos grupos: "Es necesario fomentar grupos de reflexión para poder sensibilizar, promover una educación hacia la población; es necesario ir agrupando, atrayendo a nuevas personas, hombres que estén interesados y aquellos que no están interesados; crear esta necesidad de cambio."

Creemos que a través de una organización amplia podemos: "cada día ir limitando más esos tipos de acciones violentas. Necesitamos de una "lucha de grupo para que en realidad haya justicia contra la violencia."

* Realizar trabajo de concientización a diferentes niveles

A nivel personal y a nivel de grupo todos debemos comprometernos a realizar trabajo de concientización con otros hombres: "Establecer comunicación con hombres vinculados con el tema a diferentes niveles."; "Comunicar a los jóvenes y a los niños las reflexiones contra la violencia, cultivando valores como la responsabilidad, la honestidad, etc." Sin embargo, si queremos tener un impacto, no podemos ser hipócritas, tenemos que combinar nuestra teoría con una práctica coherente: "Para poder salir a capacitar a otros hombres, tenemos que ser primero ejemplo, demostrar en la práctica que se puede generar cambio y vivir de una forma distinta."

Otro elemento importante es compartir de una forma sistemática nuestras reflexiones, capacitaciones, talleres, seminarios etc.: "Sistematizar, reproducir y divulgar reflexiones hechas en estos y otros talleres; darlas a conocer a otros hombres interesados quienes tal vez necesitan de la ayuda nuestra para hacer sus reflexiones."

6.5 A nivel político

Existe también una gran necesidad de llevar a cabo trabajo de una naturaleza política: "Nosotros mirabamos que podemos luchar, que podemos platicar con la gente para que no haya violencia y tal vez es lo más esencial que pueda haber. Pero también si en el país no hay justicia. Tenemos que trabajar en función a que haya justicia social y que verdaderamente se cumpla para que no haya discriminación a favor de unos u otros. Que exista la igualdad entre todos/as. Es la lucha que tenemos."

Se habló de la necesidad de "generar una ley que permita que se haga castigar a hombres que generan violencia. Porque nunca tenemos un limite. Podríamos estar programados para no provocar tanta violencia."

6.6 A manera de conclusión

Hemos visto que la lucha contra la violencia se puede realizar a distintos niveles. A nivel personal y familiar cada uno tiene que buscar qué y cómo cambiar. En relación a cambios sociales y/o políticos, consideramos imprescindible la formación de grupos de hombres para reflexionar y promover acciones en conjunto y también la realización de trabajos, campañas etc. con mujeres organizadas. Nuestro papel debe ser de apoyo, acompañamiento y solidaridad con las mujeres a sus acciones en contra de la violencia y en búsqueda de igualdad.

 

7. HOMBRE, VIOLENCIA Y CRISIS SOCIAL: CONCLUSIONES GENERALES

Todos ejercemos violencia de una forma u otra; sea física, emocional, sexual o sicológica en contra de otras personas y especialmente en contra de las mujeres: nuestras hermanas, compañeras, esposas. Hemos aprendido y asumido que conductas violentas moderadas son, para la mayor parte de nosotros instrumentos aceptables de poner orden, de controlar situaciones y "resolver" problemas. No tenemos que ser maltratadores o violadores sistemáticos para ejercer violencia. Todos recurrimos, de vez en cuando, a un grito, una amenaza, un insulto, un golpe para mostrar y mantener nuestro poder y conseguir lo que queremos. Lo hacemos sin pensar, sin reflexionar, sin criticar porque de hecho creemos que es algo normal, natural. Y muy poco consideramos el daño físico y sicológico que estamos causando a nuestra pareja y a nuestros/as niños/as y mucho menos a nosotros mismos.

Las estadísticas de la investigación en León asustan y nos retan. Fácil sería echar la culpa a la crisis socioeconómica que actualmente vive el país o citar como causas de la violencia el abuso del alcohol o el desempleo masculino. Obviamente éstos son factores agravantes que cuando estén presentes aumentan la cantidad y "calidad" de violencia. Sin embargo, hemos develado y de acuerdo a lo que tantas mujeres durante mucho tiempo han estado diciendo, que la causa de la violencia radica en la construcción social de los hombres. Como parte integral de nuestra identidad genérica, asumimos la violencia como característica indispensable para sentirnos "hombres" en la sociedad. Estamos programados para destruir.

No obstante, la violencia masculina no es algo que traemos en la sangre ni en los genes, sino un comportamiento socialmente aprendido. En la construcción de nuestra identidad masculina colectiva, asumimos que ser violento es igual a ser hombre. Entre más violentos somos, más masculinos nos sentimos. Así aprendemos y así enseñamos a nuestros hijos para que ellos también enseñen lo mismo a sus propios hijos...

¿Será posible, entonces, cambiarnos, ser diferentes, llevar a cabo vidas no violentas y relaciones más justas con las mujeres y con otros hombres? Es el gran reto que nos estamos dando, confiando en que sí es posible cambiar conscientemente, pero que no va a ser fácil. El testimonio de un compañero, participante en el taller nos da mucha esperanza y nos fortalece en nuestro deseo y decisión de cambiar:

"A veces no entiendo lo que ha sido mi vida. Siempre jugué para distraerme; no me gustaba la violencia. Nunca fui provocador ni peleador, solo en defensa de unos primos peleé, pero por compromiso. Pero desde jovencito, les pegaba a las novias y las azareaba.

Cuando tuve la primera mujer, también le pegaba. A veces tenía la razón, según yo, y por eso le pegaba. A todas las mujeres les he pegado, las que han sido de verdad mi mujer. Por eso siempre me dejaban. Y yo era suertero a las mujeres. Pero hace años que no cambio mujer porque desde que iba a perder esta mujer hace tres años por el guaro y mi costumbre de pegarle, yo le puse coto a este vicio maldito. Ahora yo vivo feliz; somos felices en la situación actual. Ella trabaja fuera del país y viene cada tres meses. Yo veo los 4 niños que tenemos. Siembro la comida y hago todos los quehaceres de la casa. Cuando estamos juntos en casa, compartimos todas las actividades del hogar. Hoy yo soy feliz. Mi hogar es feliz y trato de que cada día seamos más felices."

No pretendemos pintar un cuadro utópico sino subrayar que el cambio sí es posible. Para poder cambiarnos, sin embargo, e influir en el cambio de otras personas creemos que es imprescindible "tener una actitud de cambio pero también un cambio de actitud ante las mujeres, niños y niñas y la sociedad en general. Debemos tener una actitud de cambio, igualándola a un cambio de actitud. Es necesario."

Además, tenemos que ser realistas: "concentrarnos bastante en lo cotidiano, de transformarnos en estas pequeñas cosas...tan chiquitas como llegar a la casa y - fulana pasame las chinelas -, y - fulanito, pasame los cigarros -, que están allí a dos metros. Pero como soy el jefe y ya me senté, no voy a levantarme y agarrar los cigarros... A veces son cosas bien chiquitas en las que demostramos que somos el jefe y los y las demás son sirvientes nuestros."

Consideramos que la educación popular nos puede ayudar a realizar ciertos cambios en nuestras actitudes y conductas. A través de la reflexión crítica podemos mejorar nuestros comportamientos y vivir vidas menos violentas. Cada uno tiene que vivir su propio proceso, lo que implica ser abiertos a la crítica y la autocrítica y así comprometerse consigo mismo, evaluar su vida y buscar cómo medir los avances: "ver en el próximo taller cómo hemos avanzado en este tema y en otros que hemos discutido. Esperamos no vernos más en estas situaciones de violencia." Tenemos que ser menos autosuficientes y más humildes, lo que significa también reconocer que no siempre tenemos la razón y que podemos aprender de otras personas: "es lo fundamental de la educación popular: estar dispuestos a aprender, también de las mujeres, también de los niños y las niñas."

En el fondo, como hemos visto en otras ocasiones, la cuestión básica es un asunto de poder y relaciones de poder. Tenemos que reconocer que la violencia en todas sus manifestaciones es una herramienta que utilizamos para mostrar y mantener nuestro poder sobre las mujeres, los niños y las niñas. Tenemos que estar dispuestos a transformar radicalmente nuetras formas de relacionarnos con el resto de la humanidad, listos también a cuestionar el poder que tenemos, para ser menos discrinminatorios, menos agresivos, menos violentos.

La educación popular también nos puede ayudar a reflexionar y criticar estas relaciones desequilibradas de poder: "En Siuna hemos hecho trabajo de género con mujeres. En un sociodrama una mujer salió de hombre, con bigote, con machete. Cuando después le preguntamos como se sintió, dijo, "me sentí poderosa". Sería interesante más al futuro ver como nos sentimos si nos ponen una falda a nosotros...seguro nos sentiremos totalmente sin poder."

Pero no es una cuestión de invertir los papeles, sino de forjar relaciones más justas entre hombres y mujeres, sin violencia de cualquier tipo. Esta es la meta que nos hemos propuesto, conscientes que cualquier cambio en relaciones de poder y en la reducción de violencia empieza con nosotros mismos, pero que es un cambio necesario si queremos una nueva sociedad

 

8. ANEXOS

8.1 ANEXO 1: Descripción de los juegos infantiles

Los juegos representados en el plenario fueron: el "venadito", "arriba", "el futbol", "duelo con cutachas (espadachines)", "macho parado" y "los buenos y los malos". A continuación hacemos breves descripciones del procedimiento de cada uno.

* "Venadito"

Hay un cazador y una presa. La presa está rodeada por un círculo de personas, las que no dejan entrar al cazador. El cazador debe romper el círculo y entrar a capturar la presa. Cuando se rompe el círculo por la parte más débil, la presa sale huyendo y las personas no dejan salir al cazador para que lo siga. Es un juego violento y generalmente los cazadores son los más fuertes y veloces y la presa es ágil y débil. Si el cazador no rompe el círculo se queda de presa y se escoge otro cazador.

* "Arriba"

Se forman dos grupos que tienen que competir. Uno es defensivo, el otro ofensivo. El grupo ofensivo tiene que capturar a miembros del otro grupo. Sólo participan hombres o mujeres "chimbaronas".

Los capturados son agarrados con violencia, (dolor físico) hasta que se rinden de forma verbal; se les lleva al "pegue". El capturado puede ser soltado por otro de su grupo cuando éste llegue al "pegue" y toque la red. Sólo que lo toque, puede ser "libre".

Los más fuertes logran en el grupo "status", así como los más ágiles y veloces. El "cazador" debe someter al capturado.

Es un juego extremadamente violento. Los niños y jóvenes pasan horas y horas, un grupo huyendo y el otro persiguiendo o sea uno es el fugitivo y el otro el cazador. Cada vez, cuando encuentran a alguien empieza el pleito, la lucha y si el que está huyendo es más fuerte que el cazador, el cazador sale perdiendo porque el otro se le va. Esto va reforzando la imagen del típico macho y dentro del juego van surgiendo como líderes los chavalos que tienen más fuerza y van agarrando más estatus dentro del grupo. En el proceso del juego a veces nadie quiere jugar con estos porque son los que tienen más fuerza, que más les tuercen los brazos y que más lastiman. Y en la vida cotidiana nadie toca a estos chavalos, son los jefes. Son los "mandamás", son los que mandan que deciden, "Loco aquí me siento rey, quitate de allí".

* El fútbol.

Aunque el fútbol sea un juego relativamente sano, también tiene sus elementos de violencia. Los dos equipos en sus intentos de meter más goles, a menudo rompen las reglas del juego. Es muy común que se den "fouls" dándose patadas entre ellos. El juego promueve la

competencia, la agresividad, la resistencia física, la agilidad,

la habilidad. En muchas ocasiones se dan pleitos, con mucha violencia física, entre jugadores de diferentes equipos. En la selección de jugadores de cada equipo los varones más fuertes, agresivos y ágiles suelen ser los primeros seleccionados, reforzando así, los estereotipos de la masculinidad.

* "Duelo con cutacha".

Para jugar las cutachas, dos varones agarran, cada uno una rama de un palo y se ponen a esgrimir, como si fueran espadas. El objetivo es quitarle la "espada" al otro y demostrar quien es más valiente y macho. Uno se siente orgulloso de "ser bueno" a la cutacha, como los abuelos. El juego promueve la fuerza física, la violencia descarada, la valentía de no temer a nadie. Si un niño o jóven no acepta un duelo con cutacha se burlan de él por no querer pelear. Al que se "corre" se le señala y acosa. Se juega mucho en el campo y se justifica como un juego que enseña a los niños y jóvenes a defenderse contra agresores.

* "Macho parado"

Los participantes en este juego forman una rueda y empiezan a andar, circulando. Mientras tanto, dos personas se ubican, una a un extremo, la otra al otro extremo. Son los lanzadores y tienen que lanzar una pelota. Al que le "pegan" pasa a ser lanzador. El reto es demostrar agilidad, esquivar la pelota. "Aquí puede participar la mujer porque no hay discriminación pero con una pequeña diferencia que con la mujer se trata de darle (con la pelota) más suave. Pero al varón se la da con ganas, "se le tira a matar a que se caiga."

* "Los buenos y los malos"

Se forman 2 grupos: los buenos y los malos. Normalmente, nadie quiere ser de los malos. Se buscan los más fuertes en cada grupo

y se dividen los campos/espacios/territorios. Los de un grupo se esconden. Luego unos siguen a otros, los agarran, se resisten, los golpean. A los débiles los acusan mucho de "mariquita". Es otro juego que destaca la dominación y subordinación por la violencia física. Premia en los niños la fuerza física y conductas violentas.

 

8.2 ANEXO 2: Análisis del contenido de violencia en los cuatro periódicos nacionales de mayor circulación en el país

Los grupos que analizaron el periódico "La Tribuna" calcularon que

un promedio de 25% del contenido del periódico trató de diferentes tipos de violencia. A continuación, se presentan los titulares por página vinculados a la violencia y el porcentaje de ella dedicada a reportajes sobre la violencia:

Página 1 Amenaza jefe de policía-drogas.

Suicidios . jóvenes

Accidente fatal (50%)

Página 4 Precaristas sin viviendas

Pandilleros

Violación (50%)

Página 6 Editorial: Nicaragua al borde del abismo. (25%)

Página 7 Caricatura Toño privatización (25%)

Página 9 Cadena de violencia (25%)

Página 1B Guerra Perú-Ecuador;

Desastre ecológico (75%)

 

Los grupos que analizaron "La Barricada" hicieron un ejercicio semejante y llegaron a las siguientes observaciones:

De la primera parte del periódico el 41% de las noticias trataron de una forma u otra el tema de la violencia. En la segunda parte el porcentaje fue de 20%.

Todos/as de una forma u otra experimentamos violencia en la vida. Los victimas más frecuentes son las mujeres: madres, jóvenes empleadas; los/asniños/as, las indigenas campesinas

adolescentes mujeres y hombres empleados.

En primera plana hubo 2 noticias (40% de la página) sobre violencia.

En la sección de sucesos (1): 8 noticias 90% de la página

(2): 1 noticia 20% de la página

En página de opiniones hubo 2 opiniones acerca de la violencia (40% de la página).

Los animales también reciben vioelncia.

Las violaciones se dan en la ciudad y en el campo.

 

 

 

A partir del trabajo realizado en los grupos se realizaron 2 murales: el primero con los artículos vinculados directamente con la violencia cotidiana y el segundo relacionado a la violencia y la crisis actual socioeconómica. A continuación presentamos los titulares de ambos murales:

Mural: "Violencia cotidiana"

Capturan a bandido asaltador de viajeros

Niña victima de loteríazo

Revive tensión perú-Ecuador

Enfermos de SIDA cuestiona a abogados

Magistrados rompieron orden jurídico de Nicaragua: Ejército afirma que no se meterá en la crisis de poderes.

Todos al beisbol.

Químico de culto japonés admite haber sintetizado gas sarin.

Foto de carro chocado: ¿Habrá quedado alguien vivo?

Niño raptado por un supuesto evangélico.

Lanzan perros muertos en protesta de mal servicio.

Rusia emprende bombardeo nocturno de bases chechenas.

Masacre de canes

Hasta al motel la llevó el violador.

Contradicción en caso asesinato de ex procurador.

Suicida innovadora se inyectó el gramoxone. (número de tentativas ya supera las del año pasado).

Roban en casa de empleado de TANIC

Médico fallece en la carretera.

La guerra de los seis días.

La guerra de ...los diez días.

Desastre ecológico se cierne sobre Centroamérica.

Armados asaltan a tres comerciantes.

Pandilleros homicidas a prisión (atacaron a puñaladas a dos hermanos).

Sólo tenían nueve bolsitas de marihuana.

Robos a la orden del día: Interminable cadena de violencia sacude a Managua.

Niega que intentó violar a jovencita

Invaden terrenos en las Colinas: Precaristas no quieren salir.

Valiente desafío de familiares de la Marañosa (Confirman que reos iban desarmados y responsabilizan de masacre a las fuerzas armadas.

Viuda pide justicia.

Amenzaan a Caldera (te vamos a matar)

Recrudecen tensiones entre Perú y Ecuador.

Procuradora denuncia agresión de desprestigio.

Mandan a prisión a violador y abren juicio a padrastro

Denuncian robo en Tisma.

Nicaragua al borde del abismo.

Brigada de médicos en grave accidente.

Suicidios en ascenso.

 

Mural 2: "La violencia y la crisis actual socioeconómica."

200 precaristas se toman tierras en las Colinas.

Buscando la vida: niño tapando baches en la carretera (foto)

Dice el presidente del BANIC: Ganaderos deben 700 milliones.

Amenazan con privitaizar TELCOR por decreto.

Interminable cadena de violencia sacude a Managua.

Firma representante de ONU en el país: Nicaragua busca nuevos valores.

Cámara de comercio rechaza aumento de tarifas de energía.

Comisión estudia baja de impuestos sobre las ventas.

Se pospone el "paro nacional".

Incendio termina con bodega de caña.

Desempleados podrían llegar a 600 000 en el año dos mil.

Y... siguen las huelgas.

Arrocera al borde de la quiebra.

Llueven protestas a ENEL (aumento de tarifa genera reclamo en todo el país)

Dos milliones de personas en situación sumamente crítica: Aterrador panorama de desempleo en Nicaragua. (319 mil jefes de familia buscan empleo y no encuentran).

DEvaluación en junio (Dor María Telléz: Gobierno busca chivo expiatorio.)

Nicaragua al borde del abismo

Desastre ecológico sew cierne sobre Centroamérica

El Sauce: zona eminentemente ganadera (violencia contra el medio ambiente).

 

8.3 ANEXO 3: Comentarios sobre la pelicula "La Guerra".

Como entretenimiento pero también para provocar más reflexión miramos en la noche del primer día una película titulada "La Guerra" que tiene como ambiente los finales de los años 60 en los Estados Unidos. Trata de un hombre (Kevin Costner) que regresa a su casa después de un período de servicio militar activo en la guerra de Vietnam. Por las experiencias de violencia que vivió en la guerra, pasa algun tiempo hospitalizado, bajo tratamiento sicológico, antes de integrarse otra vez a la vida familiar.

La película desarrolla varios temas vinculados a la violencia:

* La violencia entre grupos rivales (pandillas) de jóvenes quienes finalmente se declaran "la guerra".

* La influencia de las actitudes y comportamientos violentos de los padres en sus hijos/as.

* La incidencia de la pobreza, el desempleo, la discriminación en la espiral de la violencia en la familia y en la sociedad.

* El tema de la autodefensa.

* La violencia institucional.

* La incapacidad de muchos hombres de mostrar ternura, cariño y cómo eso incide en sus conductas violentas.

Después de ver la película, se hicieron las siguientes observaciones y comentarios:

En general pudimos separar dos tipos generales de violencia: la violencia cotidiana y la violencia institucional o "estructural".

1. La violencia cotidana:

La violencia se pasa de generación en generación como una conducta aprendida, especialmente asociada con la masculinidad: "El trato del padre se reproduce en el trato que damos a los hijos. Hay que buscar alternativas. No se puede enseñar a nuestros hijos a manipular las situaciones con violencia." "Nuestra sociedad está diseñada para que entremos a la violencia y así la violencia se convierte en nuestra capacitación."

Algunos decían que la violencia existe porque como hombres, nunca aprendemos como dar y recibir el amor: "La violencia es como una respuesta a nuestra carencia de amor (no recibido)." Sin embargo, se decía que "el amor recibido puede superar el odio, la violencia; El amor es como un mecanismo de cambio." No recibir amor es también violencia y no dejar que nos den amor es una violencia en contra de nosotros mismos. Otra opinión era que "la violencia existe como producto de nuestra inseguridad."

¿Es justificable la violencia?

Nos preguntamos si en algún caso, se puede justificar la violencia. Algunos opinamos que si es justificable en defensa de la propia sobrevivencia, de la familia, de uno mismo, como un acto de autodefensa. Para reducir o erradicar la violencia en la vida cotidiana se dijo que la situación actual "nos demanda cambios como educadores de nuestros hijos." Reconocemos, sin embargo que "no es fácil "deseducarnos" de la violencia para caminar otros caminos." Pero sí, es imprescindible, "aprender, buscar alternativas para romper el círculo de la violencia en nuestra vida cotidiana con los hijos, con la esposa, con los vecinos, en el trabajo ,etc. Recordemos que violencia no es solamente golpes y sangre, hay diferentes niveles de violencia como la violencia sicológica, emocional, sexual, etc." La cotidianeidad sin embargo se puede convertir en nuestro escenario de lucha contra la violencia cuando empezamos a desarrollar relaciones humanas distintas.

 

2. La violencia institucional, "estructural":

La película también provocó reflexiones sobre la violencia institucional. Se decía que "la violencia se convierte en una máquina que nos destruye a todos/as, que "toda violencia, justa o injusta, produce mayores daños."; y que "la espiral de la violencia deforma los objetivos más pacíficos." Sin embargo, "la violencia "estructural" no es del mismo nivel que la violencia cotidiana. Vivimos en un sistema violento, y romperlo demanda respuestas a diversos niveles, a veces hasta con una insurrección en contra de dictaduras que amenazan a la sociedad." Alguien comentó "¿Qué es más violento una guerra para transformar la sociedad o la violencia cotidiana de una dictadura, del desepleo, hambre, etc,?"

Cuando no hay salida pacífica a una solución "quizá hay que asumir la violencia para superar la situación." Es, en muchas ocasiones, "nuestro último recurso: la violencia." Alguien comentó que debemos "odiar la injusticia sin hacer daño a las personas."

Una manifestación de la violencia institucional que la película subrayó es "el racismo como violencia."

Sobre la violencia que termina con la muerte:

Algunos pensamos que terminar con la vida de otra persona nos conlleva a más violencia: "matar continua y aumenta el enfrentamiento, la violencia." Sin embargo, "dar la vida por otras personas nos reconcilia con nosotros mismos. Dar la vida por un amigo es relativamente fácil; dar la vida por un enemigo es mucho más difícil."

8.4 ANEXO 4: Lista de participantes

MUNICIPIO DE MATEARE

1 Rommel Ramos S. Brigadas Ecológicas Municipales

2 Pastor José Vargas

3 Mario Iván Lumbí

4 Félix Somarriba Aráuz

CISAS (Centro de investigaciones, servicios y asesorías sobre la salud), de la CST 8 cuadras al sur, 17vs abajo, Managua.
Tel: 661662; Fax: 224098.

5 Vladimir Norori Muñoz Conductor, CISAS

6 Denis Meléndez Director Administrativo

7 Gustavo Hernández G. Coordinador de equipo

CAPRI, Del Cine León, 1 cuadra arriba, Managua. Tel: 660490

8 Victor J. Flores C. Asesor metodológico

CIUDAD SANDINO (Proyectos apoyados por CANTERA).

9 Félix Pedro Cantarero Promotor.

10 Juan Jiménez V. Instructor proyecto "Los Cumiches".

CANTERA, De la plaza de Sol, 2 cuadras al sur, 1 arriba, Reparto Pancasán, Managua. Tel: 75429 Tel/Fax: 780103

11 Victor Manuel Nuñez R. Conductor.

12 Alejandro Ruíz M. Responsable, proyecto de jóvenes.

13 Pedro José Gutierrez Conductor.

14 Anthony McInneny Diseñador Gráfico

15 Martín Ugarte J. Agrónomo.

GRUPO DE HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, Tel: Managua 73052

16 Javier Muñoz Coordinador

17 Edgar Saúl Amador Miembro del grupo.

18 Iván Vargas Miembro del grupo

INAA/SNV, NUEVA GUINEA, Zelaya Central. Tel: (085) 8001/80098

19 Remigio Rivas B. Administrador social

20 Carlos J. Rivas N. Director DAR-INAA.

21 Ariel León B. Promotor social.

22 Osmundo Solís Orozco Responsable de promoción social.

23 Isidoro Guzmán S. Promotor social.

24 Douglas Sandino D. Responsable de Microcuenca.

25 Efraín Duarte O. Promotor social.

26 Cristóbal Cruz C. Promotor social.

27 Oscar Sánchez G. Coordinador PASOC.

SNV (Servicio holandés de cooperación al desarrollo), Managua Tel: Managua 70817/785181.

28 E. Ariel Montes de Oca Director adjunto.

SWISSAID, TOLA, RIVAS.

29 José Francisco Rodríguez.

30 José A. Martínez Castillo.

31 Justo Obregón Ruíz.

32 Bismarck Guzmán.

PROGRAMA "NAKAWE-COOPIBO", NINDIRI, Tel: 3671

33 Santos Gilberto Carbajal Comarca el Portillo.

34 Donald Aragón Obando Administrador del proyecto.

GRUPO DE HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, MULUKUKU

35 Tomás González H Agricultor

36 Joaquín Urbina A. Agricultor

37 Adolfo Cruz Torres Agricultor

38 Pedro Cordero B. Agricultor

39 Julio Pérez Hernández Agricultor

40 Pedro Mora Sovalbarro Agricultor

41 Ascención Obando Rivas Pequeño ganadero

42 Eduardo C. Mendoza O. Director de escuela

43 Ivan Luna Gómez Agricultor

44 Luis Manuel Méndez P. Agricultor

FUNDACION "ENTRE MUJERES", ESTELI

45 Nelson Zamora Palma Técnico veterinario Zootecnista.

CEPA (Centro de educación promocional agraria), MANAGUA, Tel:674971

46 Moisés López Gómez Responsable de proyectos de educación.

FUNDACION "ENTRE VOLCANES", MOYOGALPA, ISLA DE OMETEPE,

Tel: 046 94118

47 Douglas Varela R. Coordinador, programa de jóvenes.

COOPIBO, MOYOGALPA, ISLA DE OMETEPE, Tel: 046 94118

48 Bernardo Ponce Alemán Promotor

49 Johan Toebat Asesor en agricultura sostenible

SALUD SIN LIMITES, SIUNA, RAAN, Telefax: 283110

50 Roberto Cruickshank Coordinador

51 José Mercedes Ruíz Soza

UNION DE COOPERATIVAS AGRPECUARIAS (UCA), SIUNA, RAAN

52 Domingo Cano Aguilar Secretario, junta de vigilancia

53 Félix Antonio Aráuz M. Presidente de la UCA

COOPEMINA, SIUNA, RAAN

54 Alonso Orozco Padilla Vicepresidente

CEP-ALFORJA, SAN JOSE, COSTA RICA, Tel: 506 2531015

55 Carlos Pentzke Educador popular

EQUIPO COORDINADOR

56 Freddy Morales Coordinador, equipo rural, CANTERA.

57 Ramón González Equipo nacional, CANTERA.

58 Patricio Welsh Equipo rural, CANTERA.

 

generación como una conducta aprendida, especialmente asociada con la masculinidad: "El trato del padre se reproduce en el trato que damos a los hijos. Hay que buscar alternativas. No se puede enseñar a nuestros hijos a manipular las situaciones con violencia." "Nuestra sociedad está diseñada para que entremos a la violencia y así la violencia se convierte en nuestra capacitación."

Algunos decían que la violencia existe porque como hombres, nunca aprendemos como dar y recibir el amor: "La violencia es como una respuesta a nuestra carencia de amor (no recibido)." Sin embargo, se decía que "el amor recibido puede superar el odio, la violencia; El amor es como un mecanismo de cambio." No recibir amor es también violencia y no dejar que nos den amor es una violencia en contra de nosotros mismos. Otra opinión era que "la violencia existe como producto de nuestra inseguridad."

¿Es justificable la violencia?

Nos preguntamos si en algún caso, se puede justificar la violencia. Algunos opinamos que si es justificable en defensa de la propia sobrevivencia, de la familia, de uno mismo, como un acto de autodefensa. Para reducir o erradicar la violencia en la vida cotidiana se dijo que la situación actual "nos demanda cambios como educadores de nuestros hijos." Reconocemos, sin embargo que "no es fácil "deseducarnos" de la violencia para caminar otros caminos." Pero sí, es imprescindible, "aprender, buscar alternativas para romper el círculo de la violencia en nuestra vida cotidiana con los hijos, con la esposa, con los vecinos, en el trabajo ,etc. Recordemos que violencia no es solamente golpes y sangre, hay diferentes niveles de violencia como la violencia sicológica, emocional, sexual, etc." La cotidianeidad sin embargo se puede convertir en nuestro escenario de lucha contra la violencia cuando empezamos a desarrollar relaciones humanas distintas.

 

2. La violencia institucional, "estructural":

La película también provocó reflexiones sobre la violencia institucional. Se decía que "la violencia se convierte en una máquina que nos destruye a todos/as, que "toda violencia, justa o injusta, produce mayores daños."; y que "la espiral de la violencia deforma los objetivos más pacíficos." Sin embargo, "la violencia "estructural" no es del mismo nivel que la violencia cotidiana. Vivimos en un sistema violento, y romperlo demanda respuestas a diversos niveles, a veces hasta con una insurrección en contra de dictaduras que amenazan a la sociedad." Alguien comentó "¿Qué es más violento una guerra para transformar la sociedad o la violencia cotidiana de una dictadura, del desepleo, hambre, etc,?"

Cuando no hay salida pacífica a una solución "quizá hay que asumir la violencia para superar la situación." Es, en muchas ocasiones, "nuestro último recurso: la violencia." Alguien comentó que debemos "odiar la injusticia sin hacer daño a las personas."

Una manifestación de la violencia institucional que la película subrayó es "el racismo como violencia."

Sobre la violencia que termina con la muerte:

Algunos pensamos que terminar con la vida de otra persona nos conlleva a más violencia: "matar continua y aumenta el enfrentamiento, la violencia." Sin embargo, "dar la vida por otras personas nos reconcilia con nosotros mismos. Dar la vida por un amigo es relativamente fácil; dar la vida por un enemigo es mucho más difícil."

8.4 ANEXO 4: Lista de participantes

MUNICIPIO DE MATEARE

1 Rommel Ramos S. Brigadas Ecológicas Municipales

2 Pastor José Vargas

3 Mario Iván Lumbí

4 Félix Somarriba Aráuz

CISAS (Centro de investigaciones, servicios y asesorías sobre la salud), de la CST 8 cuadras al sur, 17vs abajo, Managua.
Tel: 661662; Fax: 224098.

5 Vladimir Norori Muñoz Conductor, CISAS

6 Denis Meléndez Director Administrativo

7 Gustavo Hernández G. Coordinador de equipo

CAPRI, Del Cine León, 1 cuadra arriba, Managua. Tel: 660490

8 Victor J. Flores C. Asesor metodológico

CIUDAD SANDINO (Proyectos apoyados por CANTERA).

9 Félix Pedro Cantarero Promotor.

10 Juan Jiménez V. Instructor proyecto "Los Cumiches".

CANTERA, De la plaza de Sol, 2 cuadras al sur, 1 arriba, Reparto Pancasán, Managua. Tel: 75429 Tel/Fax: 780103

11 Victor Manuel Nuñez R. Conductor.

12 Alejandro Ruíz M. Responsable, proyecto de jóvenes.

13 Pedro José Gutierrez Conductor.

14 Anthony McInneny Diseñador Gráfico

15 Martín Ugarte J. Agrónomo.

GRUPO DE HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, Tel: Managua 73052

16 Javier Muñoz Coordinador

17 Edgar Saúl Amador Miembro del grupo.

18 Iván Vargas Miembro del grupo

INAA/SNV, NUEVA GUINEA, Zelaya Central. Tel: (085) 8001/80098

19 Remigio Rivas B. Administrador social

20 Carlos J. Rivas N. Director DAR-INAA.

21 Ariel León B. Promotor social.

22 Osmundo Solís Orozco Responsable de promoción social.

23 Isidoro Guzmán S. Promotor social.

24 Douglas Sandino D. Responsable de Microcuenca.

25 Efraín Duarte O. Promotor social.

26 Cristóbal Cruz C. Promotor social.

27 Oscar Sánchez G. Coordinador PASOC.

SNV (Servicio holandés de cooperación al desarrollo), Managua Tel: Managua 70817/785181.

28 E. Ariel Montes de Oca Director adjunto.

SWISSAID, TOLA, RIVAS.

29 José Francisco Rodríguez.

30 José A. Martínez Castillo.

31 Justo Obregón Ruíz.

32 Bismarck Guzmán.

PROGRAMA "NAKAWE-COOPIBO", NINDIRI, Tel: 3671

33 Santos Gilberto Carbajal Comarca el Portillo.

34 Donald Aragón Obando Administrador del proyecto.

GRUPO DE HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA, MULUKUKU

35 Tomás González H Agricultor

36 Joaquín Urbina A. Agricultor

37 Adolfo Cruz Torres Agricultor

38 Pedro Cordero B. Agricultor

39 Julio Pérez Hernández Agricultor

40 Pedro Mora Sovalbarro Agricultor

41 Ascención Obando Rivas Pequeño ganadero

42 Eduardo C. Mendoza O. Director de escuela

43 Ivan Luna Gómez Agricultor

44 Luis Manuel Méndez P. Agricultor

FUNDACION "ENTRE MUJERES", ESTELI

45 Nelson Zamora Palma Técnico veterinario Zootecnista.

CEPA (Centro de educación promocional agraria), MANAGUA, Tel:674971

46 Moisés López Gómez Responsable de proyectos de educación.

FUNDACION "ENTRE VOLCANES", MOYOGALPA, ISLA DE OMETEPE,

Tel: 046 94118

47 Douglas Varela R. Coordinador, programa de jóvenes.

COOPIBO, MOYOGALPA, ISLA DE OMETEPE, Tel: 046 94118

48 Bernardo Ponce Alemán Promotor

49 Johan Toebat Asesor en agricultura sostenible

SALUD SIN LIMITES, SIUNA, RAAN, Telefax: 283110

50 Roberto Cruickshank Coordinador

51 José Mercedes Ruíz Soza

UNION DE COOPERATIVAS AGRPECUARIAS (UCA), SIUNA, RAAN

52 Domingo Cano Aguilar Secretario, junta de vigilancia

53 Félix Antonio Aráuz M. Presidente de la UCA

COOPEMINA, SIUNA, RAAN

54 Alonso Orozco Padilla Vicepresidente

CEP-ALFORJA, SAN JOSE, COSTA RICA, Tel: 506 2531015

55 Carlos Pentzke Educador popular

EQUIPO COORDINADOR

56 Freddy Morales Coordinador, equipo rural, CANTERA.

57 Ramón González Equipo nacional, CANTERA.

58 Patricio Welsh Equipo rural, CANTERA.

 


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