Maternidad y hombres

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Maternidad y hombres

 

CIMAC

México, DF, 24 de abril de 1998

(Información embargada hasta el domingo 26 de abril)

BOLETÍN INFORMATIVO

COMPARTEN PARTERAS LA MATERNIDAD CON HOMBRES, BUSCAN UN CAMBIO CULTURAL EN OAXACA

* Un grupo de parteras se organizó para sensibilizar a los varones de que parto y embarazo no son sólo "cosa de mujeres".

* Oaxaca, uno de los estados con mayor índice de mortalidad materna.

* Promotores trabajan en talleres de masculinidad en dos comunidades indígenas.

En Tlacolula, Oaxaca, ya existe un grupo de parteras con el propósito de sensibilizar a los varones en torno a la necesidad de que el embarazo y el parto sean concebidos como un asunto familiar y de pareja y no algo que sólo concierne a las mujeres. Esas parteras, conocedoras de las condiciones de vida de las mujeres rurales, fueron descubriendo que "muchos de los problemas que se presentan en el embarazo, el parto y el puerperio tienen que ver con las condiciones de trabajo y de vida de las mujeres; con problemas de violencia; con que tienen un montón de hijos y sin apoyo; con que tienen la creencia de que si no trabajan mucho son flojas y no son buenas mujeres".

Así lo explica la doctora Cristina Galante, becaria de la Fundación MacArthur, quien trabaja en un importante proyecto en Oaxaca: "Formación de promotores comunitarios para propiciar la participación masculina en el cuidado de la salud reproductiva".

Oaxaca, uno de los estados más pobres, con mayor índice de mortalidad materna (en 1994 era de 9.6 por cada 10 mil nacidos vivos), una alta tasa de muertes por Cáncer Cérvico-Uterino y un alto número de infecciones por el VIH/SIDA, es el espacio en el que se desarrolla el proyecto.

Cristina Galante es obstetra egresada de la Universidad de Florencia, Italia. Después de trabajar en el campo de la salud de las mujeres en Italia y Estados Unidos. Se fue a vivir a Oaxaca, donde trabaja como obstetra, libre profesional. Asimismo ha realizado trabajos de investigación-acción sobre medicina tradicional, partería, y recientemente, en salud reproductiva y sexual, y género y masculinidad.

En las regiones rurales e indígenas de Oaxaca, las parteras tradicionales constituyen el recurso más importante en la atención de la salud materna: 54.9 por ciento de los partos son atendidos por parteras, y de éstos más del 90 por ciento corresponden a la atención en el medio rural.

Las parteras --dice Galante-- "siguen siendo una opción importante en el medio rural porque proporcionan una atención profesional, cálida y respetuosa, porque pertenecen a su misma cultura, conocen las condiciones de vida y las contradicciones del entorno social, y gozan de cierto reconocimiento en la comunidad lo que les da un lugar privilegiado para promover una visión amplia e integral de la salud de la mujer".

Conscientemente eligió trabajar en localidades indígenas, que a su vez tuviesen grupos organizados de mujeres "porque están más abiertos a un trabajo de reflexión", y así Teotitlán del Valle, que cuenta con 5,083 habitantes, y San Pablo Gulá con 1,200 serán los escenarios donde se desarrolla su proyecto que busca "propiciar un cambio en las relaciones de género que permita mejorar las condiciones de salud reproductiva de hombres y de mujeres en edad reproductiva".

"La idea --explica-- es que los promotores, formados a través del Coriac (Colectivo por Relaciones Igualitarias, A.C), sensibilicen a los hombres y luego juntar ese trabajo con el de las parteras, más la experiencia del Centro de Estudios de la Mujer y la Familia, A.C (Cemyf) y mi experiencia como partera. "Las parteras trabajarán con las mujeres y los promotores con los hombres para ver qué elementos de la cultura tradicional favorecen u obstaculizan los cuidados en salud reproductiva".

Lo que se busca --agrega-- es "encontrar soluciones y propuestas locales para mejorar y tomar algunas iniciativas modestas, pero que incidan en la forma de concebir la salud entre los hombres".

El monto de la beca MacArthur --24 mil dólares anuales-- se destinará a remunerar a los promotores, a los talleres de formación y a apoyar el trabajo de las parteras.

El equipo de capacitación lo integran dos hombres y una mujer, previamente capacitados a lo largo de dos años por organizaciones dedicadas a la formación de promotores de género como Coriac, Cemyf y Salud y Género.

La nueva metodología que regirá el trabajo de Galante ya ha sido usada en zonas rurales de Africa y Asia, y se denomina: Evaluación Rural Participativa, y tanto el diagnóstico como la evaluación final se basa en la percepción que la gente involucrada tiene del problema. "Es una herramienta --explica-- para emprender un aprendizaje compartido en procesos de investigación-acción y práctica para el cambio".

Hombre, padre y compañero

"El papel que juega el hombre --destaca Galante-- es vital en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y en contra de la violencia hacia las mujeres y niños, así como en el cuidado de la salud", de ahí la importancia de propiciar un proceso de reflexión entre varones en el cuidado de la salud familiar y en el ejercicio de la paternidad.

Y mientras los varones sensibilizan a otros hombres, las parteras ya promueven la reflexión entre mujeres sobre su identidad como mujeres indígenas, madres y trabajadoras.

Posteriormente, según se plantea en el proyecto, habrá un diálogo entre grupos mixtos sobre los problemas de salud sexual y reproductiva que aquejan a la comunidad centrando la reflexión en la equidad de género y su relación con los riesgos para la salud. Aparejado al trabajo de reflexión, contarán con información básica para el cuidado en salud reproductiva y sexual.

Finalmente, se busca "generar propuestas comunitarias para mejorar las relaciones entre hombres y mujeres y aumentar la participación de éstas en los procesos colectivos de toma de decisiones a partir de los recursos locales y del contexto cultural".

La becaria, también coordinadora de Salud Reproductiva del DIF, ha planeado instrumentar en este proyecto, que se extenderá tres años, una serie de talleres que involucran a las parteras de la organización Gushiis y a varones. En éstos se aprenderán las técnicas metodológicas del Diagnóstico Rural Participativo (DRP), de reflexión sobre los principales problemas de salud sexual y reproductiva, ejercicio de la sexualidad, prevención de embarazos no deseados y de ETS, SIDA y Cáncer Cérvico-Uterino, así como de nutrición, violencia familiar, participación de los hombres en consultas prenatales, atención del parto y puerperio, uso de métodos anticonceptivos, utilización de servicios médicos alopáticos o tradicionales, ejercicio de la paternidad y la relación entre masculinidad y el cuidado de la salud.

Al final de cada etapa se realizarán encuentros entre hombres y mujeres para comparar propuestas de solución y cambio, y ver la mejor manera de darlos a conocer al resto de la comunidad; esto incluye, por ejemplo, un video educativo. En un último taller de evaluación mixto en cada localidad, se presentarán las propuestas a nivel de asamblea comunitaria.

La meta más ambiciosa de este proyecto --señala la becaria para concluir-- "es construir un modelo de trabajo en salud sexual y reproductiva dirigido a hombres y mujeres de comunidades indígenas que aproveche tanto la experiencia como el prestigio de las parteras tradicionales, como los de un grupo de promotores de salud".

Mayores informes:

Comunicación e Información de la Mujer, A.C. (CIMAC)
Balderas 86, Centro
C.P. 06050, México, DF
Tels. 510-0085, 510-2033, 512-5796
 http://www.cimac.org  

 


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