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Hombres por la Igualdad de Género
Ahige: Asociación
de Hombres por la Igualdad de Género http://www.ahige.org/ La violencia de género
GREM (Grupo de Reflexión y Estudio sobre Masculinidad) Las actividades se prolongarán desde las 11:30 de la mañana hasta bien entradita la tarde, y os adelantamos que el plato fuerte de la jornada será una mesa-coloquio que tratará el tema de "Los hombres en el feminismo" y en la que participarán algunos miembros del GREM y militantes feministas (no sabemos sí podremos contar con Cristina Garaizabal). Además proyectaremos algunos videos y pelis, realizando un video-forum con el tema Romper los lazos entre violencia y masculinidad. Tendremos una exposición fotográfica sobre masculinidad y actividades del grupo y tendréis la oportunidad de degustar platos cocinados exclusivamente por hombres (vosotros asumiréis vuestro propio riesgo), habrá música, bailoteo, risas, priva... . El lugar será La moqueta y las aulas de la misma, pero sería fantástico que entre todos y todas contagiáramos a toda la complu con el espíritu de la jornada. El objetivo de esta actividad, en consonancia con lo que nos propusimos al crear el grupo de hombres, es el de crear un espacio en el que cuestionar la asignación de género y avanzar en la promoción del necesario cambio social no sexista e igualitario, removiendo las trabas que impiden un acercamiento positivo y enriquecedor de hombres y mujeres, creando las condiciones necesarias para un desarrollo personal libre de prejuicios y puñeterías que sólo sirven para limitar la potencialidad creativa e imaginativa de las personas. Así manifestamos abiertamente nuestra oposición a sentencias tales como: "Aquí quien lleva los pantalones soy yo". Invitamos a todos los hombres de la facultad, estudiantes y profesores, a venir a clase vistiendo una falda, simbolizando que, al menos durante unas horas se sueña con la posibilidad de construir un espacio libre de las limitaciones impuestas por la asignación de género, donde hombres y mujeres puedan relacionarse privilegiando la comunicación afectiva y cuidándose de los cánones que les han sido enseñados desde la infancia. Sin más esperamos que participéis activamente en este "2º Día de la Falda" y que gracias a las aportaciones de todos y todas podamos encaminarnos despacio pero sin pausa hacia el cambio social que nosotros consideramos fundamental: antisexista, igualitario e integrador. ¡Y que disfrutéis con faldas y a lo loco! ALTERNATIVA UNIVERSITARIA ESTUDIANTES DE IZQUIERDAS El GREM (grupo de reflexion y estudio de la masculinidad) es un proyecto para investigar sobre la subjetividad masculina. Apoyamos un cambio social antisexista y buscamos nuevas vias de ser varon que cuestionen la masculinidad tradicional permitiendo a los varones liberarse de las cadenas de la asignación de género y produciendo un mayor y mejor entendimiento con las mujeres (o por lo menos con las mujeres no conservadoras). La cosa no es facil y acabamos de empezar. Unete a Grem, hombres antisexistas. Reproducimos uno de los textos realizados por el GREM: "Que sus genitales sean externos tiene inconvenientes y ventajas. Podemos convenir en que resulta cómodo para orinar e incómodo cuando se quieren ocultar ciertas emociones o se pelea fuera de reglas deportivas. En cualquier caso... LO UNICO QUE NO DEBE HACER ES PENSAR CON ELLOS. Como instrumento de reflexión, el pene y los testículos son notablemente inferiores al cerebro. Sin embargo, por modesto que sea, le permite analizar el mundo e interpretar mucho mejor que sus genitales
Masculinidad. Otra visión de género
El género es la
cualidad que más nos determina personal y socialmente a lo largo de
nuestras vidas. Sin embargo, hasta ahora, siempre que hablábamos de género
lo hacíamos desde la perspectiva femenina, pero... ¿es la única
posible?
Breve, brevísima
historia. El interés de los
hombres por la cuestión del género y lo que ésta influye en sus vidas
se ha producido, incomprensiblemente, hace muy poco tiempo. No fue hasta
mediados de la década de los 70, cuando aparecieron los primeros grupos
de hombres en los países escandinavos y en Estados Unidos
–especialmente en California- para reflexionar sobre la condición
masculina. En pocos años, el movimiento se extendió por diversos países
de América y Europa. En la actualidad, puede decirse que el movimiento
masculino tiene especial incidencia, además de en los países de origen,
en Canadá, Inglaterra,
Australia y algunos países de Latinoamérica, como Chile, Nicaragua,
Guatemala o México. En España, los
primeros grupos de hombres surgen en Valencia y Sevilla en 1.985. Sus
características e ideología son muy diferentes, pues van desde los
“profeministas” que mantienen como principal objetivo el apoyo a las
reivindicaciones de las mujeres, hasta los que se sitúan en el otro
extremo, defendiendo la vuelta a las estructuras y valores tradicionales. En la década de los
noventa, destacan iniciativas como la celebración, en 1997 en Toledo, del
Primer Encuentro Hispano-Latinoamericano sobre Género y Masculinidad,
promovido por el Grupo GAES (Grupo Abierto de Estudios Sexológicos) y
otras entidades similares. El GREM (Grupo de Reflexión y Estudio sobre la
Masculinidad) de ambiente universitario, ha celebrado en varias ocasiones
el llamado “día de la falda”. También existen varios grupos de
reflexión de hombres y de “hombres contra la violencia” en Granada,
Sevilla, Jerez, Écija y recientemente en Málaga, aunque sin coordinación
estable entre ellos. En nuestro país aún
no ha aparecido una red asociativa de hombres que pueda considerarse como
tal. Tampoco contamos con actuaciones e iniciativas profesionales que
apliquen y desarrollen lo que se hace en otros lugares desde hace dos décadas. En el marco Europeo,
el proyecto Arianne, sobre masculinidad y educación tuvo como objetivo,
generar nuevos horizontes para la investigación y la promoción educativa
de los estudios sobre igualdad y género, desde la perspectiva de la
masculinidad. Además, en el año 1999, varias asociaciones de mujeres y
varones en Europa se propusieron, a través del programa Daphne
desarrollar la campaña del lazo blanco en 8 países de la UE
(hombres pro-feministas de Europa). Esta campaña, surgió a raíz de un
suceso que conmovió a todo un país. El día 6 de diciembre de 1.989, en
Canadá, fueron asesinadas 14 chicas por el hecho de cursar una carrera
destinada a hombres. En 1.991, un grupo de hombres canadienses, asumiendo
la responsabilidad de hacer que esto nunca más volviera a suceder,
iniciaron la primera campaña del lazo blanco. El género es la
cualidad más básica que las que nos distinguen y caracterizan, incluso más
allá que nuestra procedencia étnica o social. Lo es biológicamente, en
tanto que el sexo tiene enormes connotaciones fisiológicas y morfológicas
y lo es socialmente, en tanto que el género –prolongación cultural del
sexo- nos determina profundamente desde el momento en que nacemos (por
ejemplo, hay estudios que demuestran que el trato es diferente a niños y
a niñas desde los primeros días de vida, en la propia sala de hospital). Pero, ¿qué es la
masculinidad? ¿existe como tal? La respuesta es indudablemente que sí.
La masculinidad existe en igual medida que la feminidad. Distingue a la
mitad de la población. Lo que ocurre es que, esa mitad, tiene enormes
dificultades de identificación y sufre una grave crisis por ausencia de
modelos positivos de masculinidad, que den respuesta a los enormes
interrogantes que los hombres tienen ante sí, entre otros, una relación
adecuada y positiva con las mujeres, que están consolidando importantes
conquistas personales y sociales. Y, por supuesto, este
modelo tampoco podrá ser un único. Como indica Keith Thompson “la
masculinidad no existe, sólo hay masculinidades, muchos modos de ser
hombre”. ¿Qué
podemos hacer? El espacio que se abre
cuando un hombre descubre la importancia que tiene el género en su vida,
es enorme. En lo personal, cada hombre significa una revolución interior
pendiente. Los cambios que han de producirse favorecerán, sin duda, la
implantación de una sociedad en la que no exista diferencia alguna en
cuanto a los derechos reales y prácticos de sus ciudadanas/os en función
del género al que pertenecen. En lo profesional, se
abre todo un nuevo campo en el que el trabajadores sociales, sociólogos,
psicólogos, educadores y, en general, todas las profesiones que trabajan
con las personas, disponen ante sí de un nuevo espacio de desarrollo
profesional.. Veamos algunos ejemplos: Violencia de género.
Es sin duda la más grave de las problemáticas que se dan en el
sector y la que más preocupación social genera. Los profesionales
aportarán una visión global de las causas de los problemas, ayudando en
todo momento a que las víctimas cuenten con el apoyo necesario y
favoreciendo la desaparición de estas conductas. Desde lo masculino se
puede acometer, quizás con otra visión y mejor comunicación con los
implicados, una amplia y necesaria labor de reinserción de los
maltratadores, ayudándolos a identificar el origen de sus actuaciones y
las consecuencias de las mismas y evitando, en lo posible, la repetición
de sus conductas. La prevención, mediante la identificación de
situaciones previas a los estallidos de violencia es otra de las
actuaciones pertinentes. Además, existen otras situaciones, como
el acoso sexual en el ámbito laboral, en las que se puede realizar una
labor educativa-preventiva de gran importancia y en la que puede ser
definitiva la aportación de la visión masculina en cuanto a la
identificación de las causas de dichas conductas y su erradicación. Educación.
En este sector las actuaciones son múltiples y de gran importancia. En
primer lugar, cabe ejercer una función preventiva y educativa entre la
población infantil y juvenil. Para ello, es vital que reciban
adecuadamente y con nitidez, correctos mensajes de lo que se ha denominado
“un modelo masculino positivo” que actúe, por ejemplo, de forma
preventiva contra la violencia de género. Según Rex Stoessiger
consejero especial sobre educación de varones del gobierno australiano,
esta ausencia de modelo masculino es, además, uno de los factores que
provocan que el fracaso escolar en los varones sea el doble que en las niñas.
En palabras del propio Stoessiger, “en lo concerniente a rendimiento
escolar, la desventaja de género de ser niño es muy parecida a la más
reconocida desventaja socioeconómica”. La
mayor implicación de los padres en la educación de sus hijos y la
adaptación de la metodología educativa a las diferencias entre ambos géneros,
son dos claros objetivos a cubrir. Sensibilización de
la población. Se trata de conseguir que la
lucha contra toda discriminación en razón del género deje de verse como
una “cuestión de mujeres”. Los hombres debemos implicarnos a fondo
para llegar al objetivo de la plena igualdad. El desarrollo de proyectos
de sensibilización en la que la figura masculina aparezca como emisora de
un mensaje claramente dirigido a favor de la igualdad de derechos, real y
práctica en todos los aspectos de nuestras vidas, supondrá un avance
significativo, favoreciendo la interiorización de estos cambios por parte
de un más amplio sector de la población masculina. Y otras muchas
posibilidades de intervención que se abren ante nosotros; el trabajo con
inmigrantes para reducir los impactos de las diferencias culturales, el
apoyo a la inserción laboral y social de determinadas capas de hombres
con especiales dificultades, la promoción de grupos de hombres que
trabajen su desarrollo personal y, en consecuencia, favorezcan el buen
entendimiento inter-géneros, o la investigación, en especial, de los múltiples
y complejos factores que conforman nuestra “igualdad en la
diferencia”. Siempre que algo nuevo
aparece, se producen importantes fuerzas de reacción, tanto en su contra
como favorables. La visión de lo masculino en la cuestión del género
está provocando estos movimientos. Es lógico el recelo
de muchas mujeres que llevan largo tiempo trabajando en pro de la mejora
de las condiciones de la mujer. Ante la identificación, histórica, de
“lo masculino” con lo negativo, contra lo que hay que luchar, aparece
el temor de que las pretensiones sean dificultar el avance de los derechos
de la mujer y hacer perdurar los privilegios masculinos. Nada más lejos
de las intenciones de los hombres que conforman este incipiente movimiento
y de los profesionales que estamos desarrollando aplicaciones prácticas
en nuestro sector. No
se actúa contra nadie. El objetivo es favorecer crecimientos personales e
integrar. La consecución de una situación de plena igualdad entre ambos
géneros exige que todas y todos nos desarrollemos plenamente y, para
ello, es necesario favorecer que los hombres comiencen a avanzar hacia su,
muy necesario, desarrollo personal, que entre otros aspectos, habrá de
contemplar la toma de conciencia sobre su singularidad masculina. La
construcción de esa nueva sociedad, en la que no quepan la violencia ni
la injusticia, por razones de género, ha de contar con la participación
de todas y de todos. *
Antonio García Domínguez |
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